Hola, mamá.
La mirada fría y dura de Jimin recibió con gusto, y con una gran sonrisa falsa, a su madre cuando este le abrió la puerta tras los reiterados golpes que esta le había dado. Ella, lo observó de la misma manera, aunque sin la sonrisa condescendiente que la caracterizaba en el pueblo, en aquel instante, había una línea recta en sus labios, lo cual demostraba que no estaba a gusto.
La mujer entró a la cabaña con un paso lento y pesado, alerta, pendiente de cualquier movimiento que pudiera hacer Jimin.
—¿Dónde está? —preguntó echando una mirada por los rincones de la cabaña. Jimin aguantó una risa repentina—. ¿Dónde está tu abuela?
—Se la comió el lobo —respondió sin más—. Tú querido hijo la asesinó sin piedad, después de que nos pillo en la cama.
Los ojos de su madre se posaron sobre él nuevamente, y él pudo observar cómo se formaba una leve sombra en sus pómulos debido a las largas pestañas que poseía. Era una mujer hermosa. Lamentablemente, esa hermosura se veía eclipsada con tanta maldad, puesto que tras oír qué su propia madre había sido asesinada, no se inmutó en lo más mínimo, como si no le hubiera importado, como si hubiera tenido a la abuela viva solo para que cuidara del lobo.
Pobre abuela.
—¿Quieres beber algo? —preguntó Jimin después de unos minutos en silencio—. He puesto la tetera.
Su madre bufó.
—¿Crees que beberé algo hecho por ti? —Una risa provino desde su interior—. No me hagas reír Jimin, tú y yo sabemos el tipo de persona que eres, perfectamente pudiste envenenar el té para matarme. ¡Y hasta creo que tú fuiste quien mató a la abuela!
—Tú y yo no somos tan diferentes después de todo, ¿no? Incluso Yoongi es igual que nosotros. Eres tan venenosa que hasta el hijo que no criaste se pervirtió tanto que decidió joder a su hermano.
—¡Tú no eres su hermano, tú eres un monstruo!
Fue el turno de Jimin de sonreír. Su madre buscó el respaldo de una de las sillas de mesa, la giró y se sentó en ella. Se veía cansada.
—Pero bien que se cogía tu hijo a este monstruo.
Su madre hizo una mueca de asco.
—Creo que debería contarte esa historia con lujos de detalles. —Sonrió al ver su rostro lleno de pánico—. O mejor, podría contarte acerca de esa vez que desgarré a ese chico del pueblo.
Al decir aquello, un amargor recorrió la boca de Jimin y un nudo se instaló en su garganta. Tuvo que apartar la vista del rostro de su madre para calmar rápidamente el sentimiento que estaba creciendo en él, a pesar del tiempo, la culpa y el arrepentimiento lo seguía carcomiendo.
—¿H-Hosung? —titubeó su respuesta, lo cual llamó nuevamente la atención de Jimin—. Imposible... los lobos...
—Abusó de mí —confesó Caperucita—, pero tú ya sabías eso, ¿no? Tuvo el descaro de venir hasta acá para volver a hacerlo. Deshacerme de él no fue tan difícil como pensé —mintió—, no después de ver cómo amenazaba de muerte a Yoongi.
—Hiciste bien —murmuró la mujer—, si todo ocurrió como dices, lo hiciste bien, protegiste a mi hijo.
—¡Oh! Si mal no recuerdo está es la primera felicitación que recibo de tu parte, mamá.
Su madre no respondió. Los movimientos que está hacía eran cada vez más lentos, más torpes, hasta su pestañeo era aletargado. Jimin observó aquellos síntomas con atención y en silencio, apoyando su cuerpo en la pared. Había notado que estaba cansada hace un momento, pero aquellos movimientos solo demostraban algo. Yoongi también quería jugar.
La mujer cerró los ojos de forma involuntaria, durmiéndose al instante a la par que la tetera comenzó a hervir. Jimin hizo una mueca, tener a su madre inconsciente le quitaba lo divertido del juego, pero gracias a su lobo, las cosas serían incluso más fáciles y podría pensar un mejor plan para acabar con ella.
La puerta de la cabaña se abrió de pronto, sin que Jimin se inmutara o preocupara, puesto que sabía que quien había entrado por la puerta era su lobo.
—Supongo que no la envenenaste —habló Jimin cuando Yoongi estuvo a su lado—, ¿cierto?
—Claro que no, le ofrecí un té antes de decirle que desapareciste... —Yoongi observó el lugar—. ¿Estuvo mal?
—Me pregunto si se siente dolor cuando estás completamente drogado e inconsciente —murmuró Jimin ignorando a su lobo—. Creo que es momento de averiguarlo.
🐺
Leí todos sus mensajes y me levantó el ánimo, nunca creí que esta historia (o yo) pudiera recibir tanto cariño por parte de ustedes.
Cómo ven, terminaré está historia siguiendo mis tiempos y aprovecharé al máximo estos días de cuarentena. Y por cierto, espero que se encuentren todos bien y tengan buena salud, no olviden que tenemos que protegernos a nosotros mismos y a los otros.Muchas gracias por esperarme, por aguantar y para hacer esto un poco más entretenido, les haré una pregunta para que dejen volar su imaginación.
¿Cómo debe morir la mamá de Jimin?
No teman al escribir :)
¡Nos vemos en otro capítulo!
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Red » Yoonmin
Fanfiction» Caperucita y el lobo tienen una placentera aventura juntos. ⚠️ +18 » Fanfic » Capítulos cortos » Yoonmin / Jimsu » Misterio, Lemon, Smut, Romance » Escenas explícitas (violencia) ~•~ Disclaimer Esta historia toma los nombres de dos miembros de BT...