Camino a la Pasión [MAITINO]

Capítulo X

Último antes del lunes! Ojala lo disfruten (y,  por qué no?, lo echen de menos) :D

Capítulo 10

Santiago aparcó el coche cerca de la acera - ¿Está segura que no quiere que la lleve hasta dentro, hasta la puerta? – le preguntó viendo que la zona se abría a un paseo dónde múltiples casas aparecían a la vista – ¿sabe dónde queda la residencia que busca?

-Sí, tengo la ubicación, Santiago, no te preocupes – le aseguró la chica – son 5 minutos hasta la puerta.

-¿Quiere que venga a por usted más tarde, Señorita? – le preguntó el chofer.

-No, no te preocupes, hoy es sábado y sabes que mi madre prescindirá de tus servicios a las 15 horas – comentó – vuelve a casa – el muchacho asintió – y es Camino, no Señorita – agregó saliendo del coche – Hasta el lunes.

-Hasta el lunes – señaló el chófer y se marchó con el coche.

Camino habló con el hombre que cuidaba el ingreso desde una cabina especial de seguridad y él le dijo que tenía autorización para dejarla pasar. Anduvo los pasos que la separaban de la ubicación en su Maps y observó aquella pequeña casa, elegante, pero con tintes modernos. Le gustó, tenía un encanto peculiar.

Tocó timbre con ligera ansiedad y acomodó su cabello tratando de verse natural.

Maite abrió la puerta al cabo de unos segundos y le sonrió – Buenos días, Camino – le dijo - pasa, por favor, pasa – se hizo a un lado para que la estudiante pudiera entrar y esta lo hizo de manera tímida, paso a paso, generándole algo de ternura a la profesora – anda, bienvenida, estás en tu casa.

-Buenos días, muchas gracias – contestó la joven y observó alrededor maravillada del buen gusto de su profesora - ¿Eso es un Botticelli? – preguntó con los ojos enormes.

-No, es una réplica, Camino – respondió la mujer – no tengo dinero para pagar algo de un pintor tan reputado como él.

Camino hizo un gesto de entendimiento – Tiene razón, sus obras más sencillas llegan a los 2 millones de euros.

-Ya, no niego que me fascinaría tener dinero para poder comprar cualquier obra, pero es bueno que las obras de estos artistas tan importantes para la cultura permanezcan en museos para que todos puedan disfrutarlos – expuso la profesora – yo he intentado replicar su estilo en este cuadro para mi propio disfrute.

-Es hermoso – comentó Camino mirando a las mujeres que formaban parte de la obra La primavera, especialmente a las 3 Gracias – está muy logrado, Maite.

-Gracias – expresó la mujer – este es un buen comienzo para hoy, ¿qué crees que son estas tres mujeres?

-He leído que las tres Gracias representan la belleza, la castidad y el placer – reveló Camino – que están enlazadas entre sí como una forma platónica de felicidad y ética.

-Cierto, además los estudios mencionan que Voluptas, el placer, mira solemnemente a Pulchritudo, la belleza, porque en todo lo bello hay una forma de placer – agregó Maite - ¿Coincides con esta visión?

Camino hizo un gesto de asentimiento – sí, hay una comunidad entre ellas, la castidad y el placer son opuestas, pero aun así se mantienen de la mano y observan a la belleza, forman un triángulo que es la base de la sección aurea.

-Lo sé, la proporción divina que podemos encontrar tanto en la naturaleza, es una representación de la armonía – intervino Maite – Botticelli no era sólo un artista, era un pensador y este es su círculo del amor – agregó la profesora – un circulo que se hace más claro cuando agregas el resto de piezas de esta obra, el amor como un circulo que gira eternamente y se reinicia cada primavera.