Capitulo #49

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La lluvia no a dejado de caer pero eso no me impide correr con dirección a la cueva donde sellamos a la hechicera. La barrera sigue intacta alrededor de la cueva y me toma un par de segundos tomar el valor suficiente para entrar

—¿A qué vienes?

Me pregunta una voz débil bastante molesta pero no le contesto hasta que estoy a unos pasos de ella. Las piedras que antes la tapaban ahora no están, como si nunca viera existido el temblor que hizo que parte de la curva cayera sobre nosotros.

La hechicera levanta la cabeza y sus ojos se abren como platos al verme vestido con el traje tradicional de boda, mojado y sucio.

¿Te han dejado plantado?¿Quieres que le haga un hechizo para que no deje de amarte?

Se burla y tengo que contenerme para no terminar con todo.

—No

—Ya has comprobado por tu propia cuenta que funciona. Mira a Hinata Hyuga.

Vengo a hacer un trató

La hechicera dejo de reír y empezo a tomarse las cosas encerio. entrecerró los ojos y junto sus manos.

—Sabes por lo único que haría trato. Liberarme.

Me mordí el labio para evitar decir una estupidez. En este momento necesitaba ponerla de mi lado. Solo ella podría ayudarme con el antídoto antes que fuera demaciado tarde.

—Tengo algo mejor pero a cambio quiero que me entregues el antídoto.

La hechicera al oir de que se trataba el trato, captó rapidamente de que se trataba y no tardó en comenzar a reír.

Asi que tú mejor amigo termino dándole el veneno a tu prometida, me imagino. ¡Que triste!. Tengo el antídoto pero a cambio solo deseo mi libertad.

Rode los ojos con molestia.

—Eso no es lo único que quiero... También quiero que le devuelvas sus recuerdos a Hinata.

La hechicera levantó una ceja sorprendida. No esperaba que pidiera algo bueno para la persona que le había pedido el veneno pero ella no sabía cómo habían sucedido las cosas.

Ella tomo unos segundos en asimilar todo.

Trato hecho

Aun no hemos llegado a un acuerdo, no estoy negociando tu libertad. Estoy negociando algo mucho mejor.

No hay nada que me interese más que mi libertad y si no me la da pronto. Ella morirá.

Tomé una larga respiración y metí la mano en mi bolsillo hasta dar con la estrella de madera. Tenía miedo que ya no quisiera su corazón de vuelta y no sabía que iba a suceder si rechazaba el trato.

Extendí mi mano y le enseñé la estrella de madera. Por un momento pensé que no lo reconocería pero la estrella en mis manos latió, dando por echo lo que contenía en su interior. Los ojos de la hechicera se abrieron y una lágrima cayó en el suelo provocando que un leve temblor se hiciera presente.

—¿Hay trato?—le pregunté

Ella extendio sus manos hacia mi pero yo aleje la estrella, llamando su atención, parecía en shock y a la vez era como si ella empezará a ablandarse.

—¿Có..co..como lo encontraste? Pensé que lo habían destruido.

Taro lo tenía

Sus ojos se oscurecieron y su vista se perdió por un momento. Era obvio que no se esperaba que Taro tuviera su corazón, total todo este tiempo la había estado manipulando.

Tu ganas

Coloque la estrella en sus manos haciendo que el corazón palpita más rápidamente y con un simple electricidad la hechicera rompió el contenedor y saco frente a mis ojos el corazón. Un corazón vivo en su máximo esplendor, latiendo fuertemente. No tenía palabras para lo que estaba viendo y de no ser por qué en la vida he visto cosas peores, logré mantenerme en pie en el momento que ella abrió con un kunai su pecho y metió su corazón.

Su piel morena casi grisácea se volvió blanca y su cabello paso a ser de un tono pelirojo pero lo que realmente llamó mi atención fue el rombo en su frente. No podía creer lo que mis ojos estaban viendo y ahora más que nunca entendía la rivalidad entre el clan Senju y el clan Uchiha.

—¿Usted es....

—Eso no importa...Lo único que importa ahora es regresar todo a la normalidad...Lo lamento, Sasuke Uchiha.—Dijo mientras tomaba un kunai y se cortaba el cabello de la parte de adelante para formar un fleco y esconder el byakugou. No entendía por qué no quería que nadie lo supiera pero no hice más comentarios al respecto.

—Sabes que tengo poco tiempo para darle el antídoto a Sakura. ¿Donde esta?

Ella asintió.

—El veneno fue creado exclusivamente para ustedes así que la cura no es para nada complicada. Solo tienes que darle a oler una flor de cerezo.

—Debes estar bromeando, los cerezos no crecen en es...—me interrumpi a mi mismo al pensar en los arreglos florales de la boda destruidos con excepción de la flor que adornaba el cabello de Sakura.

Me di la vuelta para salir de la cueva pero ella me detuvo.

—Tienes que liberarme para que pueda regresar todo a la normalidad.

Aun no confiaba en ella después de lo que había hecho pero no me quedaba más opción. Esa era la razón por la que había venido ha este lugar y a pesar que se había complicado las cosas, quería regresar a Konoha y que todo fuera más que una pesadilla que por fin llegó a su fin.

—Debes confiar en mí... Te prometo que no tengo malas intenciones—juro con una mano contra si pecho, donde ahora estaba su corazón.

—Que me da la seguridad que no mientes.

Ella suspiro cerrando los ojos y se tardó unos segundos en responder.

—Ve y dale el antídoto a Sakura. Si funciona regresas y me liberas.

Asentí y corrí en dirreción a la playa. Ya me había tardado casi dos horas en ir a buscar a la hechicera. No quería que fuera ya demaciado tarde. Cuando llegue vi la desesperación de todos y como al verme sonrieron esperando que trajera buenas noticias.

—Dime que tienes el antídoto.

Asentí al mismo tiempo que Shun derriba la barrera. Sakura no se veía mejor que antes y su piel estaba empezando a ponerse de nuevo grisácea. Estaba a punto de perderla.

Levante su cabeza para buscar la flor de cerezo que la había acompañado en la ceremonia pero cuando lo hice, la flor ya no estaba.

—¿Donde esta la flor?

—De que estas hablando

—De la flor de cerezo que estaba en su cabello.

Shun negó con la cabeza

—Eso no era una flor de cerezo si no una  camelia. Ya debes saber que en este lugar no crecen las flores de cerezo.

Mi alma cayó al piso. No puedia creer que hubiese confundido las flores y ahora que iba a hacer...

...

Ufff ya estamos en el final, realmente espero que encuentren la flor de cerezo o ya nada.

Nos vemos pronto mis mariposas.

Besos y abrazos
Lia Diso 🌈

Siete DiasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora