Estamos tomando un rápido desayuno antes de bajar a la sala en la que estuvimos ayer, James entró a mi cuarto para despertarnos a los dos, fue un poco incómodo, pero él no parecía estar en absoluto molesto por habernos encontrado durmiendo juntos, no sé qué me ha preocupado más, que nos encontrara en la misma cama o que no le prestara importancia.
—Apúrate con ese café —dice James desde la puerta, quien está listo desde hace una hora—, no tenemos todo el día, nena.
—Debiste despertarme hace una hora —hago una mueca de dolor cuando bebo un sorbo del café, pues está muy caliente y siempre he sido muy sensible al calor—. No me culpes.
—Te culpo porque te di ese café hace veinte minutos y no te lo has acabado —entra en su habitación y su voz se oye menos, pero vuelve enseguida—, debí irme con Jaden a hablar con los otros.
—Yo no te pedí que te quedaras —murmuro, pero decido dejar el café a un lado y bajar lo antes posible, llevo un pants y una camiseta que es dos tallas más grande que yo, fue lo único que encontré en mi armario.
—Alguien debe quedarse contigo —mira mi camisa y le hago una seña para que se callé, se encoge de hombros.
Al llegar a la planta de abajo puedo ver muchos detalles que anoche no note, el lugar no es muy lujoso, pero es bastante cómodo, hay muchos oscuros por todos lados, pero son grises, la verdad sigo desconfiando de ellos, mantengo la guardia arriba, no nos entretenemos mucho en ellos, James de dirige a una puerta a la derecha de los elevadores que hemos usado, lo sigo sin pensármelo dos veces. Cuando entro puedo notar que Elijah y Jaden están en una discusión, no notan nuestra presencia.
—Que no se darán cuenta —dice en ese momento Jaden.
—¿Quién me asegura que funcionara? —le replica Elijah furioso—, es mejor no arriesgarse.
A mi lado James tose un poco para llamar la atención de los dos. Jaden voltea a vernos y su rostro se relaja al verme y me dedica una sonrisa.
—¿Qué pasa? —pregunto sin dirigirme a nadie en especifico, en uno de los sofás esta un muy serio Juran que se levanta en ese momento.
—Discuten sobre si es seguro que ustedes usen sus poderes o no y que es necesario, deberías considerarlo Elijah —mira a Elijah quien solo suelta un suspiro de cansancio.
—Muy bien, que se haga, pero si nos encuentran los matare incluso cuando ya estén muertos— nos amenaza Elijah, pero aquí ambos sabemos que eso no es muy posible, pero luego recuerdo como nos ha dejado inmóviles en aquel viejo edificio y me tenso un poco.
—No hagas amenazas — responde Jaden, lo cierto que no podemos culparlo por querer protegerse a el y a sus amigos—, empezaremos ahorita, trae una hoja en blanco y dos cuchillos y un lazo morado.
Elijah desaparece por la puerta, Juran sigue con nosotros en la habitación.
—¿Qué haras? —pregunto a Jaden, me acerco a su lado y resisto el impulso de abrazarlo enfrente de James y Juran.
—Querrás decir, que haremos, tu y yo— posa su mano en mi mejilla, una corriente de energía me recorre hasta los pies, aparta la mano un segundo después— ¿Te acuerdas de aquel libro que leímos sobre las piedras mágicas— hace una pausa y yo asiento en modo de respuesta, es suficiente para que pueda continuar— pues ese era el tomo uno, el tomo dos decía como localizarla, parece ser que se necesitan a un chico y una chica con sangre aluriana pura, deberán mezclar su sangre y verterla en una copa y luego mojar la cinta color morada con esa sangre, muchos lo han intentado pero no ha habido resultado y eso era porque bueno, la última hoja dice que estos dos deben ser mitades una de la otra, como tú y yo—añade—, pero esta información solo está en mi libro, que es el original, el resto solo tienen copias.
No sé si sentirme un poco avergonzada por esa revelación, pues ciertamente somos mitades, Juran suelta un silbido por lo bajo a lo que Jaden le responde con una mirada fulminante, levanta la manos en señal de inocencia, que no tiene.
—Bueno, pues hagámoslo —digo, señalándonos.
En ese momento vuelve Elijah con una Sophie sonriente quien lleva una cesta con los materiales pedidos, Elijah toma la cesta y la deja en la mesa, Juran se acerca a sacar los materiales de la cesta, parecen un equipo muy bien coordinado, como si sus mentes estuvieran conectadas, tomo nota de preguntar por ello.
—Muy bien —James toca los materiales con cuidado y los ordena en una fila, primero los dos cuchillos, dejando de ultimo la hoja en blanco—. Se supone que aparezcan los nombres de los lugares donde estas piedras están ocultas —dice esto más para Elijah que para nosotros.
Todos guardan silencio cuando Jaden se acerca a los cuchillos, me dice en mi mente que me acerque a el y lo hago, tomo el otro cuchillo y hago lo mismo que el, me hago un pequeño corte en mi palma, hago una mueca de dolor ante esa acción.
"Aguanta un poco, tu herida cerrara antes de que te des cuenta" dice Jaden, mientras acerca la copa y deja caer su sangre sobre ella, a continuación la acerca a mi y con la otra mano agarra mi mano cortada y vierte la sangre en la copa.
Cierro mi mano en un puño para evitar que siga sangrando pero una voz suena en mi mente.
"Ábrela, ya se sano", y en definitiva ya ha sanado, me asombro un poco ante de ello, ni siquiera sentí cuando se curó.
"Esto es mágico" rio un poco y me llega una risa suave en mi mente, levanto mi mirada de mis manos y veo esos ojos que me hipnotizan, escucho una voz que tose un poco, imagino que es Elijah y en efecto es el.
—¿Qué sigue? —pregunta una Sophie ansiosa
—Calma Gris —responde James mientras le guiña el ojo a lo que Sophie le responde con un insulto.
Jaden toma la cinta morada y la introduce en la copa, esperamos unos cinco minutos hasta que la saca y la deja caer en la hoja blanca en forma de triángulo, todos nos hacemos en un círculo alrededor de la hoja, esperamos pacientemente durante un par de minutos hasta que Juran habla.
—¿Seguro que funciona? —intenta tocar la cinta, pero Jaden la detiene sin siquiera moverse y la aleja, sé que es el porque su fuego se encendio.
—No lo toques, no se debe tocar —lo mira con tanta seriedad que Juran no dice nada— estoy seguro que funcionara.
Pasado veinte minutos no estoy segura de que funcione, pues la cinta no se ha movido de su lugar, pero seguimos en círculo alrededor de esa hoja, porque de ella depende nuestras vidas, tengo mi cabeza apoyada en el hombro de Jaden, lo demas siguen observando la hoja como si estuvieran hinoptizados, estoy a punto de decir que es probable que no haya funcionado cuando veo que la cinta empieza a desaparecer y solo queda la hoja blanca, vacia, todos lo vemos al mismo tiempo, nadie dice nada cuando las letras de color morado empiezan a aparecer y nos revelan los lugares en los que están las piedras.
—¿Ven lo mismo que yo? —pregunta un asombrado Elijah
—Lo vemos —respondo y todos empiezan a celebrar, incluida yo.
—Lo logramos bebe —Jaden toma mi cara en sus manos y me besa durante lo que parece una eternidad, pero somos separados cuando una voz nos interrumpe.
—¿Enserio?, búsquense una habitación —murmura Juran y mis mejillas se tornan de color rosa.
—Ya lo han hecho —le responde un muy distraído James, quien se ríe al notar mi cara de vergüenza.
—Chicos tenemos un pequeño problema —La preocupación de Elijah nos saca de nuestro breve intercambio de palabras y hace que me olvide de la reciente escena, aunque Jaden y yo solo hemos dormido.
Veo la hoja al mismo tiempo que los demás y en efecto tenemos un serio problema.
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Una chica de dos mundos
FantasiMi mayor problema es describir la historia de modo que resulte interesante, pero lo intentaré. Astrid es una chica que ha crecido en el mundo de los humanos toda su vida, o eso es lo que ella cree, para ella su mundo se ha venido abajo cuando sus pa...