Capítulo XLVI

2K 108 88
                                    


Pues... ¿le damos un descanso a Camino? XD 


Capítulo 46

Maite terminó la llamada con su avecilla cuando estuvo segura de que tendría a alguien que la cuidara. No fue hasta que oyó la voz de Cinta que no la dejó colgar. La acompañó todo el trayecto confortándola, pero también rumiando en silencio. Rumiando por la poca empatía de Felicia, pero, sobre todo, por el descaro y la malicia de Ángela que había puesto a Camino ante una situación tan peliaguda que no tuvo mayor opción que hablar con su madre.

Le dijo adiós a Camino e intentó serenarse. Finalmente, su ira se desbordó y llamó a la mujer que alguna vez lo fue todo para ella y que, ahora, de sólo pensarlo le provocaba aversión.

-¿Y ahora que he hecho? – preguntó Ángela ni bien atendió la llamada – nunca llamas para decir 'hola' – bromeó – déjame adivinar – hizo una pausa – "no te metas con Camino, Ángela".

-Eres muy intuitiva, ¿qué tengo que hacer para que nos dejes en paz? – cuestionó la morena - ¿por qué continuas metiéndola en medio de un asunto que nos interesa sólo a nosotras?

-Tenía la impresión de que te gustaría que la metiera en medio – dijo la rubia mordazmente – literalmente.

-¡Déjate de juegos! ¡Estoy perdiendo la paciencia! – advirtió la pintora – no vuelvas a llamar a Camino.

-Sólo quería saludar, no es para tanto – Maite notaba como su ex se divertía a su costa.

-No tenses más la cuerda, Ángela, te lo estoy avisando – volvió a advertirle - ¿Qué es lo que no entiendes de todo esto? ¿Por qué te cuesta tanto entender que no quiero saber nada más de ti?

Ángela soltó una risilla - ¿Estás segura, Maite? ¿Estás segura que no quieres saber nada más de mí? – le preguntó – No soy yo la que te llama, eres tú.

-Eso es solo porque tú no eres capaz de dejar en paz a Camino.

-Por la razón que sea te niegas a cortar tu dependencia, te niegas a dejarlo pasar, te aferras con uñas y dientes a los objetos materiales que nos unen como también eres incapaz de soltarme, de dejar de caer en el vicio de culparme y de explotar contra mí – Ángela suspiró – y me conviene porque gracias a eso sé que tengo una oportunidad todavía – la rubia se rió – desde el mismo momento en que me "callaste" cuando te vi por última vez en España, lo supe, lo noté – Maite hizo un silencio absoluto dejando que todas esas palabras se agolparán en su cabeza – te altero a niveles qué nunca había conseguido, ¿cuándo en tu vida habías levantado la mano a una persona?¿Cuándo, Maite?

-Fue porque estabas diciendo cosas espantosas – se excusó la morena.

-Eso es lo de menos, mientras consiga alterarte, cambiarte, conseguir que hagas lo que nunca harías sé que te tengo en mis manos – afirmó su ex esposa - me guardas rencor y eso no es pasar página, mi vida, eso es sólo reprimir los sentimientos, vestirlos de otra tonalidad, pero mientras existan tengo posibilidades de llegar a ti.

Maite sentía esa poderosa carga sobre su pecho que no tenía idea cuánto llevaba allí.

-Incluso, la propia Camino controla mejor sus impulsos que tú, me ha enfrentado sin inmutarse y ha tomado las decisiones que debía en consecuencia – Ángela chasqueó la lengua – es increíble que, de las dos, tú seas la madura cuando te dejas dominar por tu carácter de esa forma o, peor, te dejas dominar por mi carácter de esa forma – la rubia no parecía para nada preocupada por revelar la mano de cartas, sentía que no había forma de perder cuando Maite estaba siempre lista para dejarse llevar por sus emociones. Siempre había sido arrogante y, con su actitud, Maite le había espoleado aún más.

Camino a la Pasión [MAITINO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora