Fruncí el ceño. Me drogué tanto? Joder, ni siquiera lo recuerdo. Miré a mis hermanos. Tenían la misma cara de orto. Entonces...sí escuché bien? Hay una pequeña probabilidad de que tantas sustancias dañen la percepción auditiva!? Tiene que haberla, estoy alucinando, estoy empezando a perder el hilo de las cosas. Sacudí la cabeza y volví a abrir los ojos. No, no funcionó, sigo aquí.
Las voces de mí alrededor resonaban en mi cabeza, se mezclaban, se oían como un eco. Debería dejar de consumir este tipo de cosas, acabaré volviéndome loca. Belinda se sentó a mi lado, preocupada, pero le costaba concentrarse tanto como a mí. Esto no está pasando, fue una simple...no sé, un juego de mi imaginación y ya.
S: Estás bien?-preguntó Santi.
Sus ojos estaban rojos y achinados. Negué con la cabeza. Estoy a punto de perder los estribos. Esto no está bien. Quiero irme.
V: Iré un momento al baño-dije poniéndome de pie.
Sentía que caminaba demasiado lento, me pesaban los pies. Es un mal momento malditos pies!! Es un puto mal momento! Llegué al baño a duras penas. Me enorgulleció un poco la verdad, se me hizo una caminata de 10 minutos. Me miré al espejo. Se notaba demasiado mi estado catatónico.
Tomé una de las toallitas de papel, el contenedor me hizo la guerra, se movía como bailando. Jalé una y la empapé. La puse en mi frente, refresqué mis mejillas. Tengo que salir de aquí. Tomé un poco de aire. Salí en un mejor estado. Me paré...no recuerdo a dónde tengo que ir. Me quedé mirando a mí alrededor por unos segundos. Oh! Sí! Vine con mis hermanos.
Volví por donde había llegado. Y escuché...su voz. Mi cuerpo se congeló. La busqué con la mirada, pero había demasiada gente, no llegaba a verla. Sonaba como los ángeles. Podría decir que hasta mejor de lo que recordaba. Todo mi interior se dio la vuelta. Una cantidad incontable de recuerdos pasó por mi mente. Cantaba hermoso.
El alcohol me llenaba, ya no era persona, era un frasco lleno de alcohol. Sin mencionar todo lo demás. Caminé hacia el escenario, necesito verla. 3 años son una eternidad. Me preguntaron muchas veces si ya la había olvidado. Mi respuesta? Mírenme, corriendo hacia ella con desesperación. Eran demasiadas chicas, seguramente todas locas por Miguel ya que miraban mal a...Juliana.
Llegué a estar justo en medio del gentío, no sabían el concepto de aire en esta zona. Puedo desmayarme en cualquier instante, y ser pisada hasta morir. Me puse de puntillas, su voz me llamaba, como un canto de sirena. Llegaría para ser vilmente asesinada. Continué empujando gente como si tuviera 2 metros de largo y 3 de ancho.
Lo logré. Sin oxígeno, sin energías, pero llegué a la primera fila. No me sentía nada bien. Me aferré a las barreras que pusieron. Ni que fuera tan famoso, por favor. El piso se me movía, estaba demasiado mareada. Levanté la mirada. La vi. Más hermosa que en mis sueños.Sus ojitos estaban cerrados, su maquillaje era perfecto, sus pestañas tan rizadas como de costumbre. Podía sentir la adrenalina correr por mi cuerpo, y también por el suyo. Era la única dueña del escenario en ese momento. Se arregló el cabello de esa manera tan sensual que tenía. La música paró y ella abrió los ojos, junto a una sonrisa de un millón de dólares.
Bajó la mirada para los fans, y se chocó con la mía. El tiempo dejó de correr. Ya no existía nadie más. Se quedó paralizada, como yo me quedé con su voz. Nada parecía hacerla reaccionar. Sonreí de lado inconscientemente. Entrecerró los ojos un poco y respondió de la misma manera. Mi corazón volvió a latir.M: Hey!-dijo el cantante una vez más-Juliana!
Sacudió la cabeza un poco y lo miró. Dejé de escuchar las voces, no pude oír lo que le dijo. Volteó a mirarme una vez más, seguía con la expresión de haber visto un fantasma. Agitó su mano despidiéndose, y con esa sonrisa...esa que me enamoró tanto desde que la vi. Bajó del escenario y un hombre de piel oscura se la llevó del brazo. Giró la cabeza, me buscó una vez más, pero la perdí cuando cruzó esas puertas.
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Enseñame Lo Que Es El Amor - Juliantina (Terminada)
FanfictionPRIMERA PARTE Valentina era la nueva maestra de literatura, una mujer absolutamente hermosa, con una sensualidad que emanaba de cado poro de su piel, cruzó su camino con una joven llamada Juliana A Juliana no le importaba nada, ya había decepcionado...