—Primero muertos, antes de dejar que te hagas con el poder—siseo Jaden bajamente, pero lo suficientemente alto, para que Nick lo escuchara.
Observo a través de los barrotes de las jaulas, observo pausadamente a cada una de ellas, Nick nos tiene a todos, mi padre está inconsciente en una de ellas, al igual que Damián, seguramente sumidos en el infierno de sus mentes, en sus rostros no hay tranquilidad, son la viva imagen de las pesadillas que están sufriendo, mi madre está despierta, me observa con algo más allá del dolor, trata de no gritar por el dolor que le provoca Nick, quiero acercarme y soltarla, pero no puedo, cuando creo que nada peor puede pasar, escucho unos pasos provenientes del pasillo, me volteo lentamente, sin descuidarme mi espalda, son Kathy y Margareth siendo arrastradas por tres soldados, en cuanto entran, Nick las encierra en nuevas jaulas, subiéndolas varios metros por encima de nosotros, ahora solo quedamos Jaden y yo, y la he fastidiado.
—No puedes con todos nosotros— habla Jaden, sin dejar de ver a Nick, sonríe a mi sorpresa, una sonrisa de arrogancia—, has tenido que ir uno a uno, porque eres débil de fuerza ante nosotros.
—En efecto—responde Nick—, como puedes ver, he sido astuto, no he tenido que pelear para atraerlos aquí, me han dado todo en bandeja de plata.
Intentó acercarme a Nick, usando mi velocidad, derrumbo a los soldados que están cerca, cuando estoy a dos metros de él, alguien cae de arriba y me empuja de regreso, estoy a punto de darle un golpe, cuando veo su rostro.
—Lucy—Jadeó, intentó barrerla del camino, pero no puedo, Nick, ha sabido cuando dejar que Lucy haga su aparición.
—No soy más Lucy-dice ella mientras se posiciona delante mío con toda la seguridad del mundo, como si yo no fuera capaz de herirla—Lucía para ti.
Siento que un hilo me arrastra, sé que es Jaden, se ha comunicado conmigo, diciéndome que debo dejar mi impulsividad y usar la lógica.
—Prefiero el término de... —Jaden hace una pausa como si lo estuviera pensando— Gusano, queda más bonito.
—Muy bien —Interrumpe Nick —será mejor que iniciemos ahora, antes de que alguien venga en su rescate, aunque dudo que eso suceda.
Escucho el tintineo de cadenas y sé que mi madre está intentando soltarse, puedo escuchar sus sollozos del dolor que le provoca ese intento. —No le harás nada a los niños —murmura mi madre con todo el odio saliendo de su boca, su cabello rubio está hecho un desastre, cortado en partes desiguales, manchas de sangre en su frente y en su ropa, pero sus ojos siguen transmitiendo ese fuego que vi cuando la conocí por primera vez.
—Tengo una idea —dice Nick, mientras una sonrisa burlesca aparece en su rostro— Unamos a tu padre a esta fiesta improvisada.
"Nena, ¿Si te pido que corras, lo harías?"
"No"
Jaden ha perdido el tiempo haciéndome esa pregunta, no lo haré, jamás.
Jaden está a mi lado, sin mirarme a mí, concentrando toda su atención en el enemigo, al mismo tiempo que yo busco maneras de escapar, no hay manera, a menos que uno de los dos se sacrifique por el otro, pero él no me dejará hacerlo, ni yo a él, por lo que al final ambos moriremos si no conseguimos acabar con nuestro adversario de mil años.
"No te pediría que huyeras, sí sé que no me dejaras aquí, así que no me pidas que haga eso".
"Lo siento, te amo, mi princesa".
ESTÁS LEYENDO
Una chica de dos mundos
FantasyMi mayor problema es describir la historia de modo que resulte interesante, pero lo intentaré. Astrid es una chica que ha crecido en el mundo de los humanos toda su vida, o eso es lo que ella cree, para ella su mundo se ha venido abajo cuando sus pa...