Camine entre la oscuridad del bosque por largos minutos hasta que poco a poco la tierra empezó a convertirse en arena y el cielo que antes era cubierto por las copas de los árboles, ahora dejaba ver un cielo despejado y lleno de estrellas que empezaban a desaparecer con el comienzo del amanecer.
El sol estaba a poco tiempo de aparecer en el horizonte y poco a poco iba tiñendo las aguas de un naranja oscuro. La boda estaba programada para el amanecer, dando por echo que muchos de los invitados de la aldea ya habían tomado su lugar bajo una carpa de la que colgaban mantas blancas que ondeaban con el viento y arreglos florales de rosas blancas y ramas de cerezo.
No tenía la menor idea de cómo había conseguido esas ramas Shun, ya que la primavera estaba a punto de terminar y los bosques de la aldea de la estrella no eran precisamente un clima apto para los cerezos.
—¡Listo!—susurro Naruto sacándome de mis pensamientos.
Asentí con un movimiento de cabeza casi inexistente y camine entre las filas para colocarme en mi posición.
Hinata y Shun entraron minutos después y se colocaron en sus respectivos asientos. Hinata junto a Naruto, Quién le sonrió y tomo su mano haciendo que ella se ruborizarse pero por alguna razón su sonrisa no llego hasta sus ojos. Shun por su parte me guiño el ojo y se sentó a la par de ellos junto a la pequeña lobita que no dejaba de olfatear el aire y chillaba entre ratos.
Luego voltie y me quedé sin palabras. Naruto no le había echo justicia a como realmente Sakura se veía en ese momento.
Sakura se miraba, perfecta, encantadora y muy hermosa vestida de novia. Su traje de un blanco pulcro resaltaba por un magnífico cinturón bordado en flores de cerezo con hilos brillantes. Su cabello rosa estaba atado en un moño elaborado con una única flor de cerezo, del cual finos mechones se escapaban enmarcando su rostro. Sus hermosos ojos verde esmeralda brillaban haciendo un perfecto contraste con sus mejillas sonrojadas y la poca piel que se podía observar invitaba a dejarle un rastro de besos desde la punta de la nariz hasta donde el cuello del Kimono lo permitía.
Parecía un ángel bajado desde el mismo cielo para hacer pecar al más sensato de los mortales y para mí fortuna, ella era mia, solo mía.
Sakura empezó a caminar hacia mi a pasos lentos, dejando perfectamente que la observará mientras la brisa del mar ondeaba los mechones de su cabello. Que solo dejaban a su paso un delicioso olor a cereza y agua salada.
—¡Hola!
Dijo cuando llegó a mi lado y me sonrió más nerviosa que de costumbre.
—Hola—susurre extendiendo mi mano para que ella lo tomara.
Subimos el último escalón y quedamos frente a la persona que nos casaría con los respectivos rituales. Apreté su mano con fuerza para calmar los lijeros temblores de su cuerpo. Sus ojos verdes me observaron, jamás los había visto tan brillantes y a la vez tan seguros. Sus pupilas me daban una imagen clara de un tipo que no lograba reconocer, pues el parecía radiante de felicidad a pesar de verle solo una diminuta sonrisa. Se miraba muy diferente y casi podía reconocer al niño que fue antes de la matanza de su clan.
No podía escuchar lo que hablaba la persona que estaba oficiando la boda y parecía hasta que ni siquiera era yo el novio. Yo solo era capas de reconocer a Sakura que me sonreía frente al inminente amanecer, enfrascados en nuestra propia burbuja. Tanto que cuando llegó el momento de los votos, el se vio en la obligación de aclararse la garganta.
Sakura pronuncio sus votos frente a todos los de la aldea, sonrojandose en alguna partes y derramando lágrimas en otras. Sus promesas eran simples pero con una connotación mucho más amplia y pensé que realmente ella no necesito decir esos votos, por qué ella mucho antes los había cumplido. Me había amado a pesar de mis errores, a pesar que había intentado matar a mi mejor amigo y a ella misma. Sobre todo me había sido fiel y siempre había sido solo mía.
Luego llegó mi turno y aún que quise pronunciar algo corto termine diciendo más cosas de las que debía. Debía agradecerle por el tiempo que me había dado en sus pensamientos y en su corazón mientras me grababa mis propias promesas en la piel.
Siempre la amaría
Siempre le sería fiel
Y siempre velaria por ella...Hinata y Naruto se acercaron en ese momento y sirvieron el sake en los tres cuencos. El primero lo tome yo y bebí la mitad de su contenido y luego se lo pase.
Nuestras manos se tocaron en ese momento y la vi sonrojarse nuevamente.
Llevo sus labios al cuenco y bebió. Así que tome el segundo y bebí la mitad nuevamente con mas impaciencia y se lo pase pero esta vez sus manos resbalaron déjanos caer el cuenco al suelo.—¡Sakura!—pronuncie confundido al ver como el cristal se hacía pedazos debajo de nuestros pies y el líquido salpicaba todo a su paso.
Sakura bajo la vista y miro confundida el cuenco caído. Ella tampoco podía entender que había sucedido y cuando subió la vista, su mirada había cambiado, como si se viera dado cuenta de algo importante.
—¡Sakura!—repeti
Sus ojos verdes se habían opacado de repente mientras pequeñas lágrimas resbalaban de sus ojos. No lo entendía, no entendía que demonios estaba pasando y tampoco estaba dispuesto a ver la realidad.
—Anata...—Susurro cerrando sus ojos mientras su cuerpo se desvanecía y caía al suelo.
Todos en la habitación contuvieron el aliento y otros corrieron al mismo tiempo que la tomaba para evitar que cayera. En ese momento el sol fue cubierto por espesas nubes negras que no tardaron en anunciar una tormenta.
—Lo lamento—susurro con tristeza mientras sus ojos trataban de grabar todo a su alrededor y por último su mano tocó mi rostro.
—¿Que te sucede, dime?—le pregunte, tratando de ayudarla y de no entrar en pánico pero al verla en esas condiciones me era casi imposible. Sakura no estaba bien y me temía lo peor.
—Te A..amo...
Mi cuerpo se tenso involuntariamente, al mismo tiempo que ella cerró sus ojos. Su piel empezo a tornarse de un color grisáceo y cuando intenté buscar su pulso. No lo encontré.
—¿Que demonios sucede?—grite al borde del colapso. Sakura no podía estar... Ella no podía..—¡¡¡Sakura!!!!
...
Nos vemos pronto mis mariposas...
Besos y abrazos
Lia Diso 😘
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Siete Dias
FanfictionDesde la perspectiva de Sasuke Uchiha... Una sentencia a muerte que solo puede salvar un firma. Es acaso que suenan campanas de boda. Cómo podría ser real su amor si solo prentende salvarse. Sasuke tiene siete días para conseguir un respaldo que met...