Lo bonito de tus ojos (Segunda temporada) [YOONMIN]

Capítulo 22

Jimin observo el reloj impacientemente, pues su hija regresaba siempre el domingo antes de las 8:00 pm, por lo que pronto sucedería aquello. Ahora mismo estaba en su cama, observando algunos papeles para el nuevo lugar que abriría, cuando la puerta de su habitación fue tocada.

— Adelante—. Dijo Jimin viendo a uno de sus tíos aparecer.

— ¿Estas ocupado? —. Pregunto el hombre en la puerta.

— No, sigue—. Invito Jimin a este, quien se adentró para sentarse en la cama frente a él.

— Quería hablar contigo de un asunto—. Pronuncian aquel hombre.

— ¿Sobre qué Tío? —. Pregunto a Leechan quien era el que estaba allí.

— Me preguntaba ¿Encontraste ya alguien que te ayude con las finanzas y el manejo de la pastelería? —.

— No, estoy pensando en ocuparme de ellos también mientras encuentro alguien de confianza—.

— Es mucho trabajo para ti, pero tu tío te tiene la salvación, uno de los hijos de unos amigos acaba de llegar a la ciudad, me preguntaba si podías darle empleo—.

— ¿Sabe de ello? —. 

— Bueno, le gusta el arte y el chico se graduó de leyes y administración en la universidad de...—. El hombre sonrió porque no podía mentir en ello, ya suficientes mentiras llevaba él encima. —Daegu—.

— ¿Es de Daegu? —.

— No, sólo estudio allí—

— ¿Confías en él? —.

— Por supuesto, y confía también en tu tío, ese chico hará el trabajo bien—.

— Bien, entonces dame su currículo—.

— No lo tengo, pero te lo llevara mañana, se lo pediré—. Dijo el hombre poniéndose en pie. — Entonces iré a llamar a mi amiga y le diré que su hijo podrá ir mañana a trabajar—.

— ¿Si quiera sabes su nombre? —.

— No—.

— ¿Entonces como sabré quién es? —.

— Por qué va a ser un hombre atractivo y además el único que dirá que va de mi parte—. No, ello no dejaba tranquilo a Jimin. —Bien, te dejo, ah, cierto—. Dijo como recordado algo. — Yeji está bajo, no ha subido porque la vas a regañarla —. 

— ¿Por qué? —.

— Baja y velo por ti mismo—.

En la mente de Jimin cursaron todo tipo de opciones a lo que su tío dijo, pero no, jamás se imaginó que aquello era por lo que podría regañar a su hija.

— ¿Qué es eso? —. Pregunto Jimin escuchando aquel graznido y viendo como aquel animal de plumas amarillas las revoloteaba con alegría.

— ¡Cuak! —. Jimin observo a su fiel acompañante ir allí y tomar uno de esos animales, siendo el otro quien enloquecía al verlo, pero valientemente Jimin corrió subiéndose al sofá, pues no entendía que quería aquel pato.

— Yeji toma esa cosa—. Le pidió Jimin a la niña, quien obedientemente fue por este.

— Se llama pato—. Le dijo la niña a su padre. — Papá Yoon me dejo traérmelo—.

— ¿Y me pediste permiso de eso? —.

— Papá dijo que te alegraría, porque era tuyo—. Jimin frunció su ceño observando al animal luchar por ser liberado por la niña.