Enseñame Lo Que Es El Amor - Juliantina (Terminada)

58.5) PESADILLA

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Mi hermana llamó de inmediato a emergencias. Yo no podía reaccionar, mi cuerpo no respondía a mis movimientos. Me sentía un poco agotada, me dolían las manos, las cuales seguían con algunas gotitas de sangre recorriéndolas. Qué querían que les diga! Luis no es uno de los hombres más fornidos que he conocido.

B: Tienes que limpiarte - mi hermana aún temblando.

Yo era lo peor que le podría pasar a alguien, está muy claro. Me tomó del brazo y me llevó hasta el baño. La sangre pintaba el mosaico blanco, y la vi esparcirse, cómo en las películas de terror. Dejé que el agua siguiera cayendo, ardía un poco. Me limpié un poco los brazos, y me sequé. Belinda fue a ver el cuerpo inconsciente de Luis.

La ambulancia llegó en unos minutos. Los paramédicos empezaron a tratarlo, subiéndolo a la camilla. Veía la escena un poco apartada, apoyada en el marco de la puerta del baño. Debería sentirme culpable...debería. Uno de los paramédicos se acercó a Belinda para preguntarle qué pasó, ella alegó que fue en defensa propia. Gracias al señor, mi labio estaba considerablemente hinchado, y la sangre que tenía alrededor de la nariz la dejé, para parecer más víctima que victimaria.

Tengo que dar parte a la policía - dijo seriamente.

Belinda me miró aterrorizada. Me encogí en hombros sin importancia. Debí dejar que él me hiciera daño, que me mate, no sé, que me ayude a dejar de sentir. Se fueron, dejándome a solas con Belinda. Bien, ahora me daría el sermón del año.

B: Cuál es tu problema!!? - moviendo los brazos con desdén - Cómo pudiste hacer algo cómo eso!!

Caminé casi arrastrando los pies hasta la sala, me desplomé en uno de los sofás. La miré y suspiré, debía escucharla. Fueron los 10 minutos más largos de mi vida. Me reprendió como si fuera mi madre, tal vez de peor manera. De pronto tocaron la puerta. Me di un pequeño masaje en la sien, no estaba procesando bien lo que estaba pasando, tal vez vaya a la cárcel por esto.

Buenas noches - escuché decir a una voz severa.

Ya cagué. Intenté sentarme lo más erguida posible. Entró, era una mujer, me sorprendió un poco, su voz era muy profunda. Saludó, la saludé. Se sentó enfrente de mí. Belinda temblaba como un pobre venado perdido. Le dio un vaso de agua. Y se sentó un poco apartada de nosotras.

Y bien, qué fue lo que pasó? - preguntó con seriedad.

V: Pues, empezamos a discutir fuertemente – mentí - Y él empezó a insultarme de maneras atroces, y no estoy teniendo el mejor día en ningún sentido.

Vi la mancha de sangre que había ahora en el piso.

V: Le lancé un golpe sin pensarlo, pero él respondió mucho más fuerte - moviendo las manos - No podía ver, perdí el equilibrio, y tomé un vaso y se lo estrellé en el rostro, y cayó inconsciente.

Me sentía como toda una actriz profesional, ni siquiera dudaba al hablar. Me froté un poco la frente, esto era estresante, cada vez más, cada vez más irreal.

Eso fue todo? - preguntó elevando una ceja.

Asentí segura.

Bien, debo llevarte a la comisaría - dijo cerrando su libreta - Debemos sacarte algunas fotos para el forense, que firmes la declaración y esperar que él no ponga una denuncia.

V: Ponga una denuncia? – indignada - Él me golpeó.

Tú lo hiciste primero - encogiendo un poco sus hombros.

Joder, me sentía como en la guardería, me castigarían por ser la primera en golpear, y al otro...nada. Asentí un poco desganada. Nos pusimos de pie.