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Yoongi estaba lavando su cuerpo cubierto de sangre, suavemente pasaba la esponja por su cuello, sus hombros y brazos. Estaba en silencio, sumido en sus pensamientos y solo sintiendo el calor que le proporcionaba el mayor cuando le tocaba. Él tenía el rostro y las ropas con tierra, el cabello húmedo por culpa del sudor estaba pegado a su frente y su respiración aún se sentía pesada.

Jimin se habían quedado en un rincón observando el cuerpo de su madre y cómo la cama comenzaba a teñirse de un rojo claro, incluso observó cómo la sangre de ella se juntaba con la de Yoongi, la cual estaba seca y oscura. No estaba reaccionando, solo estaba ahí, cubierto de rojo y sintiendo con aquel líquido espeso se le pegaba a la piel.

De no ser por su lobo, quien entró a la habitación sigilosamente, tiempo después, él no habría reaccionado. Y cómo siempre, el lobo se ocupó del trabajo más pesado. Olvidándolo en aquel rincón, se acercó al cuerpo inerte de su madre y con la sábana que cubría el colchón, la cubrió lentamente. Desde su posición, Jimin no podía ver la expresión de Yoongi, pero estaba seguro de que estaba llorando, y ahora, que lo tenía a su lado, podía confirmarlo. Sus ojos estaban hinchados.

—Realmente has sacrificado tanto por mí —murmuró Jimin sin recibir una respuesta.

Al igual que como lo había hecho con la abuela, el lobo se deshizo del cuerpo enterrándolo en el jardín trasero, cavando un agujero en la tierra y dándole una sepultura. No podía imaginar el cúmulo de sentimientos y emociones que podía tener, y sabía que lo iba a compartir con él. Aunque, quizás debería asumir su silencio como un problema entre ambos.

Quería hablarle, pero sentía esa pequeña línea de tensión entre sus cuerpos. A pesar de que las manos de Yoongi estaban sobre él, se sentía más lejos que nunca. Ni siquiera cuando creía que su lobo lo odiaba, se sentía tan apartado del mundo, tan solo.

—¿Dudaste? —preguntó de pronto Yoongi, sorprendiéndolo completamente. Giró su rostro para observarlo con detenimiento, intentando encontrar la respuesta a su cuestionamiento—. ¿Te preguntaste si es que ella realmente venía a acabar contigo?, ¿te preguntaste por qué no te atacó apenas te vio?

Jimin lamió sus labios, mientras dirigía su mirada a sus rodillas que sobresalían del agua.

—No lo sé —confesó—. Desee que las cosas no hubieran terminado de esa forma, pero mientras lo hacía, no sentía dudas. Era lo que debía hacer.

—Ya veo.

Yoongi siguió lavando su cuerpo, tallando con fuerza aquellos lugares en donde la sangre se había secado. Se sentía imponente al no poder deducir qué era lo que el lobo estaba sintiendo o pensando, ni siquiera comprendía por qué le había hecho aquella pregunta, después de todo, había sido él quien le había manifestado las intenciones que tenía su madre de asesinarlo. ¿Había mentido? No, no creía que eso hubiese pasado.

—¿Cómo te sientes? —se aventuró a preguntarle—, ¿Qué es lo que estás pensando acerca de todo esto?

La incertidumbre lo estaba matando por dentro.

Yoongi soltó una pequeña risa.

—No creo que eso importe, después de todo, nunca ha importado qué sienta o piense en esta relación.

Auch.

Tenía razón. Las decisiones importantes acerca de cómo seguir adelante, de qué hacer, de con quien acabar, siempre había sido decisión de Jimin. Cuando mandó al lobo a asesinar a la abuela, cuando decidió apuñalarlo para despistar a Hosung, cuando decidió llevarlo al pueblo e incluso cuando decidió asesinar a su madre. Porque si, Yoongi le había advertido de las intenciones de ella, pero había sido él quien había decidido el futuro de la mujer.

—Pero —habló Yoongi llamando su atención—, no sé como sentirme. Era mi madre y me había cuidado, le tenía un gran cariño. Creo que es natural sentirse abrumado al ver el cuerpo de quien te dio la vida en esas condiciones.

—Tenía que hacerlo —volvió a repetir Jimin, quizás para convencerse a si mismo.

—Lo sé —murmuró Yoongi, dejando la esponja a un costado para acariciar el cabello de Jimin.

Durante las próximas horas las cosas no habían cambiado, seguía sintiendo esa tensión que lo estaba molestando desde que Yoongi lo guío al baño para limpiar la sangre. Él seguía siendo tan atento como siempre, o por lo menos, cómo lo era antes de que pusieran un pie en el pueblo. Lo cuidaba cómo si fuera lo más preciado en el mundo, pero Jimin se sentía incómodo.

¿Culpa?

Mientras estaba comiendo con Yoongi, pasada la medianoche, aquella palabra cruzo su mente. Habían limpiado durante toda la tarde, la cabaña seguía oliendo a la lejía que habían utilizado para limpiar el piso y a la comida que el lobo había preparado con productos enlatados. Se dedicó a mirar al chico que tenía al frente y cómo este comía sin disfrutar realmente los sabores que estaban en su boca. Jimin no podía descifrar esa tensión entre ambos y comenzó a suponer que era cosa de él.

Porque claro, era natural que Yoongi estuviera resentido por la muerte de la mujer que le dió la vida, al igual que él seguía consternado. No es sencillo quitarle la vida a las personas sin sentir algo, sin sentirse culpable. Y ese aquel sentimiento el que quizás lo estaba carcomiendo, como cuando tuvo que asesinar a Hosung.

—¿No tienes hambre? —preguntó Yoongi viendo que apenas había comido. Jimin negó—. ¿Quieres hablar de algo?

—¿Dormirás conmigo esta noche?

El cuerpo de Yoongi se tensó.

—Mientras no sea en la cama, no tengo ningún problema. Me ayudaría bastante eso —mencionó esto último casi en un susurro.— ¿Jimin?

—Dime.

—¿Te quedarás conmigo cierto? —preguntó con cierto temor—. No quiero sonar insistente con esto, y si tienes otros planes lo comprenderé completamente, no tienes por qué sentir que tienes una obligación conmigo; sabes que eres libre.

Jimin formuló una "o" silenciosa antes de sonreír. ¿Era eso? ¿La tensión que había entre ambos era temor?

—Me quedaré —le dijo con certeza mirando directo a sus ojos—, ya sea aquí o en otro lugar, me quedaré a tu lado.

Le sonrió de manera genuina después de meses, sintiendo un poco de paz en aquel día lleno de emociones.

🐺

Durante toda esta semana tuve deseos de escribir, así que iba añadiendo frases a este capítulo para tenerles algo. Espero que sea del gusto de ustedes y lo disfruten.
Por lo que veo, a Red no le quedan muchos capítulos, así que denle mucho amor.

Por otro lado, ¿tuvieron la suerte de ver el concierto de los niños? Espero que sí y que hayan disfrutado ver sus caritas y escuchar sus voces. Yo me sentí recargada de energía después de eso jaja.

Cuídense mucho y usen mascarilla/barbijo.

~ i t s l e e l u ~

Red » YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora