Capítulo Cuarenta y Dos

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Caigo sobre una colcha suave, o al menos eso es lo que creo que es, tardo unos segundos en darme cuenta que he caído en la sala de armas, tal como ha dicho Jaden, el aterrizaje ha sido suave, Jaden está a mi lado me sonríe, pero la preocupación está reflejada en sus ojos, imagino que en los míos también, al instante llega James quien parece no estar afectado por el viaje, seguro está más que acostumbrado. Un ruido llega mis oídos, espantando y confirmando nuestros temores.

—Muy bien —dice Jaden tomando un par de armas de los estantes de espadas—, ya habrán escuchado la bomba y los inicios de una guerra, tendremos que salir pronto, no tardarán en darse cuenta que hemos abierto el portal.

Me lanza un rollo de tira negra que puedo transformar a mi propio gusto, decido que sea una espada, tomo una pistola, he entrenado con ella, pero nunca he disparado a alguien con ella, James toma varias flechas y dagas de otro estante, él es más de usar un arco, aunque las flechas pueden acabar con diez al mismo tiempo dado que se duplican al vuelo.

—Vaya sala de armas —dice Elijah mientras se ajusta los cuchillos de sus botas.

—Tomen lo que necesiten —responde James mientras observa fijamente a Sophie.

—Entonces tomare esta bella espada —dice Sophie mientras se acerca al estante de espadas, elige una con brillos dorados y de filo muy peligroso, estoy a punto de advertirle que es muy difícil de usar cuando veo que ya la ha tomado sin ningún problema.

—No te preocupes nena —me susurra Jaden en mi oído provocando un pequeño susto antes de darme cuenta que es él—, no se te ocurra separarte de mí.

Toma distancia  conmigo para hablar con todos.

—Muy bien —dice mientras sus ojos se vuelven plata y el fuego a su alrededor se enciende, hago lo mismo a continuación, extiendo mi escudo por todo mi cuerpo y trato de ampliarlo a todos en la habitación pero requiere demasiado esfuerzo, por lo que al final solo decido proteger las mentes de todos, lo que requiere mínimo de esfuerzo—, este es el plan, una vez que salgamos, debemos buscar llegar al centro de este reino, eso es en la capital, el castillo ha de estar bajo ataque, puedo oírlo, una vez que salgamos de aquí estaremos expuestos, así que traten de mantenerse vivos, seguramente Nick esté en el centro.

—¿Cómo lo sabes? —pregunta Santiago.

—Porque allí está el núcleo mágico de Aluris, lo que mantiene vivo este mundo y mi magia está atada a él, al igual que la magia de Astrid, y él nos necesita allí para obtener nuestro poder, esto forma parte de su plan para atraparnos y poder hacerse con el poder.

—Más vale atraparlo antes que él los atrape a ustedes —dice Juran — no podemos dejar que él se haga con el poder, y si sucede, prefiero estar muerto.

—Más vale que lo hagamos bien —sonríe Elijah mientras se pone en posición de defensa — abre esa puerta.

Ajustamos nuestras armas una última vez antes de que Jaden nos traslade al pasillo, lo primero que veo es el desastre, las paredes están rasguñadas, las cortinas hecha pedazos, el techo un poco destrozado, puedo escuchar con más claridad los gritos de la guerra, son como dos truenos impactando en tus oídos, puedo escuchar los llantos de muchos, siento en mi piel los golpes de la batalla, seguimos el camino hacia la puerta principal, encontramos muchos muertos, tantos oscuros como alurianos, encuentro a uno de mis guardias en el suelo, su ropa está rota, su pecho cubierto de sangre, siento una rabia en mi interior, no hablé mucho con él, ni siquiera recuerdo su nombre, pero no merecía morir, nadie merece la guerra a causa de alguien que solo desea el poder.

—Tenemos que seguir —dice Jaden mientras toma mi muñeca y me arrastra, los demás nos siguen en silencio, nadie habla, nadie llora, nadie respira, es tanto el temor que hay que un pequeño movimiento nos pone muy alerta, seguimos recorriendo el pasillo cuando un sonido de espadas empieza a sonar cerca de nosotros, nos miramos unos a los otros, el sonido proviene de la sala de música, donde estuve hace no mucho con Damián, entramos rápidamente en ella y antes de que pueda reaccionar, Jaden acaba con dos oscuros, y Elijah con tres, Margareth está en el suelo, su ropa está bastante intacta, se nota por su respiración que está cansada, me acerco rápidamente a ella y reviso si está bien.

Una chica de dos mundosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora