Capítulo #37

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—¡Sasuke!¡Maldito malnacido!—grito una voz al final del pasillo. Venía hacia mí y ante lo inminente ni siquiera pude ponerme en pie. Mi mente estaba en otro lado, en otro lugar tratando de hacer más fácil mi angustia y las ganas de arrancarme el corazón.

Estaba sentado en una banca con la cabeza agachada pensando en lo que apenas hace unas horas ocurrió. No sabía cómo lo había hecho pero en cuanto el muro de piedras me separo de Sakura, empezar a gritar su nombre como un loco y al no recibir una respuesta me volví un animal. Maldije solo tener un brazo y mover con tanta lentitud las interminables piedras. Tampoco me importó ver mis dedos sangrar al cortarme con algunas de esas rocas.

El polvo también se había convertido en mi peor enemigo, tanto que mi vista y mi garganta se vieron afectados pero eso no me detuvo. Seguí escarbando, tirando piedras y gastando hasta la última gota de mi chackra para encontrarla. No me podía rendir, ella era mi vida.

Los minutos se hicieron largos tanto que temí que el poco aire que quedaba en la cueva se terminará. Mis pulmones para ese momento ardían como el infierno y trataba de inhalar aire puro entre el polvo.

Y cuando por fin pude remover la piedras mi corazón pareció detenerse nuevamente. Sakura estaba en medio de todo debajo de una pila de escombros y piedras. Su rostro estaba sucio pero también están pálido y sus ojos estaba totalmente cerrados. Su chackra comenzaba a ser imperceptible y a penas si podía respirar.

Me tiré al suelo junto a Shun que lloraba a mares mientras intentaba quitar la roca que están en su espalda. La que a mí parecer le impedía respirar. Sus uñas y dedos no estaba mejor que los míos.

—¿Que fue lo que pasó?—pregunte y no era capas de reconoce nisiquiera el tono de mi voz.

—El..ella—tartamudiaba mientras veía como si cuerpo temblaba—Ella me salvó

Cerré los ojos con fuerza, ella era más que la imprudencia andando y ni siquiera le importó que ahora estuviera al borde de un colapso. Logré quitar la piedra de encima usando mi Chidori y con mi Katana movía las piedras medianas usándola como palanca.

—El muro iba a caer sobre mi pero ella me cubrió. Lo lamento Sasuke-Kun.

—¡Solo ayudame!—Le grite y ella inmediatamente se calló y siguió quitando piedras de encima.

En cuanto logramos descubrir su  cuerpo, sus ojos verdes se abrieron y lentamente pronunciaron mi nombre. La tomé en brazos como pude y me preocupo ver como diminutos quejidos salían de su boca.  Recuerdo haber murmurando en es momento cosas como "ya estás a salvo" "Resiste" pero en un momento de pánico en el que cerró sus ojos  mientras sus brazos debajaban de agarrar mi capa, le grite algo parecido a "No te atrevas a dejarme" "Molestia".

Lo demás es un simple borrón pero la habia traído al hospital de la aldea y después de eso nadie me ha venido a informar nada. Quería pensar que las peores noticia se sabían primero pero la angustia de no poder hacer nada por ella, me carcomia lentamente.

Los pasos de la misma persona que me había gritado hace pocos minutos resonaron a pocos centímetros de mi y luego se quedó en silencio observandome solo por un momento. Sabía que estaba sucio, que mis manos sangraban y mi ropa tambien estaba bastante maltratada. En ese momento quise ver a mi amigo, el que ponía su mano en mi hombro y me consolaba a pesar de que no lo mereciera pero eso no pasaría esta vez.

—Parece que no te conformas con haber sido el culpable de la muerte de Hinata, tambien quieres matarla a ella.

Apreté los dientes hasta que me dolió la mandíbula. Con qué derecho venía a decirme que quería matará a Sakura. Ni siquiera tenía la certeza que fuera mi culpa que Hinata estuviera muerta y tampoco sabía que posiblemente las cosas no fueran así.

—No fue mi culpa—susurre sin nisiquiera mirarlo y lo decía tanto por Hinata como por Sakura.

—No, pero debiste protegerla.

Apreté mis puños y levante la mirada. Ya no era el mismo Naruto de siempre y la persona que estaba delante de mí solo era la sombra de lo que algún día fue mi mejor amigo. No podía culparlo pues parecía que la vida se encargaba de separara a las personas que habian demostrado tener algún sentimiento hacia mi distinto al odio.

—¡Solo vete!— quería que sonara a advertencia pero sonó más a una súplica.

—Tu eres el que debería marcharse—dijo tajante sin moverse ni un milímetro de su sitio.

Ese fue el detonante de todo y no pude controlar.  Me pare para tomarlo del cuello y empujarlo unos cuantos metros. Las enfermeras alrededor contuvieron el aliento y trataron de detenerlo diciendo que estaban dentro de un hospital pero el por supuesto no se detuvo.

Su puño impacto de lleno en mi mentón y me hizo retroceder unos pasos.

—Yo soy su prometido, tu no eres nadie en su vida—Me grito y ante eso no pude evitar quedarme con la boca abierta para luego reír con ganas.

—¿Eso crees?—le pregunte moviendo mi mandíbula para ver si había sido fracturada en el golpe.

—¿Por que lo dudas?—dijo cruzando sus brazos.

—Ella te dejo por mi y ahora ella acepto casarse conmigo. Así que no vengas a tratar de engañarme con mentiras.

Los ojos de Naruto se abrieron tratando de asimilar mis palabras y su boca se abrió varias veces intentando decir algo al respecto.

—¡Mientes!

Sabía a qué se refería pero no tenía ánimos de  pelear o de siquiera contarle cómo había sido de romántica mi proposición de matrimonio.

—Si quieres puedes preguntarle pero no ahora.— le dije mientras me volvía a sentar en la banca para esperar noticias.

Por un momento pensé que se sentaría y esperaría conmigo pero simplemete se dio la vuelta y se marchó. Algo dentro de mí me decía que lo que sucedió no se quedaría así y que muy pronto tendría noticias suyas. Lo conocía y a pesar de todo sabía de qué madera estaba hecho. Sabía que la terquedad estaba disuelta en sus venas y que lucharía hasta las últimas consecuencias por Sakura.

Y ahora la pregunta era ¿Quién podía hacerla más feliz? Y ¿Quién era más merecedor de su amor? ¿Naruto o yo?...

...

¿Creen que Naruto se quedará así?... Espero sus conspiraciones?

Van 4/5

Nos vemos pronto
Lia Diso 💘

Siete DiasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora