10. Puedo perdonar pero no puedo olvidar

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Entramos al supermercado, hasta parecíamos una pareja normal que hace la compra... pan, frutas, verduras, carne, pescado, café... al final no sabía el tiempo que íbamos a estar en el propio camping o ya en carretera, por lo que no estaría de más llenar la despensa y el frigorífico de la caravana. Me entretuve mirando los congelados y Maca tiró para otro pasillo.

Iba distraída hacia la zona de productos de higiene personal, cuando vi a un pequeñín llorando junto a los perfumes, me agaché junto a él y le pregunté - ¿Qué te pasa? ¿Por qué lloras? - y le acaricié la mejilla.

- Mi mamá - seguía llorando y parecía bastante asustado.

Algo dentro de mí se rompió en ese instante.

- Ah mira estás aquí, he cogido al final el arroz y las verduras - dije a Maca sin ver realmente lo que estaba haciendo.

- Estás perdido, ven vamos a buscar a tu mamá - no pude evitar que me saltaran las lágrimas, mi hijo sería ahora como este niño. - Zulema voy a llevar al niño con el de seguridad a ver si aparece la madre -.

- Espera voy contigo -.

Al llegar a la altura del guarda de seguridad el niño echó a correr - Papiii... -.

Me acerqué a ellos - Estaba llorando en el pasillo y decidí traerlo aquí, está un poco nervioso - dije con una sonrisa.

- Gracias señorita, estábamos como locos buscándolo -.

- ¡David! Mi niño no vuelvas a soltar la mano a papá ¿sí? -.

Sin duda, era la madre la que había llegado corriendo.

- ¿Y usted quién es? -.

- Cariño, la muchacha lo encontró llorando y lo trajo a control de seguridad -.

- Lo siento por el tono, estaba muy nerviosa, gracias - y la señora me envolvió en un abrazo sincero - No sabríamos que hacer si él nos faltara -.

Jaque Mate, estuve a punto de derrumbarme pero mantuve la compostura - De nada, yo solo lo vi ahí llorando e hice lo que había que hacer - le di una sonrisa.

- Eres española como nosotros ¿no? ¿de turismo? - preguntó el padre de la criatura.

- Sí, nos quedamos en el camping del Algarve -.

- ¡Qué casualidad! Nosotros también - contestó la señora. - ¿No te gustaría venir esta noche a cenar? Es lo menos que podemos hacer - contestó él. Aunque la mujer puso cara de sorpresa.

- No se molesten - en ese momento Zulema que se había mantenido cerca pero a la vez alejada pasó su mano por mi cadera y besó el lateral de mi frente, como ya se le estaba haciendo costumbre - Acepta cariño, necesitamos socializar un poco. Me alegro de que hayan encontrado a su hijo - le dije con una sonrisa sincera.

- Claro, vengan las dos a cenar - añadió la mujer de buena gana, quizá viendo cómo se disipaba el peligro que suponía la rubia junto a su marido. - Por cierto, me llamo Alicia y mi marido es David, como mi hijo -.

- Zulema, encantada -.

- Macarena - dije sin dejar de hacer caricaturas con el pequeño.

- Pues somos los de la caravana gris que está en el tercer pasillo, tenemos una barbacoa en la puerta. ¿Os parece bien a las 8 de la tarde? -.

- Casi al lado nuestro entonces, somos la caravana azul frente al tipo raro de la naranja. Me parece bien la hora -.

- También nos parece bastante raro ese muchacho la verdad... no se diga más, nos vemos a las 8 y gracias de nuevo -.

Maca tenía al niño en brazos y no paraban de hacerse caras - Adiós pequeño, luego seguimos jugando -.

- Nooo mamiii quero con Macaaa -.

- Luego viene Maca a la casa a jugar ¿te parece bien? -.

- Shi mami, allios Maca - el niño me dio un beso en la mejilla que terminó por derrumbarme.

Desde que se fue el matrimonio y el niño, Macarena está muy rara, sé que le afectó lo del pequeño. Su hijo ahora tendría esa edad... por desgracia no puedo borrar lo que le hice. Pagamos la cuenta y nos dirigimos al camping, una vez en la caravana - Cariño, ¿quieres que hablemos sobre lo que ha pasado hoy? ¿o sobre todo esto que nos está pasando? -.

- Zulema yo creo que puedo perdonar pero no sé si pueda llegar a olvidar - toda la tensión acumulada se vino sobre mí, y no hice otra cosa que correr al baño en el que esta vez sí eché el pestillo. Me dediqué a llorar durante horas, por mi hijo y por lo que me estaba pasando. Empiezo a pensar que no puedo vivir sin la mujer que me destrozó la vida.

Aiii Maca... ¿Llegarán a olvidar el pasado?

Siguiente cap: 11. Curar Heridas

ZURENA - NUESTRO OASIS - [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora