Is This Love? ( Yoongi y T/N )

Capítulo 57

Pasaron varios días, casi un mes.
La exesposa de Kan y dos de sus empleados llegaron a testificar en su contra.

A mí me pusieron una multa por haberlo golpeado, pero al final de cuentas a Kan le dieron su sentencia.

Llegué a mi departamento después del juicio y me senté en la cama.

A pesar de que sabía que Kan no iba a salir de la cárcel nada me devolvía lo que había perdido.

Kan confesó que mató a T/N porque se enteró que estaba embarazada y no era de él.
Y eso fue lo que más me dolió.

Yo la amaba y no tenía idea de que iba a tener un hijo mio.
Así que no solo la había perdido a ella, sino también a nuestro hijo o hija.

Me sentía devastado, muchos sentimientos se acumulaban en mi pecho y dolían.
Dolían demasiado.

Sé formaba un nudo en mi garganta por querer sacar lo que sentía y no podía.

No sabía qué hacer para superar ese dolor, solo sabía que tenía que olvidarla.

*

Narra T/N.

Sentí que el tiempo pasó muy rapido, pasaron unos meses y ya estaba a solo unos días de dar a luz.

En todo ese tiempo Aiko y Taehyung me habían cuidado como si fuera parte de su familia, estaban tan emocionados como yo de conocer al bebé.

Terminé mis deberes y subí a mi habitación.
Ya eran las 11 de la noche y no conseguía dormirme.
Empecé a sentir unas  pequeñas punzadas en el vientre y tuve que llamar a Taehyung.

—Arregla las cosas, iré a sacar el auto —habló Tae mientras salía de mi habitación.

Me puse una bata blanca, tomé la maleta que había preparado para cuando el bebé naciera y metí unas últimas cosas.
Salí de la casa y subí al auto en el asiento trasero, después de eso nos dirigimos al hospital.

Cuanto más tiempo pasaba, los dolores se hacían más fuertes, el camino se hacía interminable y ya no podía aguantarlos.
Me acosté en el asiento y me aferré con fuerza con ambas manos.
De pronto sentí un líquido salir de mi cuerpo.
No supe que hacer, estaba asustada.

Los dolores se incrementaron, mi respiración ya estaba descontrolada, mi cuerpo sudaba como jamás en mi vida lo había hecho.

—¡Haay! ¡Ya no aguanto! —exclamé desesperada.

—Respira, ya casi llegamos —respondió Tae sin girar a verme y sin dejar de manejar.

Empecé a hacer respiraciones profundas para aliviar el dolor.
Tae manejaba lo más rápido que podía con el fin de llegar a tiempo, pero mi cuerpo ya no podía soportarlo.

Sabía que él estaba tan nervioso como yo, ninguno de los dos sabía nada, pero yo tenía miedo de que el bebé naciera en el auto.

—¡Haah! ¡Por favor ve más rápido! ¡Ya no aguanto!

—Aguanta, ya casi llegamos. —Escuché que hizo una llamada y luego giró a verme—. Acabo de pedir una ambulancia, van a venir a encontrarnos.

Sabía que no iba a aguantar, no quería hacer fuerzas para que el bebé no naciera todavía, pero mi cuerpo me obligaba a hacer lo contrario.
Abrí las piernas y me aferré al asiento con ambas manos.

—¡Haah!

—¡No hagas fuerzas T/N! ¡Resiste!

—¡Ya no aguanto!

—¡Resiste!

—¡Tienes que ayudarme! ¡Siento que el bebé ya va a nacer!

Estaba completamente desesperada, sentía que el bebé ya estaba por salir.
Tae detuvo el auto y giró a verme.

—¡No T/N! ¡Resiste!

—¡Por favor ayúdame! —grité desesperada— ¡Haaah!

Mi grito se hizo más fuerte y en ese momento sentí que algo estaba saliendo de mi cuerpo.
Tuve miedo de averiguar de qué se trataba, empecé a llorar por el dolor que sentía y por lo asustada que estaba.
Las bragas me estorbaban y tuve que quitármelas, levanté la vista un poco y me di cuenta que el bebé ya estaba saliendo.

—¡Haaah! —Volví a gritar.

Tae me miraba fijamente, su cara me indicaba que estaba asustado.
Tenía el rostro empalidecido, dándome a entender que era la primera vez que veía algo como eso.
Definitivamente no era el mejor escenario.

—¡Ayúdame por favor! —Sollocé, ignorando que tenía una parte de mi cuerpo expuesta, no le di tiempo a la vergüenza, en ese momento solo quería que me ayudara a tener a mi hijo.
Tae tardó unos minutos en reaccionar y luego salió del auto.

Volví a hacer respiraciones profundas.
Intentaba contenerme pero sabía que era imposible, era tarde y el bebé ya quería salir de mi cuerpo.
Él abrió la puerta dónde yo estaba y se paró frente a mí.

—Tranquila, todo va a estar bien.

Volví a gritar con fuerza, él puso sus manos temblorosas sobre la cabeza del bebé que ya se estaba asomando y lo sostuvo.

El sonido de la ambulancia ya se escuchaba a lo lejos pero no había tiempo para esperarlos.

Empecé a hacer más fuerzas y con ello también mis gritos se hicieron más fuertes.

Sentí que el corazón se me salía, mi cuerpo temblaba y sudaba al mismo tiempo y por más fuerza que hacía, el bebé no terminaba de nacer.

—¡Puja más fuerte T/N! ¡Ya casi! ¡Puja!

Tae me ordenaba que lo hiciera con más fuerza, pero cada vez que lo hacía sentía que se me desgarraba una parte de mí alma.

—¡Haaaah!

Di un último grito y en ese grito por fin sentí que el bebé salió por completo.
Escuché su llanto y levanté la vista.
Aún tenía el cordón y Tae lo sostenía en sus brazos.

Siempre había creído que dar a luz iba a ser algo hermoso pero esa era la imagen más trágica que capturé con mis ojos.

Respiré profundo y recargué mi cabeza en el asiento, estaba demasiado cansada.

El sonido de la ambulancia ya se escuchaba muy fuerte, de pronto escuché unas voces y me di cuenta que eran los paramédicos.

Tomaron el lugar de Tae y terminaron de hacer su trabajo, nos transladaron de urgencias al hospital en la ambulancia.

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