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La cabeza le daba vueltas y estaba completamente empapado mientras gruesas lágrimas caían de sus ojos sobre el húmedo cuerpo de Yoongi.

Su cuerpo se había demorado en reaccionar, en acortar la distancia entre él y su lobo, quien había caído el suelo y no se movía. Negó repetidas veces con su cabeza a la par que lastimeros y temblorosos “no” salían de su garganta. Gateó, raspandose las rodillas, hasta Yoongi y tocó su cuerpo, sacudiendolo, verificando si continuaba con vida.

Un abogado quejido vino de su lobo y Jimin, se puso de pie y lo levantó con cuidado para arrastrarlo hasta esconderse un par de metros de dónde todo había ocurrido. Mientras caminaba con Yoongi a rastras podía ver una luces oscilantes de color rojo y azul, y escuchaba como hombres gritaban mientras corrían detrás de quién le había disparado a su lobo. Esos hombres estaban ignorandolos completamente y se aprovechó de aquello para esconderse.

Yoongi apenas respiraba, su rostro, también empapado por la lluvia, mostraba una mueca de dolor por lo lastimado que tenía su cuerpo. Jimin no se atrevió a mirar el agujero que había dejado en su cuerpo la bala, ya bastante tenía con ver cómo la sangre corría sin detenerse para saber qué era algo grave. Necesitaba que alguien los ayudara, él no podía hacer mucho con algo tan grave.

Un recuerdo inoportuno de la ciudad llegó hasta su mente. Recordó haber estado sosteniendo la mano de su madre mientras ambos veían como un vehículo grande tomaban a un herido de la calle y se lo llevaban emitiendo un sonido ensordecedor. Le pareció en aquel instante que era increíble cómo ante ese sonido, el resto de los autos se abrían para dejar el camino libre, como si fuera el rey de los autos. Su madre le comentó que era una ambulancia, que la utilizaban para llevar a los enfermos o heridos para que los curaran.

Jimin deseó tener una ambulancia que pudiera llevarse a Yoongi para ser curado.

Lloró con más violencia cuando sintió que el calor corporal de su amado lobo iba abandonando su cuerpo lentamente, y sabía que estar bajo la lluvia no ayudaba mucho, sino que aceleraba la perdida de la temperatura de su cuerpo. Miró para todos lados a duras penas y se quitó la camiseta que traía para poder presionar sobre la herida de Yoongi. Este soltó un grito gutural.

Jimin acarició el cabello mojado del contrario y depositó incontables besos sobre su frente, susurrando que ya todo mejoraría, que estarían bien, que pronto el dolor acabaría, que estarían juntos para siempre.

Pero estaba mintiendo.

Los pequeños ojos de su lobo lo miraron directamente a los suyos, su cabeza se movió levemente, como diciéndole que no estuviera triste. Y cómo no iba a estarlo si lo que más amaba en el mundo estaba muriendo en sus brazos y él no podía hacer nada para ayudarle.

Besó sus labios, sabiendo que aquella podría ser la última vez que pudiera tocarlos y saborearlos. Le dolía tanto el corazón y se culpaba por haber llegado a aquella situación. Apenas conoció a Yoongi lo sentenció a aquel momento, a sufrir de dolor. Desde que Jimin apareció en la vida de Yoongi, su vida se volvió de un color rojo intenso, rojo oscuro... rojo como la sangre.

Recostó su cabeza contra el tronco tras el que estaban escondidos e intentó relajarse. Si es que eran los últimos minutos de Yoongi, no quería mostrarse en un estado tan lamentable.

La gran mano de su lobo se puso sobre la suya y dió un ligero apretón, con su pulgar la acarició y Jimin supo qué mensaje le quería entregar.

Abrumado nuevamente, las lágrimas vinieron a él sin poder frenarlas a medio camino. Abrió su boca y hipo escapó de ella. Quería decirle cuánto lo amaba, cuánto agradecía haberlo conocido, cuánto lo sentía. Quería decirle cuánto lo extrañaría. Y quería exigirle que no muriera, que no fuera egoísta, que no se fuera sin él y no lo dejara solo en aquel mundo que tanto odiaba.

Quería decirle tantas cosas, pero de su garganta no salía absolutamente nada.

Estaba tan cansado que apenas sintió pisadas detrás de él, no escuchó como un par de hombres hablaban entre ellos.

Entre sus ojos llenos de lágrimas sintió como dos hombres arrancaban a Yoongi de sus brazos, dejando un frío en su cuerpo que no había notado antes. Intentó detenerlos, pero cuando uno de los hombres se dió vuelta para verlo, la oscuridad lo consumió y no supo nada más del mundo.

🐺

Holaaaaa :)

Ya pronto subiré el próximo capítulo, por lo que ocuparé este espacio para poder agradecerle a todas las personas que se han quedado hasta este punto de la historia y espero que la hayan disfrutado.

Muchas gracias 💜

~ i t s l e e l u ~

Red » YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora