Todo el pueblo estaba emocionado por la noticia de el "Baile Real", y es que si estabas bien enterado sabías que en él, el príncipe heredero decidiría a que mujer desposar, aunque era más que obvio que se trataría de una princesa la mayoría de las familias nobles y con dinero estaban emocionadas por presentar a sus hijas y quien sabe, tal vez hasta ganar el corazón del futuro Emperador.
Por supuesto mi madre no se quedaba atrás, ella estaba al tanto de todo y haría cualquier cosa por obtener el poder que necesitaba para vivir cómodamente de donde fuese y que mejor oportunidad que el dichoso baile de porquería.
Cuando se enteró su reacción fue algo como esto:
'— Baile...oportunidad, con el baile, Nessa tú y...bueno, podemos.'
Literalmente fue todo lo que pude comprender, habló tan rápido que pensé que le daría un ataque, pero eso no paso —lamentablemente—, y así llegamos a esto.
— No quiero ir.
— Nadie te preguntó tu opinión, te estoy avisando que irás y punto.
Como siempre mi madre debía ser obedecida, a ella le quedaba el papel de reina, por supuesto nos necesitaba a nosotras para llegar a su objetivo y aunque estábamos conscientes de que algo de su ambición era por nosotras, yo en lo personal detestaba esas locas ideas que podían llegar a invadir su cabeza. Si de por sí ya estaba demente ahora había enloquecido.
— ¿Nain no comprendes que habrá más posibilidades si vamos ambas?
— ¿Posibilidades para qué Nessa?, tú y yo sabemos que si el príncipe se compromete será con una princesa.
— ¿Pero y si llegamos a capturar su corazón?
— ¿En serio crees que eso pasará? —la miré seriamente a lo que ella me respondió con ojos incrédulos, no pude más que suspirar —. Me rindo.
— Eso debiste haber hecho desde el comienzo en lugar de hacerme perder mi tiempo.
Mi madre se alejó y susurró algo en el oído de Amira quien asintiendo salió a paso rápido del salón, cuando volvió traía con ella tres cajas enormes que cubrían su rostro por completo. Madre tomó la primera sin cuidado causando que la rubia perdiera el equilibrio, afortunadamente recuperó la compostura antes de dejar caer las cajas, y seguramente, hacer enfadar a mi madre.
¿Desde cuándo es su recadera?
— Nessa este es tu vestido. —cuando mi hermana vio la prenda sus ojos se abrieron tanto que me sorprendió que no salieran de su órbita.
— Oh madre es precioso, me encanta.
Lo abrazó y dio vueltas alrededor del salón con él, nuevamente estuvo a punto de hacer caer a Amira quien esquivó a Nessa hábilmente; con mucha pena decidí quitarle la siguiente caja antes de que ocurriera un accidente. Ella sólo me dio una mirada despectiva para entregar la última caja a mi madre.
— Sabía que tendrías curiosidad por tu vestido Nain. —mi madre parecía emocionada, lo que me pareció divertido.
— En realidad quería destrozarlo antes de que lo notaras, pero, ya que me viste supongo que no tengo opción. —coloqué la caja en el sillón más grande y la abrí —. Dios mío.
— ¿No es hermoso? Sabía que no querrías algo llamativo, por eso lo mandé a hacer de ese color. Aun así el diseño es muy lindo.
Horrible, era la única palabra para describirlo, mi cara de póker no sería suficiente para esconder mi disgusto, supongo que mi madre notó finalmente lo disgustada que estaba porque me lo arrebató y me gritó: "No me interesa si te gusta o no, de todos modos vas a usarlo e irás al baile". Nunca hubo otra opción para mí, está bruja siempre haciendo lo que le place.
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No soy Cenicienta
Teen FictionTodos conocen el cuento de Cenicienta, ya saben esa historia sobre una niña estúpida que no sabe defenderse de su madrastra y hermanastras, y que, por ser tan amable, el cielo la recompensa con la fortuna de un príncipe. Siempre pensé que era realm...