Capítulo Cuarenta y Siete

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Una brisa, eso fue lo que fue qué pasó con Damián, él era un brisa comparado a lo que siento por Jaden, con el todo es caos y tormenta, desde la primera vez que lo vi, mi corazón lo reconoció, me negué a aceptar que había algo entre nosotros, además de las obvias razones de creer que había otra persona en su vida, la atracción que sentí alguna vez por Damián, ni siquiera puedo recordarlo, creí que no habría peor dolor que perder a tus padres o estar sola en este mundo, sin tu fortaleza o pared de confianza, he oído miles de historias de cuando estaba en el colegio, muchos chicos no podían con sus padres, nunca los escuchaban y no confiaban en ellos para decirles sus cosas, yo sí lo hacía, tanto que les había dicho que me gustaba Damián o lo que yo creía, pero su respuesta me enojo, dijeron que no duraría mucho y que mejor lo dejará porque ellos sabían que no era algo profundo lo que sentía por él, me enoje que me dijeran eso, que no les importaran mis sentimientos, me levanté de la mesa y me encerré en mi habitación, luego de dos horas mi padre estaba conmigo y me dijo que cuando la persona con quien estabas destinada a estar llegaba simplemente lo sabías y que decir que esa persona te gustaba era poco, por lo que cuando lo supiera, entendería sus palabras, en conclusión él tenía razón, Damián había sido una pizca de arena de todo el universo de lo que es Jaden, vaya comparación, Damián había llegado a gustarme para mostrarme lo que es el amor de verdad, sin él no sabría qué se puede sentir mucho más de lo que tú crees, es como eso que necesitad para comparar lo que es el verdadero amor, que lo que tu creías que era amor no era nada al fin de cuentas.

Aquí y ahora, tomada de la mano de Jade, viendo a todos mis amigos encerrados, escuchando los gritos de batallas y muerte, con Nick sentado en su silla de oro con mi madre luchando contra la pesadilla que la arrastra, mi padre que intenta soltar su magia, pero sin poder hacerlo, Lucy que se ha perdido en la oscuridad sin que nadie la pueda sacar de ella y no porque no tenga amigos, sino porque una vez que llegas a cierto punto no hay vuelta atrás, como la muerte o peor que ella. He tomado mi decisión, iré con mis padres, sacrificaré todo esto, sé que Jaden sufrirá, pero esto va más allá de todo lo que uno puede comprender, miles de millones de vida contra una, no son nada, mi hermano podrá tomar el reino, estoy decidida a cometer un suicidio, romperé la promesa que le hice a Jaden, pero el comprenderá, tarde o temprano.

Suelto la mano de Jaden, doy un paso al frente, siento el peso de su mirada, preguntándome que rayos hago.

—Tómame a mi primero, no necesitaras a Jaden para esto, te daré todo voluntariamente, tiene el triple de fuerza cuando es dado voluntariamente —le digo a Nick, Lucy me mira sorprendida, puedo escuchar el asombro de Jaden a mi espalda, intenta llegar a mí, pero no lo dejo, lo planto en el suelo, y por primera vez no puede vencerme, lo he sorprendido, me grita aterrado que me detenga, intenta enviar sus pensamientos a mi mente, pero no le dejo entrar, abro un segundo la fortaleza de mi mente para dejarle un mensaje.

"Perdóname por romper mi promesa, te amo" le digo, puedo escuchar sus reproches en mi cabeza durante esa fracción de tiempo, no lo miro, sé que si lo hago me romperé y no podré continuar.

"¡Ni se te ocurra!, ¡Vuelve aquí¡, !No me digas eso¡, !No me hagas esto¡, !Suéltame¡..."

Camino lentamente hacia el centro de la sala, donde hay una copa grande hecha de diamante con piedras de color celeste incrustadas en ella, aparece un cuchillo dorado encima de la copa, el mango es suave y al tocarlo puedo sentir que es un poco pesado, volteo a ver a mi padre, se ha quedado quieto, y me mira mientras intenta detenerme desde donde está, no quiero ver a mi madre, puedo oírla gritando mi nombre, llamándome a que la miré, no lo hago, lágrimas ruedan por mi mejilla, mis amigos recuperan la conciencia poco a poco, mientras tratan de entender lo que está pasando, Nick lo ha hecho para que presencien mi muerte, mi suicidio, no seré suya, nos necesita a los dos, acabaré con mi vida antes de que el tomé mi poder, no necesita matarme para hacerlo, pero sin mi poder seré frágil y para culminar el acto deberá matarme o mi poder será difícil de controlarlo para él, ya que su recipiente original seguiría vivo, pero acabaré con todo antes de que pueda tomar mi poder, sin el mío, el poder de Jaden ni valdrá nada, o es voluntario o toma el de los dos, y dado que yo estaré muerta, no podrá tomar el de Jaden y el podrá acabar con él, estará sorprendido y será fácil hacerlo, no quiero pensar en el dolor que le provocaré, no quiero pensar en nada.

Lucy sujeta firmemente mi brazo, sus uñas se entierran provocando dolor sin llegar a herirme, por supuesto no quiero derramar mi sangre fuera del recipiente o Nick se enfadaría con ella, llegó a la base del pilar donde está la copa, miró dentro de ella, hecha de diamante, vacía, esperando por mi sangre.

—Prométeme que los dejaras ir o esto no será voluntario, todo el mundo a cambio de sus vidas —digo mientras tomo el cuchillo entre mis manos, preparada para lo que haré, alargando la actuación antes de irme de este mundo, esperando que algo de mí quede con estos chicos, rememorando mi pasado, viendo todo lo que hice y lo que no hice, más que todo lo que no hice por miedo a quedar en ridículo frente a las personas, deseando vivir más, pero sobre todo deseando apagar el dolor de Jaden, que me carcome por dentro, desgarrando cada una de mis células, ojalá no me amará, sería más fácil para él, mis padres perderán por segunda vez a su hija, esta vez para siempre, sin poder disculparme por ello.

—Lo prometo —dice Nick con una sonrisa en su rostro, el rostro del mal en persona, señala el cuchillo con una mano, lo miro fijamente mientras escucho a Lucy hablar.

—Apúrate Mi princesa, que no quiero esperarte toda la eternidad, con esos ojos plata tan malignos que tienes, porque también eres la muerte.

No entiendo sus palabras, ni me importa, ya es tarde para ello. Sigo escuchando el caos alrededor, pero por unos segundos solo hay silencio, el cuchillo y yo, mirándonos sin parar, preguntándome como un arma tan pequeña definirá todo, no el cuchillo, sino la chispa de fuego con la me extinguiré.

—Nick... —jadea mi madre —déjame abrazarla una vez más, por favor, es mi niña —forcejea contra las cadenas, como si se rindiera, aceptando que hemos perdido—, estoy débil para intentar algo, ni siquiera puedo... mantenerme en pie —hace una pausa entre las palabras, trato de ignorar su voz, pero es imposible, Jaden empieza a aflojar mi fuerza, mis energías están llegando al límite, si no me doy prisa Jaden me detendrá, estoy por encender la chispa preguntándome si dolerá o si habrá paz, cuando escucho que Nick le concede la petición a mi madre. Los demás guardias en la habitación, que no habían siquiera pestañeado, exclaman sorpresa ante la petición de mi madre y la aceptación de Nick.

—No intentes nada o los mataré a todos y ella seguirá dándome su sangre por la vida de medio mundo —dice él mientras indica a dos guardias que la suelten, no puede levantarse, Lucy se acerca ayudarla, sujetándola con agresividad, intentó retroceder ante su acercamiento, no quiero, pero no porque no lo desee, sino porque no quiero que su abrazo me haga cambiar de opinión, pero cuando la veo a los ojos, veo que sabe lo que haré, sabe que no daré mi sangre, veo el orgullo en su mirada y miro...amor, lágrimas caen por mi rostro, Jaden ha empezado a entrar en mi mente, tratando de controlarme, pero no se lo permito, escucho sus pensamientos desesperados y le digo mi plan, se opone, sigue tratando de controlarme, cierro la puerta de mi corazón, me acercó a mi madre, la tomó por los brazos, está herida, los guardias no se alejan demasiado, acaricio su cabello quemado y cortado, me dejo caer al suelo con ella mis brazos, toca mi mejilla y sonríe, hay una alegría en su rostro a pesar de todo este caos.

—Mi dulce niña, te adoro, perdóname por no haber hecho suficiente y permitir que esto pasará, por mantenerte alejada de todo esto y por no poder protegerte —mantiene su mano en mi rostro limpiando mis lágrimas— todo estará bien, haz lo que tengas que ser, pero...sigue lo que amas y sé... feliz.

¿Feliz? Si estoy a punto de morir, de acabar con mi vida, la miró a los ojos yveo que el color plata han empezado a cambiar a morado, adquiriendo un tono rojo sangriento, escucho su voz en mi mente y no comprendo nada, todo pasa en un segundo a la vez que pasa una eternidad, Nick grita algo, pero no lo escucho, Jaden se suelta de mi agarre, puedo sentirlo, mi padre llega al lado de mi madre y la toma en brazos, sus ojos son rojos también. La debilidad de antes ha desaparecido, ahora solo hay determinación, no puedo moverme, ni hablar, pero puedo escuchar sus palabras en mi cabeza, Jaden llega a mi lado, me abraza fuertemente y nos cubre con su manto de protección. Y todo y nada pasa a la vez, perdiéndome en una oscuridad y luz, en un tormento de muerte y dolor,un tormento de amor y felicidad, que se esfuma cuando un dolor y golpe desgarrador atraviesa cada molécula de mi ser. Y luego no existo.

Una chica de dos mundosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora