Capítulo 29

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Cuando Jimin cerró la puerta tras sus espalda pudo sentir como esos ojos se clavaban con fuerza en él, eran extraños al punto en que su piel se erizaba por la fuerza de estos, pero la sensación que daba a su estómago era una mezcla de dolor y miedo, comprendía el dolor, pues era a causa de aquel celo que entendía que sólo estaba en él por el hombre frente suyo, pero el miedo no dedujo la causa de ese temor, aun así su lobo fue bastante valiente porque no dudo en acercar sus pasos al alfa, el cual le tomo con rudeza del brazo y tiro a su cuerpo.

El aroma hizo que sus piernas temblaran un poco, era cautivador y aunque su interior seguía temiendo un poco trataba a si mismo de decirse que era mentira, que ese hombre nunca le daño y que lo que creía de este era completamente herrado.

Jimin parecía más cuerdo de los dos y era así, por lo mismo comprendía del porque la fuerza con la que Yoongi rodeo su cintura ya que al ser este un alfa y más que nada un líder, aunque no ejerciera su cargo su celo tomaría la rudeza que solían usar estos lobos en ese momento.

Fue así mismo como Jimin termino en el suelo de su habitación, golpeándose la cabeza sin daño preocupante mientras aquel hombre arruinaba su ropa al quitarla sin ningún cuidado y mientras clavaba sus dientes en cada porción de piel que veía, no, no fue agradable, era doloroso y en algunos momentos su piel fue completamente perforada por esos dientes al punto en que un poco de sangre se unió.

— Sunbaenim, espera—. Jimin vio a este para, pero lucio molesto.

— No—. Escucho Jimin la gruesa voz mientras el cabello claro de ese chico caía un poco en su frente, pero aun así podía ver las letras que se asomaban en esta.

— Soy tu hyung, tu alfa, tu amor, no me llames de otra forma—. Jimin se burló, pero esta murió cuando sus labios fueron por fin besados, pero le fue al principio muy complicado de seguir el ritmo, era rudo, veloz, húmedo y muy lascivo, pero por lo mismo Jimin parecía maravillado por todo ello, además de que debía de agregar el hecho de que todo el ambiente se había llenado de las feromonas del alfa, al punto en que parecía ahogarle al apoderase del oxígeno, pero sinceramente Jimin ahora consideraba ello una buena manera de dejar el plano terrenal.

— Vamos a la cama, por favor—. Suplico una vez que pudo hablar, pero los labios de Yoongi no se alejaron tanto, pues fueron a besar sus mejillas y a centrarse en su cuello, succionado y mordisqueando la piel, pero ya no parecía encontrarse doloroso para el omega, quien había comenzado a sentir el único dolor en su entrepierna clamando por sanación.

Yoongi si escucho sus palabras, pero rudamente le tomo del mentó poniéndole en pie, sí, eso dejaría una marca allí. — Alfa, suelta—. Pidió Jimin y Yoongi lo hizo, pero solamente para hacerle caminar de espaldas y con brusquedad lanzarlo en la cama.

Bien, ellos ya habían estado juntos muchas veces, era obvio para Jimin, pues tenían una hija después de todo y aunque no recordaba nada de eso, recordaba lo recientemente sucedido, había sido muy bueno, pero un poco más tranquilo, aunque siendo sincero no lo fue, pero ahora viendo la rudeza que llevaba esta actual situación lo creía así, porque era evidente que esa palabra no iba a suceder ahora mismo, las venas en sus brazos y ese extraño brillo en sus ojos dejaban en claro a Jimin que meramente iba a tener al lobo del hombre y este no parecía ser cuidadoso en lo más mínimo.

Jimin sonrió para quitar su desastre de camisa, se sitio triste porque no iba a poder usarla nunca más, ya que los botones de esta no existían ahora y el desgarre que se produjo en esta era evidente que no tendría solución alguna y cuando levanto sus ojos vio al lobo luchando por quitar con delicadeza los botones de esa camisa un poco satinada y azul.

— ¿Arruinaste mi ropa, pero no quieres arruinar la tuya?—. Pregunto con la sonrisa marcada en sus labios.

— No es mía, es tuya, no puedo arruinar tu ropa, te enojas—. Jimin observo aquella camisa, no lucía mal, la verdad si pudiese escoger sus prendas no le molestaría usarla, por lo mismo creyó en lo dicho, además el lobo parecía sincero y fue así que le llamo con su mano viendo a Yoongi obedecer y acercarse, entonces se levantó para ser él quien soltara los botones de esta, encontrándose con esa clara y blanca piel manchada con las rojeces producidas por la excitación del lobo.

Lo bonito de tus ojos (Segunda temporada) [YOONMIN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora