Al entrar a la cabaña, un nauseabundo olor lo hizo retroceder y casi tropezar con sus pies, se tapó inmeditamenete la nariz con una mano mientras con la otra buscaba el interrumptor de la electricidad. Una vez que la luz iluminó el lugar, Jimin pudo observar todo a su alrededor y recuerdos lejanos inundaron su cabeza, pero intentó no pensar en ello. Caminó por el comedor, intentando ordenar las sillas que habían quedado mal puestas cuando escapó con Yoongi y moviendo al lavado el cuenco, aun con comida que quedó a medio comer y que en ese instante, estaba podrido y con algunos pequeños gusanos viviendo en él. Abrió el grifo y se quedó observando por unos minutos, como estos desaparecían.
Remojó un paño también para limpiar, puesto que el polvo no había sido suficiente para borrar los rastros de sangre de Hosung cuando lo arrastro por el piso para lanzarlo lejos, y estaba seguro de que en la habitación habían más rastros junto a pequeños cortes de su carne al haber despedazado su pecho con el cuchillo.
Era probable que el horrible olor, al cual se había acostumbrado, pero que le seguía provocando arcadas, proveniera de aquello.
Había pasado tanto tiempo sin entrar a esa cabaña y por lo visto, ni Yoongi había tenido la oportunidad de hacerlo.
Se valió del tiempo que le tomaría a su madre y a Yoongi llegar a ese lugar para limpiar, puesto que deseaba que el escenario del fin de su vida estuviera lo más pulcro y decente posible.
Media hora más tarde estaba apoyado en la ventana, con la caperuza y su capucha puesta, obsevando la luna y las difusas nubes que pretendían taparla y se dio cuenta que aquél año había llovido demasiado, quizás el clima que alguna vez conoció ya no será el de siempre y tal como él, cambiará drásticamente. También notó que casualmente cada vez que se encontraba desesperado o emocionado la lluvia caía sin cesar y los truenos acompañaban su posible sufrimiento o jubilo, pero ahora, a pesar de estar nublado el cielo estaba calmo, el viento era suave y el aroma a petricor era leve. No llovería aquella noche.
O eso esperaba.
Quería creer, convencerse de que haría lo correcto y que el cielo y aquella noche nublada estaban de su lado.
De pronto escuchó el crujir de las hojas y ramas que habían caído tras el último temporal, y tras ello la suave voz de su madre, la cual sonaba tan venenosa como la había oído en los últimos meses. No se escuchaba a nadie más que a ella, por lo que supuso que Yoongi se había arrepentido o aun no estaba cerca y se estaba escondiendo en caso de que algo saliera mal. Desde el fondo de su corazón, deseaba que fuera la segunda opción.
Su madre comenzó a golpear la puerta con su puño repetidas veces, se notaba que estaba furiosa y como él, deseaba acabar con esto lo más pronto posible.
—¡Abreme esta puerta! —gritó a todo pulmón mientras continuaba golpeando con fuerza, después de todo nadie más que él la escucharía—. ¡Abreme o derribaré esta casa!
Jimin encontró curioso que ahors se había convertido en uno de los cerditos y su madre en el lobo malo del cuento. Debía evaluar seriamente sus relaciones si constantemente tenía problemas con los lobos.
Metió la mano en su bolsillo y empuñó el cuchillo carinicero que Yoongi había robado de la cocina para él y caminando lentamente se dirigió a la puerta mientras su querida madre seguía haciendo su escándalo.
Lo que le esperaba.
🐺
Hey, nuevo capítulo a una muy mala hora como siempre.
Espero que disfruten y feliz año a todos 💜
~ i t s l e e l u ~
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Red » Yoonmin
Fanfiction» Caperucita y el lobo tienen una placentera aventura juntos. ⚠️ +18 » Fanfic » Capítulos cortos » Yoonmin / Jimsu » Misterio, Lemon, Smut, Romance » Escenas explícitas (violencia) ~•~ Disclaimer Esta historia toma los nombres de dos miembros de BT...