Capítulo #39

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—Llevame a donde está Hinata—le dije al pequeño lobo que me había mandado Kakashi.

Mai asintió y sin decir nada se trepo de un salto a uno de los techos de la aldea. Esta no era Konoha y los techos no eran lo más aptos para que saltará sobre ellos así que decidí usar los árboles que estaba alrededor de la aldea para poder pasar desapercibidos de los Shinobi que patrullaban la aldea. 

Sakura había querido acompañarme pero el médico había sido estricto con las indicaciones de reposo, así que a pesar de su insistencia me vi en la obligación de rechazar su propuesta, prometiéndole que le traería noticias.

—¿Cómo diste con ella?—le pregunte observando como cruzaba en una esquina y se escondía de los Shinobi. Algo me decía que entre más nos acercaremos al lugar predestinado habrían más y más.

—Seguí su rastro...—respondió pero sabía que aún no había terminado.—he desarrollado el sentido del olfato más que cualquier otro perro de la aldea gracias a que mi vista está dañada.

Sus palabras me tomaron por sorpresa, a pesar de solo tener un ojo, no pensé que estuviera ciega. Una de sus patas me tocó haciéndo que prestará atención a la gran barrera que se extendía debajo de nosotros. Era una barrera electrificada pero como lo supuse habían más personas cuidando la gran mansión que se extendía más haya de los jardines.

—¿Que es este lugar?—le pregunte mientras poníamos un pie en el césped que había sido cortado recientemente mientras nos escondiamos de dos Shinobi que habían dejado su puesto para empezar una ronda alrededor de la propiedad.

—No estoy muy segura pero dicen que aquí vive el concejero de la aldea de la estrella.

Evite que la impresión tocará mis facciones, todo empezaba a tomar un rumbo extraño y a este punto no sabía ni cómo era posible que el juez impostor  tuviera a Hinata en su mansión. Era obvio que el tenía una conexión con la hechicera pero aún no lograba comprender cómo es que podía hablar y ver a los ojos a Naruto sabiendo que tiene a su prometida en su mansión.

—¡Por aquí!—dijo el lobo agachándose detrás de los pequeños arriates del jardín. Que tenían menos de veinticinco centímetros de alto, para alguien como un lobo era fácil ir por esa dirección pero a menos que me arrastrará no podría ir por allí. Rode los ojos con impaciencia pero eso no detuvo al lobo.

—¡Ven!—susurro pero al verme  pareció comprender el porque me estaba tardando así que me señaló los árboles de la propiedad y sin más explicación me escondí tras de ellos sin dejar de observar la dirección que tomaba Mai. La mansión era extremadamente grande tanto que parecía que se burlaba de lo rusticidad de la aldea. No me sorprendería que la población tratará de meterse para robar y quizá esa sea la razón de la barrera electrificada y los Shinobi.

Mai espero a que los shinobi pasarán de largo para treparse en el balcón de la que parecía la habitación principal y yo imite sus movimientos, esperando que su olfato nos dijera que esa habitación no estaba siendo ocupada por el momento.

—¿De quién es esta habit...

Mis palabras s vieron interrumpidas por los gemidos de Mai que hizo que todo mi cuerpo dudará frío.

—¡Esconderte!—murmuro Mai en el momento que la puerta corrediza de cristal se abría y no me quedo mas remedio que esconderme entre las cortinas, escondiendo hasta mi chackra.

No había ni bien recuperado el aliento cuando me volví a quedar sin el. La persona que había abierto la ventana nada más ni nada menos era Hinata. Mis ojos no lo podían creer y mientras ella acariciaba al pequeño lobo, yo estaba entre hablar para que notará mi presencia o esconderme a pensar en un plan para ayudarla a escapar. Pues el que estuviera aquí con esa gran seguridad solo significaba que estaba aquí encontra de su voluntad.

—¡Hinata!

Sus ojos perla se abrieron al oir mi voz y no pude evitar pensar lo peor.

—Soy Sasuke... El mejor amigo de Naruto—explique rechinado los dientes.

Ella dio vuelta sobre su eje para verme y sus ojos estaban envueltos en pánico como si no me conociera.

—Naruto

Que reconociera su nombre me daba más tranquilo, eso solo significaba que sus recuerdos estaban intactos y que podíamos irnos antes de que alguien se diera cuenta.

—Es hora de irnos, alguien está esperándote.

Dije saltando al balcón mientras le indicaba a Mai que cuidara que ningún Shinobi nos viera mientras emprendimos la huida.

—¿Quién está esperándome?—dijo juntando el entrecejo sin nisiquiera moverse de su sitio.

—Tu Familia...La aldea—Le respondí esperando que fuera suficiente pero al no ver expresión alguna en su rostro, decidí jugar mi última carta.—Naruto...

Hinata agacho la cabeza y realmente empezaba a perder la paciencia. ¿Que diablos pasaba para que ella no saltará de emoción?¿Que la retenía para que no se fuera conmigo?

Mis pensamientos fueron interrumpidos en el momento que el pequeño lobo se tiró encima de mi para que no nos vieran los Shinobi que pasaban por debajo de la ventana. Y por la falta de un brazo caí irremediablemente en la alfombra muy cerca de los pies de Hinata.

—Hinata

Susurre. Hasta este momento no era consciente que sus hombros temblaba y que de sus ojos caían gruesas lagrimas que formaban un pequeño charco a pocos centímetros de dónde había caído.

De un salto me puse en pie y me acerqué a ella ofreciéndole un pañuelo de mi bolsa, quería mostrarme indiferente pero me fue imposible sus lágrimas me recordaban a Sakura.

—¡Mi clan fue exterminado!

—Eso no es cierto

Hinata no acepto mi pañuelo y en vez de eso se puso en guardia.

—No puedo confiar en las palabras de un desconocido que se a colado en la propiedad de mi prometido.

—¿Hablas del dueño de la propiedad?...—No espere que me respondiera y no pude evitar alzar la voz para decirle el resto— El no es tu prometido y por lo que veo te a estado mintiendo. Tu único prometido es Naruto.

La furia se hizo presente en la facciones de Hinata y con paso decidido se acercó a mí.

—Las únicas mentiras que e escuchado han sido las suyas. Taro nunca me mentiría.

—Puedo probarte lo contario

—Asi—dijo con lágrimas en los ojos—Dime que no es verdad que Naruto mato a mi familia, yo lo vi con mis propios ojos.

No lo podía creer y no podía dejar que continuará sumergida en un mentira.
Active mi Sharingan para que viera que estaba en una equivocación, que las únicas personas que mentían era ese tal Taro y la Hechicera pero cuando estaba a punto de hacerlo, me descuide.

—¡Masouen Tenketsu!

...

Para los que no entiendan la última frase es una habilidad del clan Hyuga para cerrar los puntos de chackra solo que esta vez lo cierra todos y provoca que la persona quedé noqueada. Decidí escribirlo algo así por el capítulo de Boruto donde Himawari noquea a Naruto y al pobre de Kurama...

Nos vemos pronto y próx el día 6.
Besos y abrazos.

Lia Diso 🌟

Siete DiasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora