Volví a casa, y todos me dijeron que parecía un poco distraída, pero...no me sentía así. En la tarde tenía clases de deporte, lo odiaba demasiado, pero tengo que asistir. Fui a la escuela, y tenía el típico permiso por enfermedad, mi profesor ya me conocía y se rindió, como todos, entonces solo me pedía que lo ayudara a llevar las cosas, o simplemente a quedarme durante toda la clase. Llegué y se lo extendí.
¿Enserio Juliana - dijo molesto - Desde la primera clase?
J: Lo siento - dije sonriendo - De veras estoy enferma.
Me miró unos segundos seriamente, pero no me afectaba, así que solo suspiro y me llevó al depósito para que sacara lo que él quisiera. Tuve que arrastrar unos bolsones muy pesados, hasta que la volví a ver. Frené en seco, y vi cómo se acercaba con esa presencia tan increíble. Me dio una leve sonrisa de lado, y empezó a hablarle a mi profesor. Su voz era exquisita. Estaba unos pasos más atrás que mi profesor, así que no podía evitar mirarla como si fuera una piedra preciosa. No escuchaba ni una palabra porque estaba demasiado concentrada en como movía sus labios, sus gestos...
Juliana - dijo fuertemente mi profesor - Después de dejar eso en el patio, acompaña a la señorita Carvajal al depósito de libros.
J: Cla...claro - aclarando mi garganta.
Me miró y esta vez me sonrió más sinceramente. Mi profesor apuró el paso sin importarle ni un poco lo pesados que eran los bolsones.
V: Te ayudo? - preguntó un poco preocupada.
J: No, está bien, gracias - dije intentando no sonrojarme.
V: Segura? Se ven muy pesados - dijo abrazando sus libros.
J: Lo están - dije riendo ligeramente - Pero sólo así apruebo la materia.
V: Oh... - dijo riendo - Ahora entiendo!
Su perfume estaba empezando a adormecerme.
V: Yo hacía lo mismo - dijo mirándome - Odiaba deporte.
J: Es horrible - dije asintiendo.
Por fin llegamos patio, y lo dejé ahí tirados. Me arreglé el cabello y la ropa.
J: Esta bien - suspirando - Es por acá.
Estiré mi brazo para que empezara a caminar, y lo hizo con una bella sonrisa en los labios. La seguí y empezó a conversar de nuevo. Me costaba responder sin parecer nerviosa, sentía que era demasiado superior a mí. Llegamos y abrí la puerta, bajé los 3 escalones, y la vi un poco dudosa.
J: Oh, déjeme ayudarla - dije estirando mi mano.
V: Gracias - dijo poniendo delicadamente su mano encima de la mía.
La electricidad que sentí en ese momento, era...inexplicable. Su piel era suave, tibia, era perfecta. Llegó a mi lado y me sonrió.
V: Lo siento - dijo un poco apenada - Estos tacones pueden ser traicioneros.
J: No se preocupe - alejándome un poco de ella - La entiendo.
Mi corazón latía a toda velocidad, mi respiración era irregular. ¡Que me estaba pasando!.
V: Al parecer no vienen aquí muy seguido - dijo mirando todo alrededor.
J: No - negando con la cabeza - Es hermoso, pero...a nadie le interesa.
V: Te gusta la literatura? - dijo sorprendida.
J: Sii -sonreí -Me encanta de hecho.
V: De veras? - sonrió también - Hoy en día, es muy raro encontrar a alguien asi.
Asentí con la cabeza y fruncí los labios. Sentía sus ojos mirándome fijamente, pero preferí ponerle más atención a los libros, ya estaba lo suficientemente nerviosa. Vi que paseaba alrededor, tomando algunos, pero ya no le entraban en las manos.
J: Necesita ayuda? - acercándome a ella.
¡Pero si con ella yo era...decente! Con nadie había sido tan amable, en mucho....mucho tiempo.
V: Por favor - dijo poniendo una carita absolutamente tierna.
Me dio algunos, y tomo dos más.
V: Creo que por ahora es suficiente - dijo con una risilla.
Caminé a su lado, subí las escaleras, y luego tuve que hacer malabares para ayudarla a subir.
V: Gracias - volvió a decir con esa voz aterciopelada tan hermosa.
Caminamos hasta la sala de profesores, y no había ninguno. Abrió su casillero y le pasé todos los libros.
V: Gracias, de veras - dijo cerrando el casillero - Fuiste de mucha ayuda.
J: No se preocupe - sonriendo - Cuando lo necesite.
Me miró unos segundos, sus ojos eran realmente bellos. Bajó la cabeza y negó con la cabeza. La miré con el ceño fruncido, y volvió a subir la mirada.
V: Ya...eres libre - dijo extendiendo sus manos - Puedes volver a tu clase.
J: Oh... - dije retrocediendo - Esta bien.
V: Nos vemos mañana - dijo sonriendo.
J: Claro - suspiré.
Salí de ahí, y dejé de sentir su perfume. La clase había acabado, llegué a casa y solo vi televisión. Empezaron a llamarme, había olvidado la fiesta. Me vestí para la ocasión, tacones altos, jeans muy ajustados, y una camisa semi transparente. Fue la primera vez que me aburrí en una fiesta, tenía esta rara...idea en la cabeza que me estaba atormentando, y entre más bebía, más potente se hacía. Encontré un chico, bastante a puesto, entonces no dudé en enredarme con él. No besaba nada bien...pero me distraía un poco. Llegué a casa como a las 3 de la mañana, pasé por el respectivo sermón de mamá, y luego me fui a dormir. Pude dormir dos horas, y luego mis ojos se abrieron automáticamente. Mierda....seguramente me dormiría en plena clase.
Me di una ducha, y me cambié, los efectos del alcohol no se habían ido por completo. Bajé a tomar el desayuno, y estuve viendo televisión unos 45 minutos, antes de salir de casa. Puse la música a todo volumen durante el camino, pero mis pensamientos no tenían ni la menos intención de callar. Llegué a clases, inusualmente temprano. Subí a mi salón, no estaba de ánimos de saludar ni de hablar con nadie. Pero no fue una buena idea.
V: Buenos días-dijo sonriendo.
J: Buenos...días - contesté desganada.
V: Llegaste muy temprano - dijo volviendo a lo que iba leyendo.
J: Si... - sonriendo de lado.
V: Estas bien? - preguntó volviendo a mirarme.
J: Si - respondí en el mismo tono.
Joder faltaban como 15 minutos para que tocara la campana. Esa idea...esos pensamientos...eran gracias a ella, a esta mujer que estaba sentada enfrente de mí, esta mujer que había desordenado mis pensamientos, solo con mirarme, solo con...existir. Desde que la vi, su imagen me persigue...está en todas partes.
V: No te vayas tan atrás - dijo volviendo a levantar la cabeza - Ven acá, hazme compañia.
Un escalofrío recorrió mi cuerpo. Su sonrisa tenía algo...algo que me enloquecía. Tomé mi bolso, y me senté en el primer asiento, justo enfrente de ella.
V: Segura que estas bien? - dijo dejando su libro de lado.
J: Oh...si - dije un poco nerviosa - Es que no dormí muy bien.
Asintió y luego volvió a sonreír. Empezaba a odiar su sonrisa.
V: Insomnio? - dijo llevando un mechón de cabello detrás de su oreja.
J: Aamm...algo así - dije con una risilla.
Me ponía demasiado nerviosa.
V: Qué hicieron el año pasado? - cruzó los brazos.
J: No mucho la verdad - dije tratando de concentrarme en sus ojos y no en sus pechos.
V: No les dieron libros? - preguntó frunciendo el ceño.
J: Nos dio dos, pero nadie los leía, así que se rindió - dije encogiéndome en hombros - Y sólo vimos algunos conceptos y ya.
Hizo una mueca muy graciosa, y reí por ello.
V: Entonces me odiaran - dijo entre asustada y divertida.
J: Leeremos mucho? - dije emocionada.
Me miró unos segundos y sonrió hermosamente.
V: Si - asintió con la cabeza lentamente.
J: Bueno...ellos si - dije riendo - Te odiaran bastante.
V: Tú no? - preguntó con una voz más raposa.
Negué con la cabeza. Me estaba costando una mierda no sonrojarme.
V: Eso me alegra - dijo elevando una ceja.
Joder...pero esta mujer era preciosa.
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Enseñame Lo Que Es El Amor - Juliantina (Terminada)
FanficPRIMERA PARTE Valentina era la nueva maestra de literatura, una mujer absolutamente hermosa, con una sensualidad que emanaba de cado poro de su piel, cruzó su camino con una joven llamada Juliana A Juliana no le importaba nada, ya había decepcionado...