Faltan pocas horas para la fiesta de presentación, la tensión ha estado en el aire todo este tiempo, nadie ha vuelto a hablar con Margareth, hemos terminado con la gran parte de nuestras obligaciones antes de irnos a nuestras habitaciones para arreglarnos, pero no estoy tranquila, hay demasiadas cosas dando vuelta en mi cabeza ahora mismo, la traición o incriminación de Margareth, el último texto del libro de la profecía, mi relación con Jaden, mi presentación oficial a toda Aluris.
—No te muevas —me dice Kathy, ninguna de las dos está tranquila, pero intentamos estarlo, no está funcionando muy bien —, no puedo ponerte la corona.
—No quiero llevarla —protesto, todos están listos, solo falto yo, en unos pocos minutos tendré que bajar al salón principal, donde es la fiesta. Tuve problemas con el vestido, así que llamé a Kathia y ahora estamos discutiendo sobre si usar la corona o no, pero al parecer es una obligación.
A pesar de mis protestas por no querer llevar la corona al final acabo llevándola. En cuanto estoy lista Kathy me deja sola, Jaden pasará por mí y juntos bajaremos las escaleras luego de que mi madre informe mi llegada, no conozco a muchos de los invitados, y por lo que sé, esta noche todos tienen obligaciones que cumplir, pero Jaden estará a mi lado todo el tiempo; como futuros reyes de todo Aluris debemoss estar juntos, la idea es muy agradable, solo que no será solo una fiesta, tendré que hablar con los seres que desean conocernos directamente y ser una princesa o lo que sea que eso signifique.
Hace poco más de una hora, mi madre vino a mi habitación para explicarme que deberé hacer al momento de entrar al salón, la situación por si sola ya era demasiado estresante, pero con tantos nuevos problemas, se volvió insufrible, debo mostrarme contenta todo el rato de la fiesta hasta que tengamos que retirarnos para ir a la reunión solicitada.
Un golpe en mi puerta me saca de mi ensoñación, me alejo rápidamente de la ventana, abro la puerta y veo a Jaden. Ya se ha vestido, usa un traje digno de un príncipe, lleva una corona dorada, su cabello se enreda entre los bordes bajos de la corona, sus ojos son color plata, lo que me recuerda que ahora podré llevar mi verdadero color, después de hoy no será necesario que los oculte casi todo el tiempo. Jaden tose ligeramente y me doy cuenta que me he quedado viendolo fijamente, lo cual hace que mis mejillas se tornen rojas.
—Luces preciosa —me halaga Jaden mientras me ofrece su mano, la tomo enseguida—, siempre lo haces, pero hoy mucho más.
—Muchas gracias —le respondo, no puedo evitar la sonrisa de mis labios, pero nunca he sido buena con los halagos—, también luces bien.
¿Luces bien? Me pregunto si no puede haber peor cosa para decir, bien pude haberle dicho que su corona le quedaba en la cabeza y hubiera sido lo mismo.
—Vamos —dice entrelazando nuestros brazos, el también está sonriendo —Todos nos esperan.
Caminamos hasta salir del pasillo de las habitaciones, empiezo a ver varias personas, invitados de la fiesta, la mayoría hace una reverencia al vernos, algunos me miran asombrados, la corona en mi cabeza debe ser señal suficiente. Llegamos a las escaleras que nos llevan al salón de baile, Jaden se detiene, puedo ver varias mesas de cristal desde mi posición, todo ha sido perefectamente arreglado, la iluminación es suave, lo que da un aspecto de tranquilidad, del techo cuelgan candelabros electricos, puedo ver las bandejas voladoras yendo de un lado a otro, los invitados conversan entre si, todos con ese porte de elegancia, la elegancia de los nobles, de quien sabe donde pertenece. No podemos bajar todavía, tenemos que esperar a que mis padres anuncien nuestra formal entrada en el salón.
Jaden llama a un guardia y le pide que le diga a los Reyes que ya hemos llegado, el guardia se mueve rápidamente. Cuando lo veo acercarse a mis padres mis nervios aumentan.
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Una chica de dos mundos
FantasyMi mayor problema es describir la historia de modo que resulte interesante, pero lo intentaré. Astrid es una chica que ha crecido en el mundo de los humanos toda su vida, o eso es lo que ella cree, para ella su mundo se ha venido abajo cuando sus pa...