Capítulo XIII

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Bueno, vaya semana que estamos teniendo con los imprevistos y los retrasos... Que nada, que ya hay capitulo 13! Sorry por la demora

Capítulo 13

Maite pasó el resto del fin de semana pintando a su estudiante y recreándose en lo bella que se veía en su sofá. Podría haber decorado cada pared con todos los segundos que había guardado en su mente de esas hermosas horas haciendo lo que más amaba con una de las mujeres más bellas que había conocido como su musa.

Volver a la Escuela de Arte luego de esa experiencia tenía su lado positivo y su lado negativo. La parte positiva era que podría enseñar y tenía que ver a Camino porque así era como estaba dispuesto en su agenda, en su día a día. La parte negativa era no poder seguir pintando lo que realmente quería y, también, tener que ver a Camino porque así era como estaba dispuesto en su agenda, en su día a día. La estudiante se había convertido en un arma de doble filo, en las caras de una misma moneda. Tenerla cerca era llenarse de luz, pero también recordar que había renunciado al amor. Sobre todo si el amor venía de la mano de una alumna tan prometedora y tan joven como Camino.

El lunes y el martes fueron de visita a las aulas designadas a algunos de los otros estudiantes y estuvieron trabajando en retocar sus obras. Camino la suya y Maite la obra que esperaba conseguir a partir del modelaje de su aprendiz. Maite vio en varias ocasiones como la joven se reprimía para acercarse hasta donde ella estaba trabajando. Suponía que no podía ocultarle para siempre lo mucho que disfrutaba dibujando o pintándola, pero había decidido que no sería en la academia dónde le mostraría el primer apunte, sino en su propio estudio. Estar lejos del amparo y el renombre de la institución le hacían sentir mayor libertad, todo sería cuestión de manejar con cuidado lo que decía o no a la estudiante.

Como le prometió durante el sábado, el miércoles Camino se encontró con lo necesario para comenzar sus primeras lecciones con arcilla. Maite llevaba toda la mañana moldeando sus figuras y había terminado el modelo de un torso. La estudiante abrió los ojos con entusiasmo al ver todo aquello.

-Buenas tardes, Maite – anunció encantada – por fin ha llegado el momento.

-Por fin, así es – la mentora la observó complacida por la reacción – creo que ya has aprendido lo suficiente como para dejarte intentarlo – le sonrió – anda, alístate.

Camino dejó sus cosas en el armario y se puso la bata de trabajo acercándose a donde Maite estaba trabajando.

-¿Puedo? – preguntó señalando el modelo que había terminado.

-Sí, pero con suavidad.

La joven lo tomó en sus manos. Era una pequeña figura femenina, estaba desnuda y las curvaturas de su cuerpo se deslizaron por las yemas de los dedos de Camino. La mujer tenía una pose peculiar, con las manos tras la cabeza a la altura de la nuca y los codos flexionados, extendidos hacia arriba. Su expresión parecía denotar satisfacción. Camino cerró los ojos y se preguntó si así se vería una mujer en un momento de placer. No quiso figurar a quién pasó por su mente en ese momento. ¿Se vería ella así en un momento de placer? ¿Cómo sería contemplarla de esa manera? Podía figurar la postura exacta para poder verla y su piel se estremeció, así que sólo suspiró, agradeciendo a que Maite no hubiera notado el leve sonrojo en sus mejillas.

-Es preciosa, tan exquisitas y delicadas como tus pinturas – dijo.

Maite que seguía esculpiendo la siguiente figura con uno de los buriles, una que era homóloga a la femenina, pero masculina, decidió levantar la vista un segundo – son sólo apuntes, algún día las realizaré en mármol o en bronce fundido.

Camino a la Pasión [MAITINO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora