No soy Cenicienta

Capítulo 27

—¡Hey, Daveth!

La chica de cabellos cafés se acercó a la otra persona, el largo de sus cabellos era parecido, y si los vieras de espaldas pensarías que ambos son hermosas chicas. Pero la realidad era otra, la "hermosa" cabellera plateada, que llamaba tu atención a primera vista, no era otra que la de mi mejor amigo.

Daveth, sí, estoy seguro que ya he hablado de él, pero aun así...

Además de ser el sujeto más codiciado por las mujeres, ¡es también más hermoso que cualquiera de ellas!

Hablo enserio, sus ojos finos de un profundo color azul cielo y sus largas pestañas, no tanto como las de Nain, pero entienden a que me refiero, por otro lado, aunque practique esgrima, tiene un cuerpo que a simple vista parece delicado, pero en realidad es incluso más fuerte que yo.

Sumando a sus características físicas está su largo y sedoso cabello plateado, y sus gruesos labios rosados...Si fuera una chica seguramente me hubiese enamorado en seguida, pero no me van los chicos, lástima.

En conclusión, aunque su cabello es del mismo color que el de su padre, todos sus demás rasgos fueron heredados de su difunta madre, quien era considerada una belleza en el Imperio. Que solo haya podido tener un hijo varón es algo de lo que todos se arrepienten.

Estaba a punto de acercarme a mi agraciado amigo, cuando escuché a la chica, que estaba a su lado, hablar.

—Oye, dijiste que tú eras hijo de un Duque, ¿cierto?

—Sí, ¿por qué la repentina curiosidad? Pensé que no te importaba nada sobre mí.

—Deja de parlotear y respóndeme.

Oh~, esa chica era feroz, por alguna razón es pariente de Nain.

—Bien, bien. Acertaste, seré un Duque.

—Y... ¿Cuántos duques hay en el Imperio?

—En total son dos, el ducado Roche y el Winston.

—Por lo que sé eres el más cercano al Emperador, el Duque Winston solo se encarga del ducado y a veces aparece para dar al Emperador su reporte mensual, pero tú, el Duque Roche, siempre estas al lado del Emperador protegiéndolo, te han dado ese honor y entregado esa confianza.

—Bueno, sí, pero ¿a qué quieres llegar?

—Tienes sangre real, ¿cierto?

—...

No solo Daveth estaba sorprendido, yo tampoco sabía que decir, nadie ya recordaba nada sobre el pasado del ducado Roche gracias a su profunda lealtad hacia el Emperador, habían pasado casi 300 años.

—Si te quedas callado de esa forma pareciera que estoy diciéndote algo malo.

La sonrisa de la chica podía parecer dulce, pero sus ojos no parecían seguir el sentimiento.

—¿Qué quieres decirme?

—Conoces a tu amigo, es demasiado sensible, ¿realmente crees que alguien así puede gobernar?

—Exactamente por eso creo que es perfecto.

Oh amigo, sigue y me enamoraré de ti...

—Eres patético, si demuestras que eres más capaz te podrías quedar con el trono, ¿pero decides apoyar a ese sujeto incompetente?

—Nessa, por ese "sujeto" del que hablas, daría mi vida.

Una risa burlona salió de la pequeña boca de la chica, y después se fue.

Decidí que era un buen momento para acercarme a mi amigo, pero él soltó un pesado suspiro y se tiró al suelo, decidí que era mejor quedarme detrás de la columna.