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Los días pasaban lento, pero, por lo menos, no se encontraba solo la mayor parte del tiempo. Min Taesung lo había entretenido con una serie de interrogatorios, en donde Jimin respondía a cambio de tener información del progreso de su lobo. De acuerdo a lo que decía el hombre, él estaba estable, había despertado hace un par de días, pero aun no estaba del todo bien y por ello, aún no le permitían verle. Incluso el hombre le mostró una foto a través de un aparato que las personas de la ciudad utilizaban.

También se había enterado de los crímenes de la secta Happiness, de cuánto estuvieron involucrados su abuela y su padre en la creación, en cómo con ideales absolutamente racistas y selectivos se apartaron de la ciudad y fundaron un grupo hermético junto a algunos de sus amigos más cercanos.

—En un comienzo —comentó Min Taesung una vez—, eran inofensivos, a pesar de tener estos ideales cuestionables, no le hacían un daño real a las personas.

Jimin no podía imaginarse a sus familiares o a la gente del pueblo siendo violenta salvo los días de cacería. Pero, según una psicóloga que le hablaba cada dos días, podía ser que él encontrara normal muchas de las acciones que realizaban las personas que lo habían críado. Él no podía comprender del todo aquello.

Se enteró también que Min Taesung y su madre se iban a casar y habían escapado de su abuela, ya que estaban completamente en contra de los ideales que profesaban. Incluso su madre había quedado embarazada y dos semanas antes de que naciera el bebé, ella desapareció.

Jimin sospechaba que ese niño era Yoongi, pero no sabía si debía contárselo a Min Taesung, ya que no había querido contarle que él era el verdadero hijo de su madre. Tenía miedo de que lo alejaran de su lado, de que los separarán. Y tampoco confiaba en aquellas personas que le preguntaban tantas cosas todos los días.

Él solo estaba cooperando para poder ver pronto a Yoongi.

Ni siquiera le interesaba realmente lo que había ocurrido en el pasado, ya que esa no era su historia. Él era Jimin, había vivido toda su vida en un pueblo cercano a un bosque, utilizaba una caperuza roja y había asesinado a dos personas. Nada iba a cambiar en él.

Cuando Min Taesung entró nuevamente a su cuarto, no estaba solo, una enfermera venía con él. Estaba acostumbrado a aquella rutina, habían pasado semanas desde que despertó haciendo lo mismo. La enfermera tomó sus signos vitales y verificó alguna otra cosa que él no sabía muy bien, Jimin fijó su mirada en el hombre, y, a pesar, de que ya no lo encontraba igual a Yoongi, si podía imaginar que en su juventud era alguien muy parecido.

Min Taesung se aclaró la garganta antes de hablar.

—He pedido autorización para que puedas ver al otro chico... él preguntó por ti.

—¿Puedo ir ahora? —preguntó en calma mientras veía que la enfermera tenía un delgado palito en la mano.

—Si. En cuánto terminemos esto, te acompañaré.

—¿Y esto es?

La enfermera le indicó que abriera la boca e introdujo el palito adentro, rascando con este el lado interno de las mejillas.

—Un examen de ADN. Necesitamos conocer de quién eres hijo y si es que una de las víctimas de Happiness es tu madre biológica. Con el otro chico hicimos lo mismo... fue la condición para que pudieran encontrarse.

A Jimin, aquella información no le agradó para nada, pero tampoco podía hacer mucho. No podía pelear en un terreno que desconocía por completo y tampoco podía arriesgar la valiosa oportunidad de ver a su hermoso lobo.

—¿Y luego?

—¿Luego del alta? —Jimin asintió—. El gobierno le otorgará un hogar a cada uno con todos los servicios básicos y con una renta adecuada a sus gastos. Tendrán que mantener contacto con la policia como con su psiquiatra, ya que necesitamos realizar un seguimiento de su caso. Si es que lo deseas... pueden vivir en la misma casa.

Le llamó la atención el tono que utilizó para decir aquello último, como si hubiera algo implícito y algo secreto. Además, la mirada que le dedicó a la enfermera era cautelosa, casi con miedo. Por un momento le recordó la mirada que tenía él cuando su abuela los encontró a él y a Yoongi en la cama, como si la presencia de la enfermera significara peligro.

La chica se retiró, despidiéndose y Min Taesung se acercó a su camilla.

—Me imagino qué clase de familiaridad tienes con Yoongi, puede que, de cierta forma, ese tipo de relación sea vista igual como en Happiness. Este país no es tan abierto con una relación homosexual y podrían dañarlos...

—Nadie nos lastimará.

Min Taesung le sonrió con una sonrisa distinta a la de Yoongi.

—Sé que no dejarás que eso ocurra. Pero quiero que sepas que tienes mi apoyo para lo que quieras... tú no tienes la culpa de lo que tu padre haya hecho. Eres una víctima más en toda esta historia.

Jimin le sonrió inocentemente.

Y le mintió con aquella sonrisa.

—Lo tendré en cuenta.

Horas más tarde abrió la puerta del cuarto en el que se encontraba Yoongi. Min Taesung decidió quedarse afuera.

Su hermoso lobo estaba sentado en su camilla observándolo con aquellos ojos oscuros y hambrientos. Se veía mucho más delgado y más pálido de lo común. Se acercó temerosamente y pronuncio su ya tan habitual frase...

—¡Qué ojos tan grandes tienes!

—Te extrañé.

Jimin acortó la distancia entre ellos y besó suavemente los lindos labios de su lobo. Sonrió sobre su boca sintiéndose completo después de tanto tiempo.

—Solo un poco más lobito.

🐺

Siento que es un capítulo fome, pero necesitamos avanzar jaja
¿Vieron que tuvimos un gran regalo por parte del Yoonmin? Por fin nos alimentaron jfkdks espero que lo hayan disfrutado tanto como yo.

~ i t s l e e l u ~