Capítulo #24

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No sabía que Sakura tuviera una vista impresionante desde la terraza de su casa y no me refería principalmente a la vista de Konoha si no más bien a la vista del cielo estrellado que se podía apreciar desde allí. No lo pensé un minuto más y baje las gradas directo a la cocina.

—¡Un minuto más!—susurro la Sakura mientras le daba vueltas a la cacerola con arroz.

—¿Tienes una manta?—pregunte y sin querés mi estómago hizo ruido. No había comido en todo el día y había dejado el incipiente desayuno con la enfermera. No era una buena combinación y prueba  de ello es que había gastado más chakra de lo normal con el rinnegan.

Sakura río pero al ver mi expresión de fastidio me señaló un armario que está en la misma sala.

—Gracias

Camine hacia el y al abrir, una pila de cosas me cayeron encima. Sakura se puso roja inmediatamente pero al quitarme lo que sea que me halla caído encima, ella fue más rápida y lo volvió a meter en la caja sin nisiquiera mirarme.

—¿Que es eso?—pregunte por su forma tan rápida de esconder las cosas. Me parecía extraño.

—No es nada importante

Eso era mentira

—Mientes

—No quiero que lo veas—murmuro nerviosa.

—¿Porque?

—Es un kimono para la ceremonia de matrimonio.

Sakura bajo la cabeza y  tomo la manta de cuadros que estaba buscando. La puso en mis manos y luego se dio la vuelta para regresar a la cocina mientras mi mente era un total signo de interrogación.

—¿Porque no quieres que lo mire?¿Temes que lo queme porque tiene bordado el símbolo del clan Uzumaki?—dije con sarcasmo y tuve que contenerme para no reír.

Sakura abrió los ojos sin poder creerlo. No estaba feliz de descubrir esto en su armario. Total estaba apunto de casarse en menos de seis días pero ahora que sabía que era cosa del pasado, ya no había nada que me quitara mi buen humor.

—No quiero que lo quemes— y rehuyo mi mirada como si fuera aún una segunda opción, como si de un momento volviera a desaparecer.

—¿Aun crees que podría dejarte?

—No lo se, pero esa no es la razón

Bufé algo molesto pero decidí tomar la manta y marcharme hacia la terraza. Sakura no lo impidió y regreso a la cocina. No sé en qué términos quedábamos pero que ella tuviera un az bajo la manga por si las cosas no funcionaban. No me hacía feliz pero si lo pensaba mejor ¿Cómo podía echarle la culpa?

Coloque la manta sobre el suelo y la acomode de modo que tuviéramos la mejor vista del cielo. Luego baje sin que ella se diera cuenta y tomé los cojines del sofá. También unas velas que tenia sobre una mesa y por último un cerillo.

No sé porque lo estaba haciendo pero quería dejar en claro mis sentimientos. No podía perder a la única persona que realmente quería en mi vida por un pergamino que no tenía vuelta atrás. Mis planes ahora era recuperar a Sakura y desmostrale a Naruto que no había tenido nada que ver con el suicidio de Hinata. Eso esperaba.

Acomode todo sobre el suelo y baje nuevamente las escaleras. El olor a comida y a tomate me recibió de lleno. Era agradable como estar en casa hasta que mi suerte se volviera a acabar.

Sakura estaba en el sofá con la cabeza metida entre las rodillas. Parecía que estaba llorando y cuando levantó la cabeza su mirada me topo de lleno. Sus ojos parecían tristes y en su mejilla rodaba una lágrima.

—¡Sakura!

—Pensé que te habías ido—pronuncio y me sentí tan mal. Sus sentimientos a ese punto debían estar destrozados sin saber que terreno cruzaba am enamorarse de mi pero no podía evitar sentirme feliz de alguna manera y no importante el tiempo, ella siempre parecía amarme. Aun que no lo mereciera.

Cruce la sala y me senté junto a ella.

—Estaba en la terraza—dije mientras ella se acurrucaba en mi pecho. Era extraño pero Sakura había pasado demaciadas cosas y a este punto su miedo era normal.

La tomé de la mano mientras ella tomaba la bandeja de comida y juntos subíamos a la terraza.

—¡Sasuke-kun!—Exclamo mirando las velas y la manta llena de cojines.

—Tienes un cielo hermoso en este lugar

Sakura sonrío y dejo la bandeja por un lado. Me senté en los cojines y le hice un huequito para que se sentara a la par de mi.

—Solía venir aquí a imaginar los cielos estrellados que te acompañaban. Realmente quise pertenecer a esos recuerdos.

No me esperaba esa clase de confesiones  y quizá me estaba imaginando como sería emprender un viaje a su lado. Por un tiempo indefinido.

—Quizá después me encantaría que lo hicieras—le dije en modo de sugerencia. No cualquier persona estaba estaba diapuesta a alejarse de su hogar y ni yo podía hacerlo por un largo tiempo. Este era mi hogar y odiaba realmente que se estuviera convirtiendo en el mismo infierno.

—Lo haré—susurro tomando una bola de arroz y poniéndola entre sus labios.

No sé cuánto tiempo transcurrido en un profundo silencio comiendo bajo la luna y las estrellas. Era un silencio bastante cómodo y sentí que por fin habíamos pasado lo peor. Las pequeñas velas a nuestro alrededor se acabaron y junto a ello empezó a bajar la temperatura como seña de que estaba empezando a ser de madrugada.

Sakura se había quedado irremediablemente dormida pero estaba empezando a perder calor así que como pude la tomé en brazos y la baje a su habitación. Después de tantas noches sin poder dormir, está por fin  sería diferente.

—Buenas noches Sakura—susurre

Termine de taparla y cuando me pensaba ir, ella me detuvo.

—Antes que te vayas, me gustaría hacerte una pregunta.

Sentí como mi corazón se detuvo por un momento, presentía que la pregunta nos arruinaría la magnífica velada que habíamos tenido.

—Regresare, solo necesito solucionar un problema antes.

Sakura pareció hacer oídos sordos, tal vez porque se notaba que estaba medio dormida.

—Jurame que no tuviste nada que ver con la muerte de Hinata.

Suspiré pesadamente

—No lo se

Sakura frunció el seño

—No lo sabes o lo lo quieres decir.

—No me acuerdo—respondí y esperaba que me creyera.

Sakura se dio la vuelta, dándome la espalda. Nos sabía  si estaba molesta pero no rechazo que le acariciara su cabello para tranquilizarla.
Eran mechones muy suaves y su aroma de llegó de lleno a los pulmones. Necesitaba con urgencia que su amor fuera suficiente para perdonarme.

—Tengo que hacer un viaje, no sé cuánto tiempo voy a tardar. En ese tiempo quiero que pienses si podrías perdonarme la muerte de Hinata y si a pesar de eso estarías a mi lado.

Había sido contundente y pronto averiguaría si realmente tenia algo que ver con la muerte de ella y hasta que punto estaba involucrado...

Había sido contundente y pronto averiguaría si realmente tenia algo que ver con la muerte de ella y hasta que punto estaba involucrado

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