Capítulo #14

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La oscuridad se había puesto y por alguna razón sentía que debía correr pero no de alguien si no más bien buscando algo. Los bosques de Konoha siempre habían sido grandes y espesos pero jamás había sido un impedimento para mí hasta ese momento. Me sentía perdido y cuando creía reconocer algún árbol o claro este cambiaba dejándome como al principio.

Creí por un momento ver el cabello rosa de Sakura pero este solo fue un borrón. Apure mis pasos, quizá era una trampa pero lo descubriría si llegaba a ser así.

—¡Sakura!-grite y entonces la vi correr también.

—¡Sakura!—repetí más fuerte pero ella seguía sin disminuir su paso. ¿De que rayos estábamos escapando para que huyera de esa manera.

Sakura seguía sin escucharme y cada vez tenía más ventaja sobre mi hasta que de un momento a otro se detuvo frente a un precipicio. Me acerqué a ella y me detuve a un par de metros atras.

—Ni un gran Shinobi puede contra esta caída—susurro aún sin voltear a verme.

Sus palabras me tomaron por sorpresa. Era uno de los más altos precipicios de Konoha y los que creían tener el poder suficiente se atrevían a lanzarse sabiendo que podían morir en el intento. La mayoría no lograba sobrevivir. Sakura en ese momento a sabiendas que me encontraba detrás de ella se acercó más al precipicio y puso sus pies a la orilla.

—¡Sakura!—Exclame alterado de verla al borde de ese precipicio.

—Llegas tarde Sasuke-kun—dijo viéndome por primera vez, su rostro no expresaba ninguna emoción.

—¡Espera!

Grité en el momento que abría sus brazos y se tiraba. Corrí pero por alguna razón mis pasos se volvieron demasiado lentos y cuando por fin logré llegar a la orilla la neblina interfería mi campo de vision.

—¡Sakura!—repeti y entre en pánico.

El suelo bajo mis pies se agrieto y de un momento a otro se quebró haciéndome caer también a mi. Intentaba juntar chackra pero las orillas de las rocas eran demasiado lisas y pensé en ese momento ¿Quien era yo para retar a la madre naturaleza? Cerré mis ojos en un intento de pasar por alto la gran caída pero cuando los volví a abrir estaba en una camilla sentadado con la respiración agitada. Todo había sido un sueño. Un muy mal sueño.

—¡Sasuke!

La voz de Sakura me saco de nuevo de mis pensamientos y por fin pude respirar con tranquilidad. Quite los cables que me mantenían conectado al monitor y saqué el suero de mis venas. Ya estaba despierto y no necesitaba esas cosas. Un dolor peculiar me atravesó en ese momento haciendo que me quejara. en mi cintura cruzaba un gran vendaje y me recordé del pergamino, del juez impostor y del kunai que me había incrustado.

—¿Cómo te sientes?—me pregunto mientras me tocaba la frente y me abría los ojos poniendo una intensa luz en ello. Quizá había pasado más tiempo de lo que creí en cama y por eso comprobaba que todo estuviera bien.

—¿Cuánto tiempo llevo inconciente?

Sakura suspiro pesadamente

—Un par de días

El silencio se volvió a cernir sobre nosotros como si volviéramos a empezar de cero.

—¿Por que estás tan callada conmigo?—le pregunte mirándola a los ojos.

Sakura se sonrojo y se dio la vuelta rapidamente para que no la viera. La vi temblar y temí la respuesta, es que acaso se había arrepentido de lo que habíamos echo la última noche que pasamos juntos.

—No se cómo te atreves a preguntar

Alce una ceja, no entendía que carajos había echo mal esta vez.

—No se de qué hablas

Sakura me miró con los ojos llenos de lagrimas y con un dolor palpable a kilómetros.

—Te fuiste por una larga temporada, dejándonos a mí y a Naruto recostruyendo Konoha. Dicen que te has convertido en un criminal y apareces nuevamente cuando estoy segura de haberte olvidado. ¿Cómo crees que me siento?

De que rayos estaba hablando, si me fui una temporada pero ella jamás me lo había sacado en cara y como que olvidar, si hace pocos días estuvimos juntos odiando un juicio que podía alejarme de ella para siempre. No, simplemete no estaba entendiendo nada.

—Sakura creo que estás confun...

Mis palabras fueron interrumpidas por el sonido de la puerta abriendose.

—¡Gracias Ino, ya la encontré!

Era Naruto. Sakura seco sus lágrimas rápidamente y se pellisco levemente las mejillas para tomar color. Me pareció algo extraño, jamás había echo eso antes. Aun que he de admitir que no lo necesitaba hacer, sus mejillas de por si se coloreaban al verme.

Naruto entro en ese momento y le sonrió a Sakura de una manera que sentí celos. Luego me miró a mí y sonrió fríamente solo con la boca pero nunca esa sonrisa llegó a sus ojos. Otra cosa extraña que agregar. ¿Que había pasado en estos días para que cambiarán tan radical las dos personas más cercanas a mi.

—Me alegra que estés despierto, así puedas explicarnos que fue lo que te paso. Estuviste al borde de la muerte, te encontramos sin chackra y tus signos vitales estaban a punto de colapsar.

Mis ojos se abrieron, ellos estaban en la sala cuando sucedió todo. Por que ahora preguntaban que me había pasado. Es que acaso el pergamino tenía algún tipo de shutsu desmemorizante o que.

—¿Donde me encontraron?—pregunte cerrando los ojos a expensas de una respuesta poco favorable.

—En medio del bosque, llevabas contigo un pergamino abierto, muy extraño por cierto.

Por lo menos el pergamino no había desaparecido.

—Necesito verlo—dije tajante, necesitaba resolver todo este lío antes que escuchara otra locura.

—Lo lamento, el pergamino está bajo custodia. Te fuiste mucho tiempo y regresas herido con un pergamino en la mano. Ellos no creen que hallas vuelto con buenas intenciones y por eso...

Sakura apretó su brazo en señal que se callara.

—El es un paciente en recuperación, no tienes porqué traer noticias malas—lo regaño Sakura.

Suspiré y deje caer mi cabeza en la almohada. No estaba entendiendo una mierda de esto.

—No tienen por qué esconder nada, lo que tengan que decir diganlo ya

—Descanza primero, ya habrá tiempo después.

La voz de Sakura había sido tan ruda que nadie puso objeción y Naruto prefirió cambiar de tema.

—Ya que estás aquí, me gustaría invitarte a mi boda.

Estaba a punto de poner los ojos en blanco cuando vi que Sakura se ponía nerviosa. No entendía su reacción si se suponía que su prometida era Hinata Hyuga.

—No creo que pueda—dije sintiéndome extrañó, quizá a la única boda que asistiría en la vida fuera a la mía.

—¡Oh Vamos Sasuke!

Naruto se acerco a Sakura y la tomo por la cintura mirándola a los ojos.

—Creo que los dos estaríamos contentos que estuvieras en nuestra boda. ¿No es así Sakura?...

 ¿No es así Sakura?

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