Capítulo 8

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Cuando el fin de semana acabo, todos volvieron a Daegu a excepción de Seungcheol, quien tomaría le puesto como alfa líder de esa manada, pues era lo que hubiesen deseado sus padres, y es lo que ese pueblo deseaba.

Namjoon y Jin regresaron a la ciudad de Daegu, pero ahora con un pequeño bebé en brazos, y el pueblo estaba feliz por ello, el pequeño niño parecía que obtendría el mismo afecto que los otros dos bebés de esa casa.

Cuando entraron en el que era su hogar, Jimin observo a su esposo con el pato en sus brazos, pues por petición suya este debió cargarle ya que el suelo estaba caliente y el animal no debía caminar así. La pareja fue directamente a la que era su habitación, la casa lucia diferente con la mezcla de guardias, pues la seguridad había sido reforzada, pero Yoongi se sentí tranquilo con ello.

Jungkook observo a Yugyeom al ver que empezaban a quedarse solos, pues Tae y Hoseok siguieron la idea de Jimin y Yoongi, estaban cansados y los bebés, igual.

Aquellos adolescentes no habían hablado hasta el momento y Kook no quería hacerlo, por lo mismo hizo una pequeña reverencia para los que quedaban y corrió para encerrarse en la que era su habitación, Yugyeom pensó en si ir, pero prefirió dejarle solo.

Jungkook lanzo a la cama la maleta que había llevado a ese viaje, camino un poco por la habitación sintiendo sus manos temblar, pensó muy bien que hacer, si estaba preparado para leer o no, al final junto valor y se lanzó también en la cama para abrir la maleta y buscar de nuevo aquella libreta.

Era el diario de su madre, un diario que hablaba de cómo era la vida de su ella junto a su padre Sungjin, pero los escritos de este se cortaban antes del nacimiento de Jimin y ninguna buena sensación se producía en Jungkook por eso, además de que las ultimas hojas estaba arrancadas y su mente no dejaba de bombardearlo con las posibilidades de tal acción.

—O es Jimin, o soy yo—. Dijo Jungkook tomando los demás sobres para leerlos.

Algunos eran poemas que no pertenecían a la letra de su madre, además de que eran de amor, tiempo después Jungkook descubriría que eran de Sungjin.

Mientras seguía leyendo aquella libreta encontró algunas hojas faltantes, nada realmente importante en ellas había escrito, todo parecía correcto, a excepción de un sobre diferente, Jungkook temió, pues sabía que el escudo que este traía este pertenecía a Daegu. Lo pensó más de lo que le hubiese gustado, peor al final saco una carta de allí.

Las letras eran completamente diferentes a las de su madre.

...

Ni siquiera deseo darte un tipo de saludo, me parece una falta de respeto siquiera que tuvieses el valor de escribirme, Sungjin.

No, no entiendo a qué viene tal acto y no pensaba responder a esto, pero lo hice y es que tu acusación me obligo a ello.

¿Acaso estas amenazándome? ¿Crees que iré a prisión por violación? ¿Cuál violación? ¿Ya enloqueciste?

¿Comprendes que tus acusaciones son realmente graves?

Lo que sucede es que te sigue doliéndote que haya sido yo su primer amor.

Ella sigue amándome, pero tu haz arruinado todo, lo has arruinado al casarte y tener aquel mocoso con ella.

¡Robaste lo que era mío y te enoja que lo utilice de nuevo!

Deseando que tu muerte llegue pronto, Youngsoo.

...





Nada quedo claro para Jungkook en esa carta, sólo más hipótesis aparecieron en su mente, lastimándole profundamente, pero estas fueron comprobadas en el mismo momento en el que descubrió que dentro de ese sobre había otra hoja, no parecían perecer al mismo sobre, pero ambas cartas traían el mismo escudo de Daegu.





Lo bonito de tus ojos (Segunda temporada) [YOONMIN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora