Capítulo Veintitrés

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—¿Qué demonios está pasando? —pregunta James mientras un fuego de su poder lo rodea, todos los guardias a nuestro alrededor toman sus armas, sea cual sea, Jaden es rodeado por fuego negro, enciendo mi poder también, extiendo una capa de protección a nuestro alrededor.

—Tenemos que movernos al salón —dice Jaden soltándome —, puedo escuchar el caos que hay desde aquí.

—Los seguimos —dice el general extendiendo sus alas brevemente —, seguiré sus órdenes.

Jaden se dirige hacia la puerta, nos enrolla a todos en un manto de invisibilidad, no suelta mi mano en ningún momento desde que nos desvanecemos de la sala de guerra, tan rápido como es transportarse estamos en el salón, nos mantenemos en silencio, vemos el caos a nuestro alrededor, cada uno de nuestros invitamos esta notablemente quieto, todos en vista a los tronos, el centro del salón esta vacío, solo estamos nosotros, lo que nos permite una buena vista de lo que sucede.

—Así que, díganme que es esto —dirijo mi vista hacia la persona que este momento está sentada en el trono de mi padre, su vestidura color blanca, cabello oscuro, fuego negro saliendo de él, pero no es eso lo que hace que mi corazón sufra, es la persona que está al lado, la persona que realmente nos traicionó.

—Lucía...

James la está observando fijamente, busco a mis padres, están en el costado izquierdo del salón, con guardias a su alrededor, inspecciono el salón, cerca de las paredes hay muchos usando la misma capa blanca, dejando a nuestros invitados acorralados en el centro.

—¿Dónde está tu amada hija, Rey? —Lucía a su lado se acerca a él y le extiende una caja dorada, que contiene magia almacenada en frascos, magia de la que solo dispone Jaden, la sonrisa en su rostro, me hace darme cuenta de que está más allá de que alguna vez la pueda perdonar.

—Lárgate de mi castillo o no responderé por lo que te suceda —le dice mi padre, puedo sentir su magia crecer, podríamos matarlos a todos aquí mismo, pero la presencia de Lucía hace que nadie actúe contra ellos.

—Oh, talvez podríamos irnos... —el Oscuro toma asiento en el trono de mi padre, puedo sentir el miedo crecer dentro de cada uno de los que están aquí, incluso dentro de él, la sensación me marea levemente—, pero no hasta ver a tus queridos príncipes, nuestro Rey quiere entregarle un mensaje.

—Guardias...

Jaden deja caer el manto de invisibilidad a nuestro alrededor, todos retroceden asustados, dejándonos visibles ante Lucía y el Oscuro.

—Así que has pedido una audiencia con nosotros —habla Jaden como si estuviera hablando del clima —, y yo que pensé que estabas triste por no haber sido invitado.

—No te creas tanto principito — el rostro del oscuro está cubierto por la capa blanca que lleva, manteniéndose fuera de nuestra vista —, puedo dar mis propias fiestas.

Volteo a ver a mi alrededor, y puedo ver que James y los otros no están con nosotros, debieron moverse mientras aún éramos invisibles.

—Bueno Lucía —dice Jaden, dirigiéndose por primera vez a ella, levanta su mirada, desafiando a Jaden—, has sabido engañar, aprecio eso, al menos lo suficiente para que cuando estés bajo mi poder sufras tanto como mereces hacerlo.

—Oh —dice ella, finge verse asustada—, ¿es así?

—¿Cómo te has podido atrever? —le grito, mi poder crece, sé perfectamente lo que deseo hacer, quiero quemarla desde adentro, hasta que me suplique perdón, pero mi amistad con ella me lo impide quebrando mi voz—, te he querido siempre, Margareth lo ha hecho, no te hemos fallado, ¿y has decidido traicionarnos.

—¿Te crees que esto es por ti? —pregunta calmadamente Lucía, se aleja del oscuro, manteniendo su distancia de nosotros, mis padres aguardan, observando el intercambio entre Lucía y yo. — Esto es porque quiero más, mi nuevo Rey me ha prometido mucho más, te llevo muchos años encima, no quiero ser tu esclava el resto de mi vida, una vez que tomemos Aluris, yo estaré sobre uno de estos tronos, aún no decido cuál, pero pronto lo haré.

—Eres una sucia inmunda —siseo, intento caminar hacia ella, con mis poderes y emociones a flor de piel, pero Jaden me detiene, sujetándome contra él.

—¡Suéltame Jaden! —le grito —, ella va a morir hoy.

—Nadie más que yo —dice el Oscuro, distrayéndome de mi objetivo —, desea ver un baño de sangre, pero me temo que aún no es el momento.

—¿Cuál es el mensaje? —pregunta mi madre—, para que podamos acabar con esto.

—Ah —responde el Oscuro levantándose del trono, varios oscuros detrás de él levantan fuego negro a su alrededor, por ahora es inofensivo, pero dudo que lo sea mucho más—, nosotros solo hemos sido la distracción, lo real está a punto de suceder, o al menos eso parecía cuando hace un rato deje caer una plaga en la parte central de Aluris.

Jaden no duda ni un segundo más, lanza fuego hacia el Oscuro, consigue escaparse, junto con Lucía, pero algunos de sus guardias no, escucho gritos proveniente de los costados, James ha hecho su movimiento contra los Oscuros que nos rodeaban, extiendo mi campo de protección a muchos de los que están en el salón, los demás consiguen acabar con el resto de Oscuros, pero muchos de ellos se agrupan en el trono, Lucía incluida, pienso en atacarlos fuertemente con dagas de acero, pero Lucy quiebra un frasco a sus pies, e inmediatamente todos desaparecen, Lucy les ha facilitado una salida, los Oscuros pueden transportarse también, pero no muchos, y Lucy les ha dado una de nuestra vías de escape, usando nuestras armas.

Volteo a ver a mis padres, ambos tienen espadas en sus manos, ambas llenas de sangre, veo Oscuros a su alrededor, esto ha sido una matanza en toda regla, quiero salir corriendo y meterme en mi cama y arroparme hasta que despierte de esta pesadilla, pero sé que eso no sucederá.

Tan rápido como esto empezó, termina, pero ahora, debemos resolver lo de la plaga, mi madre aún sufre las consecuencias de la última plaga de oscuridad que alguna vez tuvo Aluris.

Una chica de dos mundosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora