Con la muerte de Robert Baratheon, el trono de hierro ha caído en manos de los Lannister. Cersei pone la corona sobre su cruel hijo bastardo iniciando una rebelión conocida como la guerra de los cinco reyes. Guerra en la que Ravenna trata de mantene...
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JAIME ORDENÓ A LOS GUARDIAS QUE LOS DEJARAN PASAR, AL PRINCIPIO SE REHUSARON, PERO ÉL ERA EL LORD COMANDANTE DE LA GUARDIA REAL E IMPUSO SU AUTORIDAD.
Apenas entró, Ravenna se abalanzó sobre Tyrion, rodeándolo con sus brazos y susurrando que ño perdonara por no evitar su arresto.
— Hago un trato para ti, para mantener tu ingrata cabeza sobre tu ingrato cuello. —reclamó Jaime.
— Lo siento, ¿por qué soy un ingrato? ¿Porqué perdí la oportunidad de vivir y morir en la muralla como castigo de un crimen que no cometí?
— ¡Tú acabaste con tu vida! La acabaste. No es una broma, lo entiendes ¿verdad?
— Claro que es una broma, sólo que no una divertida. —replicó cruzándose de brazos—. No podía, no podía escucharla. Parada ahí diciendo mentiras. No pude hacerlo.
— Te enamoraste de una puta.
— Sí, me enamoré de una puta y fui tan estúpido como para pensar que ella se había enamorado de mi. —admitió cabizbajo.
— Ese trato que hiciste Jaime, era todo lo que papá quería. ¿Se dan cuenta de eso? ¿o seguirán peleando como niños estúpidos? —intervino Ravenna desde su posición, atrayendo la mirada de sus hermanos—. Te recupera como heredero. El futuro señor de Roca Casterly. —dijo a Jaime—. Y él te envía al castillo negro fuera de su vista. —ahora se dirigía a Tyrion—. El plan perfecto.
— Se sintió bien quitarle eso. —comentó Tyrion ecogiéndose de hombros—. Él sabe que soy inocente y aún así está dispuesto a sacrificarme.
— Está dispuesto a sacrificarnos a todos. —les recordó Jaime.
— No me metan en sus estúpidos problemas familiares. —replicó sin mirarlos—. Mi padre no tiene voluntad sobre mi desde hace diecisiete años.
— ¿Entonces porqué viniste aquí? —se burló Tyrion—. Creí que por obra de nuestro padre.
— No sean tontos, estoy aquí porque así lo quise. Athos debía conocer la ciudad que reinaria y que mejor que hacerlo ahora. Era el pretexto perfecto hasta que alguien decidió arruinar mis planes envenenando al rey y culpar a mi hermano.
— ¿Planeas poner la corona en la cabeza de vuestro hijo? —acusó Tyrion impactado, sin conocer la verdadera razón—. Sabes que antes de Ayrmidon, sigue Stannis en la línea de sucesión. Solo hasta que él muera, Athos podrá exigir el poder.
— Las piezas de mueven en el tablero por orden Petyr Baelish y lo dejó hacer lo suyo. Me facilita el trabajo y cuando sea el momento indicado caerá como cualquier peón en el juego. —respondió sin mostrarles el rostro lleno de furia—. Pero esto arruina por mucho mis planes.
