Capítulo #38

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Un tímido toque en mi espalda hizo que me pusiera de pie inmediatamente.

—¿Cómo está?—le pregunte al ninja médico que me observaba a través de sus lentes.

—Ella está bien, es fuerte. Solo tiene un par de raspones.

Sus palabras me regresaron el alma al cuerpo y sin pensarlo dos veces corrí a su habitación. Toque la puerta esperando que quizá estuviera dormida pero cuando la abrí me encontré con que ella ya estaba de pie y vestida. Lista para irse.

—¡Sakura!

Ella se dio la vuelta y sus ojos verdes me sonrieron mientras corría a abrazarme.

—¡Sasuke-Kun!

—Me alegro que estés bien

Retire un mechón rosa de su rostro y no sé qué apariencia dio pero ella me volvió a abrazar y supe que ella sabía lo que yo sentía en ese momento.

—¡Estoy bien!

—Eres una imprudente—le dije sin saber que más decir. Por dentro tenía muchas ganas de decirle lo imprudente que había sido pero tenerla frente a mí me desarmada por completo.

El ninja médico que la había atendió entro en ese momento y como si se conocieran de toda la vida, paso delante de mí e hizo que Sakura se sentará en la cama.

—Me juraste que tomaría un descanso y por esa razón accedí a darte el alta. No me hagas arrepentirme.

Sakura se avergonzó completamente pero asintió.

—Asi lo haré

Minutos más tarde salíamos del hospital, mientras el sol empezaba a esconderse dejando a nuestro alrededor un paisaje pintado de naranja.

—Naruto te estuvo buscando—Le dije sin poder esconderlo pues no quería que Naruto contará su propios versión.

Sakura pareció sorprendida al principio pero luego se calmó.

—¿Y que sucedió?

Quería haberme quedado callado, tal vez no era el mejor momento para que se enterarse de nuestra pequeña pelea pero quería que estuviera preparada.

—Hubo un pequeño enfrentamiento y le dije que habías aceptado casarte conmigo.

Sakura se detuvo y me vio como si me hubiese saludo una segunda cabeza.

—Me imagino que no lo tomo bien

—Creo que lo tomo mejor de lo que pensé.

Y no era mentira, por un momento creí que me golpearía de nuevo o esperaría a que Sakura se lo dijera pero que se diera la vuelta para marcharse no, definitivamente no era lo que esperaba.

Sakura suspiro.

—No es como si nos fuéramos a casar mañana pero me viera gustado decírselo yo misma.

—Lo se

Sabía del cariño especial que Sakura le tenía y sabía que ella misma después de haber roto su compromiso con el, le hubiera gustado por lo menos darle una explicación de por qué había tomado ahora está decisión. Era obvio que iba afectarle pero Sakura pensó que quizá si ella se lo decía, las cosas serían un poco más fáciles.

Sakura volvió a suspirar

—¿Que pasó con la hechicera?—me pregunto para cambiar de tema.

Suspiré, no era exactamente un tema que quiciera tratar pero sabía que la parte noble de Sakura no se quedaría tranquila hasta que no le diera una respuesta y a ciencia cierta lo peor es que no estaba para nada seguro de que había sucedido con ella.

Siete DiasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora