Is This Love? ( Yoongi y T/N )

Capítulo 47

La mañana llegó.

Creí que Kan saldría a trabajar temprano pero no fue así.
Estuvo en la casa arreglando unos papeles.

Mientras tanto, yo estaba con Yun ayudándole en la cocina.

—Señorita —me habló Yun en un tono muy bajo a pesar de que no había nadie más en la cocina.

—¿Si? —respondí.

—Hoy sale el señor Kan a su viaje de negocios.

—Si, lo sé.

—¿Pensó en lo que le dije? ¿Sobre decirle la verdad a Yoongi?

—Lo estuve pensando.

—Hoy es su oportunidad, señorita —volvió a hablar en voz baja— hoy no va a estar el señor Kan.

—Pero no puedo salir, hay hombres cuidando la casa.

—Yo sé cómo —respondió—. Mi hermano trabaja en esta casa y él va a ayudarnos.

¿Su hermano?

Me sorprendí con lo que dijo, no tenía idea de que tuviera un hermano trabajando en esta casa.

—Cuando el señor Kan se vaya, mi hermano va a salir a hacer un mandado del señor.
Él va a dejarla cerca de donde vive Yoongi y cuando regrese pasará por usted y así nadie se dará cuenta, solo tiene que esconderse en el auto cuando pase cerca de los guardaespaldas que cuidan la entrada.

Yun me hablaba como si estuviera diciéndome cómo robar un banco.

Yo lo veía como algo difícil, hasta imposible. Y si algo salía mal, no solamente sería yo la que pagaría las consecuencias, también ellos por tratar de ayudarme.

—Yo... no quiero que tú te involucres, ni tampoco tu hermano.

—Pero esta es la única oportunidad que tendrá, señorita, no habrá otra, usted va a casarse y no habrá forma de impedirlo.

En eso tenía razón pero aún así tenía miedo.
Miedo de que Kan se enterara, de que saliera algo mal, de que Yoongi no me creyera, de que no quisiera a nuestro bebé, de que ya no quisiera saber nada de mí.

Tenía miedo de que fuera demasiado tarde para intentar volver con él.

Y todo ese miedo me paralizaba.
Estaba conciente de lo peligroso que podría llegar a ser Kan y no quería llegar hasta ese punto.
No quería que nadie saliera lastimado.

*

Las horas pasaron y Kan salió de la casa.

Eran casi las 9 de la noche y pensé que tal vez Yun se había arrepentido, que su hermano también se había arrepentido.

Yo estaba lista, o más bien estaba indecisa.
Me había cambiado para salir de la casa pero estaba indecisa y nerviosa.

Estaba acostada en mi cama cuando tocaron a mi puerta.

—¡Señorita T/N! —exclamó Yun del otro lado de la puerta.

Me paré de inmediato y fui a abrir.

—Señorita T/N —volvió a repetir en cuanto abrí la puerta—no hay tiempo que perder, mi hermano ya fue por el coche, salga por la puerta de servicio para que nadie la note y escóndase en los arbustos, mi hermano le abrirá la puerta del coche cuando pase cerca del jardín.

Salí de la habitación y empecé a sentir la adrenalina en mi cuerpo.
Mi corazón empezó a acelerarse
Yun seguía dándome instrucciones.

—El auto va a detenerse cuando pase junto al árbol.

Mi vida y la de los demás estaban en juego, me estaba arriesgando, pero tenía que hacerlo.

—¿Señorita T/N?

—¿Si? —giré mi vista hacia ella.

—Buena suerte.

Le di las gracias y después de eso salí de la casa por la puerta trasera.
El patio estaba oscuro y gracias a eso pude pasar hacia el jardín para esconderme en los arbustos. Me quedé junto al árbol como Yun me había dicho.

Desde donde estaba me di cuenta de cómo uno de los autos que estaban estacionados empezó a moverse.

Encendío las luces dos veces y empezó a acercarse de manera lenta.
Me asomé un poco para que me viera y luego volví a esconderme.
Cuando llegó junto a mí se detuvo y la puerta se abrió.

Un chico frente al volante me hizo señas para que entrara.
Me metí lo más rápido que pude y cerré la puerta.

—Pásate al asiento de atrás y agáchate— me ordenó y le obedecí.

El auto siguió moviéndose de manera lenta hacia la entrada.
Yo estaba agachada en el asiento trasero.
Solo escuchaba los ladridos de los perros y las voces de los hombres que cuidaban la entrada.

Uno de ellos le preguntó al chico que a dónde iba y él le respondió que tenía que hacer un encargo de Kan.

Salimos sin problemas, me enderecé y noté como nos íbamos alejando poco a poco de la casa.

Después de eso me pidió la dirección de Yoongi y se la di.
Pasaron unos minutos y el auto se estacionó.

—La dejaré aquí —me habló—no puedo dejarla más cerca porque tengo que ir a hacer el encargo del señor Kan. Solo tiene una hora para hablar con su novio, asegúrese de estar atenta para cuando yo regrese —giró la vista hacia mí— ¿Tiene cómo llamarme?

Negué, pues no tenía celular ya que Kan jamás me lo había regresado.

—Bueno, haremos esto —respondió— espéreme en este mismo lugar en una hora, le encenderé las luces dos veces para que sepa que soy yo.

—Está bien. —Abrí la puerta—. En una hora.

Salí del auto y en seguida se alejó.

Empecé a caminar hacia el edificio de Yoongi.
No estaba muy lejos pero solo tenía una hora, así que me apresuré.

En mi mente me iba haciendo ideas de cómo iba a decírselo.

Tenía que decirle lo que estaba pasando con Kan y solo deseaba que él me creyera.
Tenía que decirle que estaba esperando un hijo suyo pero no sabía qué reacción tendría y eso me causaba mucha inseguridad.

Estaba casi llegando cuando vi que su auto estaba estacionado afuera del edificio.

Era muy extraño que lo hubiera estacionado afuera y no en el estacionamiento como otras veces.

Seguí caminando y cuando más cerca estaba, más nerviosa me ponía.
Tenía tantos deseos de verlo.
Y la distancia que nos separaba se hacía cada vez más corta.

Ya solo estaba a metros de su auto y de pronto me detuve.

Sentí una opresión en mi pecho al verlo.
Fue como un balde de agua fría sobre mi cuerpo.

Él estaba en el asiento del copiloto, besándose con una chica y la tenía sentada en sus piernas.

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Gracias por seguir leyendo.