Enseñame Lo Que Es El Amor - Juliantina (Terminada)

87.5) LUGAR EN EL MUNDO

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Me llamó toda la tarde...claro, ahora le interesaba. Apagué mi celular para que el sonido deje de irritarme. Escuché que tocó el timbre, como a las 5 de la tarde, pero no abrí. Me quedé recostada en la cama, ahogándome en mi dolor. Panqueque empezó a ladrar, tal vez reconoció el aroma de su otra madre. Empezó a rascar la puerta, eso dolía también.

No sé cuánto tiempo estuvo, no lo controlé no lo calculé. Dormí por cortas cantidades de tiempo durante el transcurso del día. Me levanté como alma en pena por la mañana para ir a trabajar. Dejé el celular, apagado, no tenía interés en hablarle.

Me senté en mi escritorio, lista para dar la clase. Me puse a analizar...tuve demasiado tiempo ayer para ir a devolver el anillo, pero...no pude. Me dolía hacerlo, me mataba en realidad. Dicté cosas desde mi asiento, y les puse las mismas condiciones que a los demás con respecto al examen final.
Tocó la campana y empecé a alistar mis cosas. Vi una sombra enfrente de mí.

J: Valentina...-susurró.

Sentí un malestar completo de nuevo.

V: No tengo tiempo, lo siento-dije cortante.

J: Necesito hablar...contigo-dijo aún en tono bajo.

No respondí y salí del aula rodeándola. Me mezclé con los estudiantes que salían, y me escabullí en la dirección para evitar cualquier contacto con ella. Esperaba no verla, casi nunca la veía cuando no era día de su paralelo. Me quedé hasta que tocó la campana y luego me dirigí hacia mi otra aula.

J: Es enserio...-dijo parada en la puerta.

No conecté mi mirada con la suya, y pasé por su lado. Protestó pero la dejé afuera. Entré y dejé mis cosas en la mesa. Si iba a perseguirme así, debería considerar disfrazarme de algo el resto de la semana.

La clase pasó igual de aburrida que la anterior. No quería salir ahora...tenía miedo de volver a encontrármela. Suspiré resignada y salí. No estaba en la puerta. Bien, si corro...tal vez sería demasiado obvia. Bajé a la dirección para marcar tarjeta, y caminé hacia mi auto.

Joder, debí pensarlo. Estaba apoyada en la puerta de mi auto, como para que no me suba sin hablar con ella.

V: No me hagas una escena por favor-rogué destrancando el auto.

J: Entonces habla conmigo!-protestó.

V: Oh...perdón! Aún tengo tiempo!?-dije irónicamente.

J: Valentina...-volvió a protestar.

V: No tengo nada que discutir contigo-dije seriamente.

Cruzó los brazos, y levanté la mirada por primera vez para encontrarme con la suya. Sus ojos cafés me derretirían hasta el fin de los tiempos, puedo asegurarlo.

V: Podrías moverte?-dije disgustada.

J: Tenemos mucho de qué hablar!-dijo arqueando las cejas.

Miré a los lados. Los demás empezaban a mirarnos.

V: Tal vez deberías conversar con tu amiguita...ella te entiende mejor-dije con los celos envolviendo mis palabras.

Pasé mi mano por su espalda y abrí la puerta del auto. No le quedó más que moverse y me subí por fin. Encendí el auto y me marché. Sentí las oleadas de dolor galopantes rodearme de nuevo. La gente no debería sentir tanto dolor, es realmente estúpido.

Debía ir con Belinda, me pidió que la ayudé con el bebé, ya que Carlos tenía turno en el trabajo. Llegué a su casa y toqué la puerta. Abrió y se quedó mirándome en silencio. Dejó un espacio para que entrara y así lo hice. Seguramente ya sabía lo que pasaba.