ᴄʜᴀᴘᴛᴇʀ ᴛʜɪʀᴛʏ sᴇᴠᴇɴ

1.2K 156 3
                                    

POR MÁS QUE LAS COSAS ESTUVIERAN TENSAS ENTRE RAVENNA Y SU HERMANA CERSEI, ESTÁ SE HABÍA ACERCADO A LA MENOR ANTES DE PARTIR CON LOS DEMÁS HACIA LA GUERRA DEL NORTE

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

POR MÁS QUE LAS COSAS ESTUVIERAN TENSAS ENTRE RAVENNA Y SU HERMANA CERSEI, ESTÁ SE HABÍA ACERCADO A LA MENOR ANTES DE PARTIR CON LOS DEMÁS HACIA LA GUERRA DEL NORTE.

Ravenna había cuidado de sus hermanos como su madre se lo había pedido en el lecho de muerto y realmente lamentaba jamás haber tenido una buena relación con su hermana, pero la quería, era su familia, ambas crecieron en el mismo vientre y eso las unía.

— Creí que no deseabas volver a poner un pie aquí. —le dijo Cersei cuando la vio entrar—. Odias esta ciudad más de lo que odiabas a Robert.

Ravenna rió suavemente y miró por la ventana, poco a poco se desvaneció la sonrisa de su rostro.

— No odié a Robert, quizás solo al principio, pero lo comprendo, Rhaegar también hubiese echo lo mismo. —guardó silencio antes de proseguir—. Tampoco odio este lugar, aquí lo conocí. —susurró casi con miedo de llorar—. Era tan apuesto con su cabello blanco y ojos violetas, desbordaba elegancia. Quizás eso era lo que volvía locas a las doncellas.

— Yo incluida. —sonrió al recordarse al príncipe del que una vez estuvo encaprichada—. Pero no estás aquí para hablarme de él, ¿cierto?

— No. —bajó la mirada. Conocía a su hermana y sabía que hablar de ese tema sería doloroso. Su orgullo y dignidad habían sido pisoteados—. Supe lo que te pasó. —aminoró su tono de voz y alzó la cabeza para ver la reacción en Cersei, pero ella no mostró dolor.

— ¿Vienes a burlarte de mi? —apretó los dientes recordando su caminata de expiación

— Jamás. No podría. —le dijo de inmediato—. De saber lo que pasaría me hubiese quedado.

— ¿Para qué?, ¿Qué ibas a hacer tú?¿liberarme como a Tyrion o buscarme como a Jaime?

— Yo hubiera intercambiado mi lugar con el tuyo. —se acercó a su hermana—. Yo quiero a cada uno de ustedes, le prometí...

— A madre que nos cuidarías. —la interrumpió y acompletó la oración—. Siempre dices lo mismo, pero solo cuidaste del pobre y despreciado enano. Amaste a Jaime más que a los otros dos y a Cersei siempre le hiciste ver sus errores. ¿Dónde estuviste cuando Robert me golpeaba o cuando todos mis hijos murieron? Encerrada como un patético ratón asustado. —recriminó sin titubear—. No necesito tu apoyo ahora.

— No te estoy mostrando mi apoyo. —rectificó—. Es mi empatía por ser tu hermana. De todas maneras Cersei, jamás se puede hablar bien contigo. Siempre me odiaste y no sé porque.

Cersei chasqueó la lengua y cerró sus ojos antes de soltar un fuerte suspiro. Se levantó de su cómodo asiento, acercándose a servirse más vino.

— Lo recuerdo. —divagó—. Claro que te recuerdo cuando eras joven, tan dulce e ingenua, corriendo por los jardines mientras reías por todo, siendo amable con los sirvientes y generosa con los pobres. Todos te amaban, hasta el príncipe lo hizo. La guerra del usurpador fue por ti, Rhaegar abandonó su corona por ti, el poder de los siete reinos y el trono por ti, supo que moriría y aún así se enfrentó, todo por ti. Nuestro padre se apiadó de ti, buscó un buen esposo. Ayrmidon te amó y perdonó todo lo que hiciste. —se levantó y acercó hasta ella, hablándole de cara a cara—. A mi me vendieron a un borracho mujeriego que me golpeaba y se cogía a cualquier mujerzuela, ese hombre claramente no daría todo por mí. Perdí a mis cuatro hijos y nadie me consoló, tú hijo te llevó la cabeza de Stannis por matar a tu hija y él ni siquiera lo hizo, fueron nuestros ejércitos al incendiar sus embarcaciones.

THE GREAT GAME |GOT|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora