V: Belinda, por enésima vez, no te diré dónde estoy – irritada - Te llamo para que sepas que estoy viva, y estoy bien.
B: Pero Valentina! No me puedes hacer esto! El bebé y yo te necesitamos! - un tanto desesperada.
V: Cariño, volveré en una semana, justo antes de que empiecen las clases - suspiré - Todo estará bien.
B: Son dooos semanas Valentina, has cuentas! - molesta.
No contesté.
V: Hiciste lo que te pedí?
B: Sí, sí, me dijo que te extraña y que espera que vuelvas pronto - respondió sin emoción.
Suspiré con tristeza.
V: Y le dijiste que tuve que viajar por...
B: Fuerza mayor, sí, se lo dije - molesta.
V: Lo siento…Volveré pronto, cuídate.
Se despidió a regañadientes y colgué. Salí de Miami esa misma noche, en la que...prácticamente terminé todo con Juliana. No podía soportar un segundo más de tanta mierda. Dejé mi celular en casa, me compraría uno desechable al llegar a mi destino. Tomé una maleta con todo lo imprescindible y me fui sin mirar atrás. Me quedaban aproximadamente dos semanas que podría pasar sin nada de drama. Claro que Belinda me daba el necesario.
Buongiorno signora (Buenos días señora) - musitó el empleado del hotel.
V: Buongiorno (Buenos días) - con una sonrisa - E la prego di dirme la signorina. (Y le pido por favor que me diga señorita)
Me veo tan vieja como para que me digan señora? Joder, no debería ser necesario que le pida que me diga señorita, no tengo anillo de matrimonio, y probablemente nunca lo tenga, deberían decirme señorita hasta que lo haga. Al menos tenía un poco de conocimiento de italiano...si no, estaría en graves problemas. Es mi primera tarde, bueno, casi tarde, recien serían las 12. Decidí dormir toda la mañana, estaba realmente agotada, así que ahora saldré para conocer el lugar.
Vine a Portofino, una de las islas más hermosas y relajantes de Italia. Juré que vendría antes de morir, y por qué no hacerlo ahora? Las calles tenían hasta un aroma diferente, se respiraba paz. El viento movía en pequeñas ondas al vestido ligero que traía. Se sentía demasiado bien, cómo...si todas mis preocupaciones y problemas se fueran con esa brisa.
Respiré hondo. Esta era una manera increíble de sanar un corazón roto, destrozado, deshecho, menospreciado, y...bueno, creo que me quedé sin adjetivos. Continué caminando, escuchando el sonido que hacía el agua al chocar con la orilla. Era alucinante.
Me senté en un pequeño banco que estaba de paso. Todo alrededor era como sacado de película, era absolutamente hermoso, las luces, los colores. Era un lugar considerablemente pequeño, pero era hermoso. No necesitaba de más. Tal vez...tal vez alguien con quien compartirlo. Sería un poco más...lindo.
Sacudí la cabeza de inmediato. Estoy aquí para despejar mi mente. No para imaginar lo hermosa que se vería Juliana, con un vestido delgado, que gracias a la brisa que empezaba a congelarme, se verían sus perfectas curvas. No para pensar en lo romántico y perfecto que sería estar sentadas, aquí mismo, abrazadas, diciéndonos cosas cursis. No...no vine aquí para eso, y es algo que por más que intente con todas mis fuerzas, no puedo dejar de hacerlo.
La sigo queriendo de una forma desmesurada. Seguía locamente enamorada de ella, pero adivinen qué! Ella ya no lo está de mí. No fue capaz de encontrar una pizca del amor que un día me juró, para no dejar que me fuera. No miré atrás, pero creo que no le importó perderme de vista después de todo. Soy un desastre, con o sin ella, pero ella amaba lo que yo era...o al menos eso decía.
Tenía unas ganas locas de tomar el teléfono y llamarla, escuchar su voz, sentirme un poco mejor. Debería estar molesta, y no es que no lo esté, pero estoy más enamorada que molesta. Y no creo que eso cambie en algún momento. Si fuera una persona...normal, el hecho de haber dejado mi teléfono tendría que ser un alivio para estas mis ganas, pero me sabía su número de memoria, de principio a fin.
Buongiorno - musitó.
Esa voz ayudó a que saliera de mis pensamientos.
V: Buongiorno-contesté.
Era un hombre, mayor, de al menos 70 años. Tenía el cabello blanco, bastante corto. Unas entradas prominentes. Traía una polera ligera, y unos pantalones de traje formal, con los zapatos que le combinasen. Se sentó a mi lado, mirando a la nada, tal y como yo estuve hace unos momentos. Desvié mi mirada de él, y continué en lo mío.
Sei di que posto? (Es usted de acá? ) -preguntó de la nada.
V: No, sono in vacanza (No, estoy de vacaciones) - asintiendo levemente con la cabeza.
Asintió cruzando los brazos a la altura de su pecho.
Puedo notarlo - dijo ya en inglés con una leve risilla.
No sabía si tomarlo como ofensa...o simplemente como un comentario más.
Yo también soy estadounidense – continuó - Puedo notar a los míos.
Sonreí de lado. Al menos no era una ofensa.
V: Usted vive acá? - para mantener viva la conversación.
Sí, desde hace algunos años - contestó sonriendo - Era el sueño de mi esposa.
Oh, pero es que esto era ideal! Yo aquí atormentándome con recuerdos de mi ex, y que venga un señor a contarme su hermosa historia de amor! Eso es perfecto. Si no supiera nadar ya me hubiera lanzado al agua para...ya qué más da!
V: Suena...bien
Rió de una manera seria. No sé cómo lo hacían, pero la gente mayor suele hacerlo.
Tienes familia aquí? - preguntó mirándome de reojo.
V: Oh, no, sólo...quería conocer el lugar - sonriendo de lado.
Volvió a asentir con la cabeza y frunció los labios.
Tengo una nieta...un poco menor que tú, eso creo - comentó.
Al parecer ninguno de los dos aceptaba la idea de volver al silencio total.
V: Vive en Estados Unidos? - con vana curiosidad.
Si, todos mis hijos, y mis nietos - respondió.
V: Venga, cuántos hijos tendrá! No quise preguntar, porque sé que no podría controlar mi tono de voz.
Vinimos con mi esposa hace algunos años a vivir acá, ya que no teníamos...ningún hijo más que criar – relató - Ella murió hace aproximadamente un año.
Mi corazón resquebrajado se congeló. Tenía algo así en mente desde que empezó la conversación, se puede notar la tristeza en sus ojos...a leguas de acá.
V: Lo siento mucho - con sinceridad.
Se encogió de hombros como respuesta.
Las cosas pasan - dijo con un tono apagado.
Parecía no querer hablar del tema. Tal vez fue el amor de su vida, formaron una vida juntos, cumplieron sus sueños juntos, pero...no pudieron irse juntos. Era bastante deprimente, me entristeció un poco más de lo que ya estaba.
Y tú? – preguntó - Tienes novio?
Sonreí con un tanto de incomodidad. Me limité a negar con la cabeza.
Así que eres libre - comentó riendo.
Reí con él y ladeé un poco la cabeza.
V: No me atrevería a decir eso - aun riendo.
Oh... - me miró unos segundos - Bueno...aún eres joven.
Fruncí un poco el ceño. No sé con precisión que quiso decir con eso.
Los jóvenes de hoy en día, tienen una forma de ver la vida muy distinta a la de antes – prosiguió - Ya no les interesa el compromiso, mientras más tiempo puedan volar libres...mejor.
Asentí frunciendo los labios, tenía algo de razón.
Antes no, antes todos buscaban a alguien con quién compartir la vida, alguien con quién disfrutarla - movió las manos con entusiasmo - Vivirla con amor.
Sonreí de lado. Eso sonaba hermoso. "Vivirla con amor".
V: A mí...me hubiera gustado compartir mi vida con...esa persona - casi inconscientemente.
Y por qué no lo haces? - preguntó con un atisbo de desespero.
V: No quiere compartirla conmigo - con dolor.
Hubo un pequeño silencio. Las nubes tapaban al sol cada vez más, haciendo que la brisa sea más y más fría. Abracé mi cuerpo, intentando darme calor.
Tal vez si lo quería - contestó después de meditarlo - Y tuvo miedo.
Me quedé meditando. Podría tener razón? Pero...miedo a qué!? Aunque yo estuve aterrada al sentir lo que Juliana me hacía sentir. Me aterraba la idea de querer a alguien tan apasionadamente, tan...desenfrenadamente sin poder controlarlo para nada.
Bueno fue un gusto... - dijo mirándome esperando que dijera mi nombre.
V: Valentina - sonriendo.
Fue un gusto Valentina – sonriendo - Soy Moisés.
V: El gusto fue mío - bajando un poco la cabeza.
Sonrió levemente, y se marchó. No sé cómo sobreviviré. Honestamente me atormento tanto como si no me hubiera ido a ningún lado. Le daré tiempo al tiempo. Algún día dejará de doler, algún día la olvidaré. Tal vez sólo fue un amor fugaz, absolutamente encantador, que me llenó completamente, me hizo ver la vida cómo si realmente fuera hermosa. Ella era hermosa. Duró lo que tenía que durar. Me encantó, fue el mejor amor que tuve. Juliana Valdez era el mejor amor que pudo llegar a mi vida y ya se acabó.PERDON POR TARDAR YA QUE IBA A SUBIR A LAS 4 Y PUES COMO ESA HORA TENIA ENTRENO🥵... PERO AQUI ESTA😁😀
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Enseñame Lo Que Es El Amor - Juliantina (Terminada)
FanfictionPRIMERA PARTE Valentina era la nueva maestra de literatura, una mujer absolutamente hermosa, con una sensualidad que emanaba de cado poro de su piel, cruzó su camino con una joven llamada Juliana A Juliana no le importaba nada, ya había decepcionado...