Una chica de dos mundos

Capítulo Treinta y Tres

Estoy furiosa cuando llegamos al hotel, y no le he hablado a Jaden durante todo el viaje en taxi. Y tengo toda la razón de estarlo.

—¿Me vas a seguir ignorando? —me pregunta mientras intenta abrazarme, apenas si me escapo, escucho como un suspiro sale de sus labios, pero no quita mi enojo.

Me dirijo al baño de nuestra habitación y busco un cepillo para lavarme mis dientes. Me sigue hasta la puerta.

—No me voy a disculpar por eso.

Lo miro y luego devuelvo mi mirada al espejo y empiezo a lavar mis dientes, me tardo unos cinco minutos, cinco minutos en los que no quita su mirada de mis movimientos, salgo del baño, paso a su lado sin detenerme, busco mi ropa en mi maleta y encuentro un pantalón de franela y una camiseta de Jaden, la tomo entre mis brazos y me encierro en el baño.

Cuando salgo, Jaden ya se ha cambiado y está en la cama, solo había una habitación en el hotel y tuvimos que tomarla, no es que fuera a pasar algo y no porque no se diera la situación o así, siempre había pensado que era algo que debía pasar hasta que estuviera casada, con quien amara de verdad, y no dudaba de mi amor por Jaden pero debíamos estar casados y él lo sabía y de hecho estaba de acuerdo con mi pensamiento, lo cual fue muy raro y extraño, solo de pensarlo mis mejillas enrojecieron y agradecí a la oscuridad de que mis mejillas no se vieran. Por otro lado, esta era mi decisión, mi pensamiento, si algunos decidían hacerlo antes del matrimonio no es que estuvieran mal, simplemente fue su decisión y punto.

—¿Qué tanto piensas? —pregunta Jaden mientras se aparta para darme lugar en la cama.

—En nada —respondo inmediatamente, arqueo una ceja en modo de pregunta —, que te haya respondido no quiere decir que no esté molesta contigo, debías despertarme, no has dormido y no me despertaste.

—Como dije, no me disculpare —fue su respuesta—, además me gusta verte dormir, es lindo.

—¿Queeeee? —exclame espantada, me observaba mientras dormía, seguro parecía no parecía algo bonito. Vaya comparación la mía.

"Te ves linda", dijo en mi mente, me metí en la cama y me acomodé a su lado.

"Seguro parecía un gato "rodé mis ojos.

"El gato más bonito que he visto "respondió, puede sentir su risa en mi mente.

Nuestras cabezas estaban a menos de cinco centímetros de distancia.

"No bromees" respondí.

—Es la verdad —dice mientras se acerca más, no pude pensar en una respuesta, pues me estaba besando, cuando sus labios conectaron con los míos, no puse sentir nada y lo sentía todo a la vez, era maravilloso y quería más

Hundí mis manos en su cabellos sedoso, me agarro de las caderas sin dejar de besarme, me puso encima de él, dejo de ser un simple beso para convertirse en algo más apasionante, puse mis manos en su pecho mientras que las suyas acariciaron mis brazos lo que envió fuertes corrientes de energía a mi sistema nervioso, luego sus manos se posaron en mi cintura y bajaron hasta el bordillo de mi camisa, sentí que algo cambio en el cuándo sus brazos se tensaron y detuvieron su camino, se separó de mi rápidamente, en un momento estaba a mi lado y en el otro estaba en la ventana, mi respiración estaba agitada y la cama estaba hecha un lio, la manta estaba en el suelo, y fue allí cuando lo comprendí, habíamos estado a punto de ir más allá, había tirado mi decisión por la borda, lo había olvidado lo que pensaba, me baje de la cama y me acerque a él, puse mis manos en su espalda.

—Perdóname —fue todo lo que dijo luego de unos segundos.

—No, está bien, yo tampoco te detuve —me puse enfrente de él y le repetí que estaba bien, que no solo había sido él.

—No es solo eso —susurro él— hay algo más.

—No creo que haya mucho detrás de todo esto.

—Lo hay.

Me quede en silencio y deje que me arrastrara a la cama, nos sentamos uno enfrente del otro, espere durante unos minutos a que hablara.

—Veras... —dijo nervioso —, sucede que cuando he estado enamorado de ti desde que tenía memoria.

Sabia eso, pues lo había deducido por mí misma, me conocía desde pequeña, había una conexión entre nosotros y aunque eso no incluía el amor, luego estaba el hecho de que éramos los descendientes de las espadas, pero, sobre todo, el me recordaba desde siempre y yo a él no, seguramente yo también había estado enamorada del desde que nací.

—Vale —fue todo lo que pude decir.

—No sé cómo decir esto sin que suene mal— se pasó una mano por su cabello ya de por si desarreglado—, tu decías que yo te gustaba, y tú a mí, fue cuando nuestros padres se dieron cuenta de que éramos almas gemelas y fuimos...

—¿Prometidos en matrimonio?

—Sí, eso —dice mientras se voltea y me mira —, en ese momento no entendía el concepto de pureza en el matrimonio, y simplemente no entendí el amor que tú y yo tenemos hasta después, no es que no importe, importa, pero todo este tiempo he sentido que te he engañado.

Tomo un breve momento para entender lo que está diciéndome, hasta que lo capto, en un primer momento no sé qué decirle, me tomo un momento para aclarar mis ideas, la mirada de Jaden está afligida.

—¿Estás diciéndome que no eres virgen? —le pregunto mientras reprimo una sonrisa en mis labios, aunque hay una ligera punzada de celos en mi interior.

—Algo así —dice el sin moverse del lugar —, no, definitivamente es eso, siento como si te hubiera engañado, en ese momento creía que nunca volverías.

Me acerco a él y lo beso en los labios, un beso suave, no estoy realmente molesta con él, puedo entender lo que paso, un lado de mi esta celosa pero no tiene sentido hacerle caso a esa parte.

—Realmente no me importa —le digo y le miento —, no puedo culparte, intentabas seguir tu vida sin mí, y seguro que no supiste que me amabas hasta que me viste otra vez.

—Lo hice —dice tomándome entre sus brazos nuevamente —, cuando te vi de nuevo, caí profundamente enamorado de ti, como siempre fue, solo nunca esperé que volviéramos a estar juntos, te daba por perdida.

—Estoy aquí ahora —le susurro —, no tendrás que sufrir más, perdóname tu a mí por no recordarte.

—No hay nada que perdonar —dice Jaden antes de besarmey olvido por un momento nuestro alrededor.