Naruto empezó a buscar algo en sus bolsillos con urgencia pero al parecer no lo encontró y voltio en dirección Hinata. Su expresión se volvió sombría y confusa. Lurgo se levantó de la arena escupiendo la sangre acumulada en su boca por el golpe que le había dado.
—Hinata...
La máscara de Hinata cayó en ese momento y sonrió con suficiencia miéntras levantaba los brazos en señal de rendición. Ni siquiera reconocía a la Hinata que estaba viendo, la que era capas de envenenar a una de sus amigas más cercanas.
—Fácil, yo tengo el antídoto pero a cambio soltaran a Taro.
Apreté mi mandíbula con fuerza y active el Sharingan provocando que ella activará el Byakugan. Pero Naruto se interpuso entre nosotros y su mirada trasmitía mucho dolor.
—¿Hinata?—repitió Naruto levantando la cabeza y haciendo que todo su cuerpo se convirtiera en modo sabio. La cola de Kurama volvió a salir de su cuerpo pero esta vez usando las nueve colas y trato de apresarla. Hinata era hábil pero no tardó en ser atrapada por Naruto.
—¿Donde esta la cura?—pregunto Naruto acercando Hinata a su cuerpo pero ella hizo una mueca de asco.
—Ya sabes lo que tienes que hacer.
Naruto negó con la cabeza y la vio a los ojos tratando de encontrar el amor que había perdido pero solo consiguió que Hinata lo empujara. Si Naruto no lograba sacarle la información, yo lo haría y no sería nada agradable para ella. Mis pensamientos se vieron interrumpidos por la risa de Hinata.
—Te haces la víctima pero bien sabes que el veneno te lo dio la hechicera a ti para que lo matarás.
—Yo lo tome para evitar que otro lo hiciera, no pensaba envenenarlos. Además tú me lo robaste, después que me pediste que te hiciera el amor. Me engañaste solo para robarme el veneno. ¿Por qué lo hiciste?
—Tenia que hacerlo pero no creas que sentí algo. Yo solo he amado a un solo hombre toda mi vida y es Taro.
Naruto bajo la cabeza, analizando sus palabras y pensé que al final Hinata no había recuperado sus recuerdos. Nos había engañados a todos haciéndonos creer que ella había recordado todo al tener a Naruto a su lado. Solo había estado esperando el momento ideal, cuando nuestras defensas estuvieran bajas para evitar que Taro pagará por lo que había hecho y por esa razón Taro sonreía aún después de haberlo sellado.
No sabía cómo ayudarla, no sabía cómo iba a regresar a Sakura a la vida si Hinata no nos decía donde estaba el antídoto. Pero no creería sus palabras y no dejaría libre a Taro después de todo el mal que había causado.
Active mi Sharingan y espere a que viera en mi dirección para poder ver dentro de su mente. Quizá aún no podía desbloquear sus recuerdos pero de laguna manera tenía que encontrar el antídoto.
—¿Como pudiste engañarnos de esa forma?—pregunte agachando la cabeza, iba engañarla igual como ella lo había hecho con nosotros.
Hinata río y voltio en mi dirección.
—Son tan estúpidos que es muy fácil engañarlos.
Reí y levante la cabeza rápidamente tomando sus ojos en mis pupilas. Logré meterme en su mente y vi como había planeado matarnos a mi y a Sakura para que Naruto liberará a Taro pero sus planes no habían salido por qué yo era inmune a los venenos y Sakura era más fuerte de lo que pensaba.
También pude ver que ella no tenía el antídoto pero la hechicera si. Además pude ver en sus recuerdos el momento donde Taro le entrega un collar con una gran estrella de madera colgando y le pide que lo cuide y piense en el, cuando no estén juntos.
Salgo de su mente haciendo que Hinata caiga al suelo en sus rodillas. Exhausta por haberme colado en su mente.
—¡Mal nacido!—susurro con voz entrecortada.
Me acerqué a ella mirandola a los ojos.
—No hay trato. Tu no tienes el antídoto.
—Puede ser pero no creo que puedas tratar con ella a menos que las liberes.—dijo sonriendo mientras seguía intentando soltarse.
—Talvez valga la pena
Hinata dejo de sonreír e intento clavar un kunai en mi cuerpo pero lo intercepte a tiempo y lo lance en la arena.
—O tal vez no lo necesite.
—¿A qué te refieres?
Me acerqué a ella y la vi nuevamente a los ojos mientras tocaba con los dedos el collar con la estrella. Lugo de un jalón lo arranque de su cuello.
Hinata jadeo al sentir la cuerda romperse y luego busco a tientas el collar que le había arrancado.
—Devuelvemelo.
Hice como si no la hubiese escuchado y mire a Naruto.
—¿Puedes hacerte cargo?—le pregunte
El asintió mirando a Hinata con rencor, yo también podría decir que estaba molesto con ella pero debía tomar en cuenta que ella aún pensaba en Taro.
Suspiré y coloque mi mano sobre su hombro.
—Hinata también volverá, déjamelo a mi—le dije pasando de largo para hablar con Shun y Mai
Debía saber cuánto tiempo tenía para buscar el antídoto antes que el propio cuerpo de Sakura empezará a deteriorarse y debía saber si lo que tenía en las manos era realmente lo que habíamos estado buscando. Debía saber si podía intercambiar este artefacto por el antídoto de Sakura y los recuerdos de Hinata.
Me incline en la barrera que había puesto Shun y observé por largos minutos el rostro de Sakura.
—¿Cuánto tiempo?
Shun suspiró con tristeza
—Tienes solo un par de horas, luego todo queda en Sakura y lo que se resista a morir. El veneno en su cuerpo empezó a correr más lento pero si llega a su corazón. Morirá.
No pude evitar que mis ojos se humedecieran. Me negaba a perderla a ella.
—Mai—susurre haciendo que la lobita me buscara.
—¿Puedes decirme que es esto?
Mai asintió y colocó su nariz a pocos centímetros del collar. Tardó varios segundos oliendo y asimilando el olor pero cuando levantó la vista supe que lo que tenia en la manos era nada más ni nada menos, lo único que regresaría todo a la normalidad.
Si Sakura tenía razón, esto provocaría que los verdaderos sentimientos de la hechicera, regresarán y quizá, solo quizá. Habríamos ganado.
—Es el corazón de la hechicera y está más vivo que nada de lo que haya visto antes...
ESTÁS LEYENDO
Siete Dias
FanfictionDesde la perspectiva de Sasuke Uchiha... Una sentencia a muerte que solo puede salvar un firma. Es acaso que suenan campanas de boda. Cómo podría ser real su amor si solo prentende salvarse. Sasuke tiene siete días para conseguir un respaldo que met...