Enseñame Lo Que Es El Amor - Juliantina (Terminada)

60.5) ESPEREMOS UN POCO MÁS

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Pasó un día más, llevé a Sofía a la playa, quién muy educadamente me pidió que la llamara Sofi. Conversé un poco más con Jacobo, estaba dispuesto a conocerme un poco antes de prejuzgarme, y me parecía lo más justo del mundo. Fuimos a almorzar juntos. Pero...no había mejora en Juliana, seguía igual, todo igual.

Al siguiente día...se cumplían las 72 horas que había recomendado la doctora. Tendríamos que tomar la decisión de desconectarla más enserio. Digo "tenemos" porque querían tomar muy en cuenta mi opinión. Esa noche...lloré como nunca antes había llorado, mi cuerpo ya no podía con tanto dolor. No era posible, tenía que despertar.

"Esperemos un poco más"

Es lo que su madre dijo después de haberlo meditado todo un día. Suspiré aliviada. Las esperanzas volvieron a mí. Esa mañana, en la que ya habían pasado 4 días, nos informaron de una mejora, bastante insignificante, pero existía.

S: Valentina! - estirando los brazos.

V: Linda! - de misma manera, abrazándola suavemente.

Me atrasé unos cuantos minutos, y sólo me encontré a Sofi en la habitación de Juliana.

S: Mis padres fueron a ver un departamento - comentó - Creo que viviremos aquí ahora.

V: Oh! Eso es...emocionante - intentando conseguir un buen adjetivo.

S: Supongo - encogiendo sus hombros.

Honestamente...ya no me sentía con la seguridad, de implantarle la esperanza de que Juliana despierte. A este paso lo veía demasiado dudoso. Jalé la otra silla para sentarme a su lado. Veía como tenía la mano de Juliana entre sus dos pequeñas manitos, y la frotaba, como intentando darle calor.

Esta vez acaricié el brazo de Sofi, tratando de darle las fuerzas que necesita. Suspiré. Todo esto estaba mal. Creo que era mejor esperar lo peor, y alegrarme al máximo si mejora, pero dejar de ser positiva, dejar de esperar que...volverá.

S: Podemos ir a tomar helados de nuevo? - volteando el rostro hacia mí.

V: Claro

Conversamos de cosas vanas, y sus padres llegaron a los minutos. Decidí dejarlos solos, así que me salí a la salita de espera. Tomé una revista y empecé a hojearla, no podía concentrarme como para leerla. Elevé la mirada por unos segundos, la doctora de Juliana estaba en la barra de la recepción. Dudé unos segundos en ir a hablar con ella. Dejé la revista de lado, y me sorprendió verla acercándose a mí.

Usted es familiar de la señorita Valdez verdad? - preguntó sentándose a mi lado.

Asentí cerrando un poco los ojos.

Cómo lo están tomando? - preguntó entrelazando sus dedos.

V: Pues...creo que bien - dije frunciendo los labios.

Deberían prepararse - dijo lentamente - Para lo peor.

Tragué en seco. Muy detallista de su parte acercarse a mí para decirme eso.

V: Es tan...definitivo? - derrotada.

Pues, las posibilidades bajaron considerablemente - ladeando la cabeza - Cuando se salen de las 72 horas es menos probable que despierten.

Asentí comprendiendo.

V: Pero...aún hay gente que lo hace - con una ligera emoción - Verdad?
Un porcentaje bastante bajo - dijo asintiendo.

Bien, si la doctora decía que había esperar lo peor...había que esperar lo peor. Ya...ni le veo el sentido de quedarme aquí honestamente. La miré y me disculpé para ir a la habitación de Juliana, probablemente por última vez. Ya me estaba golpeando la realidad de que no la volvería a escuchar, ni su hermosa voz, ni su preciosa risa. No volvería a escuchar esos suspiros que me daban sentido para seguir. Ya no iba a tener el honor de deleitarme con su presencia.