Confiar en Yoongi con el pasar de los días se volvió más difícil, más aún tras ver su divertida mirada posarse en él mientras su interior se burlaba cada vez que podía. Su lobo se había convertido en alguien cruel, en alguien que se divertía a causa de su sufrimiento, en alguien que gozaba el saber más acerca de su vida que el propio Jimin.
Ya no existía en casa, el prisionero, el que debía estar oculto en del pueblo era él. Casi había olvidado lo agradable que se sentía tener los pequeños y cálidos rayos del sol sobre su piel. En su vida todo era oscuridad. Después de todo, su madre había decidido encerrarlo en su habitación una noche mientras dormía.
Una vez al día su lobo entraba por la puerta para alimentarlo, para darle un poco del cariño que este le daba antes, aunque ahora, este se sentía mucho más falso. No hablaban de nada en particular, a pesar de que Jimin quería conocer la historia de sus padres y tenía la certeza de que el lobo sabía mucho más de lo que le había dicho durante las últimas semanas. Le había dado como pista ir a la cabaña de la abuela, pero su madre no le había pedido aquel favor, era como si realmente la comida que iba a dar a la casa del bosque fuera solo para Yoongi y no para la anciana. Quizás, de estar viva, su madre la dejaría morir de hambre sin ningún tipo de remordimiento.
Los tres no eran muy distintos en ese sentido, todos vieron a la abuela como un obstáculo que debía eliminarse, y ahora, Jimin creía que él se había convertido en uno.
La puerta de su habitación se abrió, dejando a la vista una tenue luz y para luego ser eclipsada por su querido lobo utilizando su caperuza roja. Jimin chistó al comprender de inmediato por qué él estaba usándola; Yoongi está caminando libre por el pueblo haciéndose pasar por él.
Se acercó a donde estaba sentado, caminando lentamente y con su mirada gatuna fija en él. Por instinto, Jimin bajó la vista para no verle. Le temía más que a nada.
—Había una vez —susurró ya más cerca—, una mujer que se había enamorado perdidamente de un chico del pueblo. Su amor era más fuerte que cualquier cosa... O eso creían, ya que no vieron en su destino la bala que abruptamente terminó con la vida del hermoso chico.
—No estoy de humor para tus cuentos Yoongi —murmuró Jimin llevando sus rodillas a su pecho y abrazando las piernas con los brazos.
—Este te divertirá —mencionó sentándose a los pies de la cama de Jimin. —Respiró hondo antes de continuar—. Dos amigos separados por el amor de una mujer. En el mundo animal, el más fuerte es con quien se queda la hembra, y esta vez no fue la excepción. Una boda hermosa se celebró en el pueblo, las sonrisas iban y venían, las felicitaciones estaban por doquier y todos podían comer a destajo, mas nadie veía los ojos llorosos de la novia, quién había tenido que despedir a su gran amor hace solo unas semanas.
»La mujer sin percatarse de que estaba embarazada en aquel momento, meses después da a luz un hermoso bebé, con la piel más pálida que el mundo había visto y el cabello más azabache que los cuervos, era, sin dudas, el ser más hermoso y peligroso que pudo pisar la tierra. Desesperado el amigo traidor quiso deshacerse de él, no podía permitir tener bajo su alero a la representación gráfica de su pecado, el niño debía desaparecer y así fue.
»Tiempo después, el señor apareció de la nada con un bebé entre los brazos, orgulloso a todos les dijo que era su único hijo, que era quien tendrá todo lo que el mundo podía darle. Y la mujer, escondía tras una sonrisa todo el dolor que sentía. Había tenido que abandonar a su hijo para criar el hijo de otra, debía obligarse a amarlo como si fuera propio, pero el rencor acumulado en su interior, la muerte de su amado, la desaparición de su hijo solo provocaron en ella que odiara sin piedad al hermoso ser que no tenía ninguna culpa.
Yoongi se detuvo tras hablar por largos minutos sin interrupciones, ladeó su cabeza con una macabra sonrisa. Jimin no tenía que pensarlo mucho, su lobo acababa de contarle toda la verdad de su origen y sinceramente, no sabía cómo sentirse.
—La mujer —continuó—, solo tuvo algo en mente desde que lo vió... Debía deshacerse para siempre del hijo del hombre que le había desgraciado la vida, por ello lo arrojó al bosque de lobos desde una temprana edad para que lo devoraran, pero el niño siempre regresaba con una sonrisa hermosa en el rostro.
El lobo se puso de pie, dando por terminado su cuento, se balanceó sobre sus pies y se acercó un poco más a Jimin para darle un tierno y cálido beso sobre los labios.
—No debes morir Jimin. Mamá va detrás de ti.
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~ i t s l e e l u ~
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Red » Yoonmin
Fanfiction» Caperucita y el lobo tienen una placentera aventura juntos. ⚠️ +18 » Fanfic » Capítulos cortos » Yoonmin / Jimsu » Misterio, Lemon, Smut, Romance » Escenas explícitas (violencia) ~•~ Disclaimer Esta historia toma los nombres de dos miembros de BT...