Moon Face ° (Omegaverse YM)

Capítulo 2 |¿Dónde mierda estoy?|

Hoseok caminaba de un lado al otro con impotencia. Su preocupación iba en aumento a cada segundo que pasaba, y es qué, sintió que su alma abandonaba su pecho cuando sacaron a Jimin del agua. Al parecer, se había golpeado tan fuerte la cabeza al caer que esta sangraba. Dos, tres, cuatro horas y Jimin no daba señales de vida, a excepción de respirar. Su madre entró con el cuenco de agua para cambiar la toalla de la frente a Jimin. Su rostro reflejaba tristeza y preocupación. No podían llamar a un médico, ya que estos eran muy caros, así que su dulce madre cambiaba las toallas cada cierto tiempo.

--- Mamá --- Hoseok le llamó con suavidad ---, mamá lo sien...

--- Ahora no quiero oírte --- soltó, su tono era evidente, estaba preocupada ---, si algo le pasa a Jimin Hoseok... te dije que lo cuidaras.

--- Lo lamento --- su vista se nubló ---, perdóname mamá tienes razón, Jimin está así por mi culpa --- rompió en llanto, su madre le abrazó con fuerza dejando que llorara en su hombro. Había sido demasiado dura, sí, debió darle más advertencias sobre llevar a Jimin a pescar, siendo Jimin tan curioso. Hoseok no tenía la culpa de haber entrado en celo en ese momento. Lástima que comprendió su error haciendo llorar a su pequeño hijo.

--- Seca esas lágrimas cariño --- le abrazó más fuerte, seguido, le acarició la cabeza con suavidad --- Jimin sólo está inconsciente, él despertará. Perdón por ser tan dura contigo cariño, tú no tienes la culpa de nada.

Jimin frunció el ceño al sentir la horrible migraña. Su cabeza dolía como la mierda, sentía su cuerpo entumecido y sus ojos picaban por culpa de los pequeños rayos del sol que lograban colarse por la fina cortina. Quiso levantarse sintiendo un ligero mareo en el acto, divisando con la poca nitidez de sus ojos a ¡Hoseok!

--- ¡¿Pero qué mierda haces en mi casa?! --- gritó con fastidio, por eso odiaba los Omegas, siempre irrumpen en su casa.

--- ¡Mamá, Jimin despertó! --- gritó haciéndolo exaltar, no obstante, una mujer preciosa entró como si de romper la puerta, prosiguiendo a abrazarlo con fuerza.