Capítulo XLVII

1.9K 114 86
                                    


Oki doki....

Capítulo 47

Camino hizo unos pequeños retoques con el pincel a su última obra. Detalló con cuidado el color de los ojos que la miraban y sonrió al ver cómo conseguía que parecieran vivos. Y es que esa obra vivía, palpitaba en su pecho con fuerza. Estaba impregnada de sus emociones más latentes y más recientes.

Felipe se detuvo detrás de ella – Para haber pasado sólo un poco más de una semana trabajando en ella, has conseguido un progreso extraordinario – Camino se movió para dejarle a su mentor colocarse a su lado – Es una de tus mejores obras, Camino, sino la mejor.

-Es la que más me ha gustado pintar, con la que me he sentido más cerca, más íntima.

-Se puede percibir tu conexión con ella, Maite estaría orgullosa de verte crear algo como esto, yo lo estoy – confesó el profesor – aunque mi participación fue muy tenue.

-Me ha dado el impulso, la guía correcta hacia esta composición – la joven no dejó que el hombre se quitara méritos – cuando me sentía más vulnerable, tus palabras me ayudaron a canalizarla hacia un sitio mejor – Camino se mordió el labio - ¿en verdad crees que a Maite le gustará?

-¿Bromeas? Estará extasiada – le aseguró Felipe – conociéndola se quedará sin palabras cuando pueda verla.

-Eso espero – contestó Camino con un largo suspiro.

-¿Aun no sabe cuándo volverá? – quiso saber el profesor y Camino agitó la cabeza negativamente – Ese asunto de Ángela se está estirando demasiado.

-Sí, no me dice mucho sobre lo que pasa y me mata no saber sí puedo hacer su vida más fácil –le explicó la joven – me cuida demasiado – se quejó – no me deja que yo pueda cuidarla también.

-Estoy segura que lo hace por alguna buena razón – Felipe miró a Camino unos segundos antes de agregar – y creo que sólo con que sigas presente le basta para sentirse mejor.

-Sí, supongo – Camino suspiró.

-Es extraordinaria, en verdad – comentó el hombre volviendo a la obra - ¿vas a exponerla? – preguntó.

-¿Debería? – cuestionó ella entonces.

-Bueno, ya no hay reticencia a nivel institucional, dependerá de si estás o no preparada para el resto de las consecuencias, para las repercusiones – le advirtió el hombre – si estás preparada para ello, deberías.

-Lo estoy – afirmó Camino – estoy preparada.

-Pues, en ese caso, debes incorporarla en tu catálogo de obras, con cierta prioridad diría – aseveró el hombre – quién te dice que Maite no tiene la oportunidad de venir a verla desde la primera fila de observadores.

-Eso espero – la estudiante sonrió y siguió mirando su pintura con nostalgia, con amor.

¿Qué estaría haciendo Maite ahora mismo? ¿Estaría peleando junto con su abogado en una reunión poco agradable con esa mala mujer? ¿Estaría pintando? ¿Pensaría en ella en momentos que no fueran por la mañana o por la noche? ¿La tendría en su pensamiento como ella que no paraba de pensarla? ¿La necesitaría? ¿La echaría de menos?

Su móvil sonó y un audio la tomó por sorpresa. Observó como Julio y Felipe hablaban sin reparar demasiado en ella, así que acercó su móvil a su oreja.

"No es que muera de amor, muero de ti.

Muero de ti, amor, de amor de ti,

de urgencia mía de mi piel de ti,

Camino a la Pasión [MAITINO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora