Is This Love? ( Yoongi y T/N )

Capítulo 55

Narra T/N.

Un nuevo día llegó y el joven Kim salió como todas las mañanas a su trabajo.
Aiko y yo fuimos al hospital para saber cómo iba mi embarazo.

Llegamos al hospital y en todo momento Aiko estuvo conmigo para poder traducirme lo que me decía el médico.
Me hicieron una serie de preguntas y unas pruebas para saber cuánto tiempo llevaba.
16 semanas, dijo el ginecólogo, me dieron unas vitaminas y me asignaron la siguiente cita, después volvimos a casa.

El tiempo siguío pasando.
Los días pasaron, las semanas pasaron y también algunos meses.

Pasaron dos meses desde la primera vez que había ido al hospital ya tenía que ir de nuevo.
Había ido en cada cita que me habían dado pero esta vez tenía la esperanza de que ya se pudiera ver el sexo del bebé.

Bajé a la cocina como todas las mañanas para ayudarle a Aiko y más tarde iríamos juntas al hospital.

Entré a la cocina y me di cuenta que Aiko aún no había llegado, empecé a preparar el desayuno y después de unos minutos el joven Kim entró a la cocina con su traje negro y un portafolios.

—Aiko no va a venir este día —habló Kim—, no la esperes.

—¿Está enferma?

—Un familiar suyo murió.

Me llevé las manos a la boca sin poder creerlo.
No conocía la familia de Aiko pero me había contado que su esposo estaba enfermo y por eso era ella quien trabajaba.

Kim se dió la vuelta hacia la puerta y la abrió nuevamente.

—Tampoco me esperes porque llegaré tarde, después del trabajo iré a dejar flores.

—¿No piensa desayunar? — pregunté.

—No tengo hambre. —Salió y cerró la puerta.

Él se fue y yo me quedé sola durante todo el día.
Se hizo de noche y me quedé en el sillón de la sala leyendo uno de los libros que Kim había dejado sobre la mesa de centro.

Aunque él me había dicho que no lo esperara quería estar pendiente para calentarle la cena cuando volviera.

Las horas pasaron y se llegaron las 11 de la noche, el sueño empezó a vencerme y poco a poco me fui quedando dormida.

*

De pronto todo estaba en silencio, me sentía tranquila.
Tenía los ojos cerrados y sentía que estaba acostada bajo la sombra de algún árbol.
Escuchaba sus hojas moverse mientras el viento soplaba suavemente, podía sentir el pasto con mis manos y mis pies descalzos.

¿Dónde estaba?

No recordaba haberme quedado dormida en un lugar así, que hasta el sonido de algunos pajaritos estaba escuchando.

Abri los ojos y pude ver las hojas del árbol que colgaban de sus ramas y el cielo azul estaba adornado con algunas nubes blancas.
Era el lugar perfecto para descansar, dentro de mí todo era tranquilidad en ese momento.

Di un suspiro y volví a cerrar los ojos, pero el sonido de una sonaja hizo que los abriera nuevamente.

Giré la vista hacia un lado y quedé sorprendida al ver un bebé acostado a mi lado.

Giré mi cuerpo hacia él para verlo mejor.
Parecía un bebé de algunos meses, estaba acostado junto a mí, levantando los piecitos al aire mientras jugaba con su sonaja.
La agitaba con sus pequeñas manitas mientras tenía la vista hacia el cielo.