Antes creía que una persona debía entregarse a alguien solo por amor.
Pero no, algunos solo lo hacen por placer.
Ni siquiera sé, si tal cosa como el amor existe realmente.
Tengo 21 años y mi padre me vendió a un hombre incluso 10 años mayor que yo...
Ha pasado una semana desde que entré a la universidad, me he topado algunas veces con Yoongi pero es como si yo no existiera en su mundo, no hemos vuelto a mensajearnos desde aquel día, tal vez ya se le olvidó lo que dijo. He visto algunas chicas coquetearle pero parece no importarle, solo las aleja.
*
Terminé de hacer mi tarea y prendí el televisor, me acosté en el sillón para descansar.
La puerta se abrió de golpe, de inmediato me levanté para sentarme.
Kan venía entrando con uno de sus guardaespaldas, los demas estaban afuera.
- ¡Si, si, haz lo que te digo y cierra la puerta! - le ordenó.
El otro salió y cerró la puerta. Kan llegó hasta donde yo estaba, se acercó demasiado, me recostó en el sillón y trató de besarme, giré hacia los lados impidiendo que lo hiciera.
- Te estas volviendo muy rebelde, muñequita - me tomó de los brazos. - no te quiero tomar a la fuerza y tu sabes lo que te conviene.
- No quiero, déjame, hoy no - traté de defenderme.
El se molestó y se puso de pie.
- ¡Mira T/N ,me estas colmando la paciencia!. ¡He sido muy bueno contigo y no tienes idea de cuantas "niñas" como tu querrian estar en tu lugar!. ¡Yo te visto, yo te calzo!, ¡yo te mantengo! ¡Y solo hay una cosa que te pido a cambio y tu te haces del rogar!.
- Si tanto te molesta, déjame libre y búscate otra.
El se acercó a mí y me tomó de los cabellos para hablarme lo más cerca que pudo.
- ¿Que parte de " Eres mía" no has entendido? ¡Yo pagué por tí y puedo hacer lo que yo quiera contigo por que tu me perteneces!
Me soltó bruscamente y caí en el sillón.
- ¡Desvistete! - me ordenó.
Dudé en hacerlo y el se dió cuenta.
Se quitó el saco y lo arrojó, se desabrochó la camisa y se acercó a mí, yo solo permanecía con los pies encogidos pero el me jaló y quedó sobre mí. Trató de besar mi cuello pero yo me movía mucho. No lo vi venir, me soltó una cachetada que me hizo girar. Cubrí con mi mano el ardor en mi mejilla, mis ojos empezaron a derramar algunas lágrimas. Ni siquiera hubo necesidad de sacarme la blusa o el sostén. El desabrochó mi short y lo bajó un poco junto con mis bragas. Tampoco hubo necesidad que quitarse el pantalón solo lo bajó un poco, se colocó un condón y empezó a penetrarme.
Terminó hasta que el quiso y estaba satisfecho. Se levantó y se acomodó el pantalón, yo hice lo mismo con mi ropa, me encogí de piernas mientras lloraba.
- Vas a ser mia, siempre y todas las veces que yo quiera, recuerda que tu no tienes a nadie y además no creo que alguien te tome en serio si se entera que tienes un "amante".
Dicho esto salió y cerró de un portazo.
Me metí a bañar, como si eso fuera a quitar la forma en como me sentía, me sentía sucia por dentro y por fuera. Dejé que el agua tibia cayendo por mi cara se llevará mis lágrimas.
Salí y me puse la pijama, era las 7:38 pm muy temprano para dormir, pero solo quería hacer eso, quería de algún modo olvidarme de lo que había pasado.
Pasó una hora y fui a buscar a Nina, toqué tres veces pero en ningún momento salió, volví a mi departamento y marqué. Le marqué a Yoongi, sabía lo que sucedería si lo llamaba, pero tal vez solo quería su compañía otra vez.
El celular sonó tres veces y contestó.
- ¿Hola?.
- Hola, ¿podemos vernos?.
- ¿Ahora? - respondió.
- Si estas ocupado mejor no.
Estaba por colgarle pero de inmediato respondió.
- No, no, no. Está bien, puedes venir, aquí te espero.
- Llegaré en una hora - respondí y colgué el teléfono.
Me arreglé para irme.
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Guardé en mi cartera mi celular y el antifaz.
Bajé de mi edificio y tomé un taxi.
El camino no era tan largo pero debía cuidar no ser vista.
Después de unos minutos llegué, pagué y entré al hotel, me detuve en la recepción para decir a donde iba y me dejaron pasar sin problemas, imagino que Yoongi ya lo había arreglado.
Subí al acensor y me puse el antifaz. Estaba nerviosa, aun podía dar marcha atrás, pero una vez estando ahí, no sé que es lo que pasaría.
El acensor se detuvo, salí y caminé por el pasillo. Me detuve en su puerta, toqué una vez y no salió, volví a tocar y la puerta fue abierta. Ahí estaba él, nuestras miradas se encontraron y luego él habló.
