Capítulo Veintiséis

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Dedicado a katrojas719

—¿La tierra?, ¿Nueva York? —le pregunto, mientras observo a mi alrededor, la habitación es sencilla, pero sobre todo es una habitación que tendría alguien humano, en Aluris, siempre hay magia rondando alrededor, aquí no hay mucho, o más bien, casi nada.

—Estamos en una de las sedes de los Grises —menciona ajeno a mi alegría de estar aquí, aunque sea un momento, no me había dado cuenta de cuanto había extrañado mi hogar. —, Elijah está hablando con los encargados, James viene en camino, nos iremos pronto.

Tan pronto como menciona el hecho de irnos, mi corazón se entristece, no es que esperara que nos quedaremos, pero tenía la esperanza de que al menos pudiéramos pasar un día, llevar a Jaden a conocer el mundo en el que crecí, pero también tiene razón en volver.

—¿Ocurre algo? —pregunta acariciando mi mejilla al ver la mirada en mi rostro—, ¿Qué pasa?

Sacudo mi cabeza, no quiero decírselo, no con tantos problemas que ya existen.

—No me obligues a usar nuestro lazo —amenaza Jaden, suelto un suspiro, no es que no quiera contárselo, pero siento que solo son tonterías.

—Es solo que —señalo la habitación, intento sonreír pero es más una mueca —, estando aquí, pensé que talvez podríamos ir por allí —lo miro a los ojos y veo comprensión, siento alivio y felicidad, es insuperable —, solo era una idea, olvídalo.

—Primero que nada —dice levantando mi cara con su suave roce de magia —, cuando hablemos, no bajes nunca más la mirada —, se acerca y me besa castamente, alejándose tan rápido como se acercó —, y en segundo lugar, sé'perfectamente como te sientes con este lugar, te prometo, que una vez que todo esto termine, vendremos aquí muy seguido, incluso podrías vivir un tiempo aquí, no lo sé, ya lo veremos.

Sus ojos son un reflejo de los míos, plateados, inhumanos, pero veo una chispa, el amor que hay entre nosotros, estar unidos por una profecía, pero que aún así, lo que hay entre nosotros no tiene nada que ver con todo esto, o aún si desde el principio estuvimos destinados a ser almas gemelas, no podría importarme menos, Jaden sabe cómo hacerme sentir mejor, sabe apoyarme, y también cuando regañarme, tiene sus defectos, pero son una parte de él que también amo.

—Te amo —le digo, me acerco a su rostro, sus manos rodean mi cintura, el roce de sus labios contra los míos me hace perderme —, no podría pedir nada mejor, desde al anochecer hasta el amanecer, en la luz y en la oscuridad, siempre te amaré.

Lo beso y Jaden me sujeta más contra él, llevo mis manos a su rostro, deslizándolas contra su cuello, el beso se profundiza, no es un beso típico, es un beso de amor puro, podría vivir de esto el resto de mi existencia, y ya que será larga, espero que así sea.

Jaden me aleja y sonríe, no me suelta, y yo tampoco me alejo. En ese momento un celular suena, sobresaltándonos a los dos. El sonido proviene de su pantalón, su celular, específicamente, me suelta y se levanta, tomando la llamada.

—Esta bien, Astrid está despierta —se gira y gesticula con los labios que es James, me siento dejando caer mis pies sobre el suelo, aún me duele un poco el cuerpo, pero es soportable, Jaden se acerca a mí inmediatamente —, bajaremos ahora mismo, lo resolveremos.

—¿Cómo esta él? —le pregunto mientras me apoyo en su hombro y me pongo de pie, aprieto los dientes ante el dolor que recorre mi cuerpo —, juro que Lucy pagará por esto, duele un infierno.

—Los portales se han cerrado —dice Jaden ignorando mi queja —, no tenemos modo de volver.

Una chica de dos mundosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora