29. Navidad

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Aviso que este capítulo no será tan cute como el de la serie original, espero que les guste y que lo disfruten! 

Me revolví en la cama buscando a mi rubia, pero no estaba y me había dejado una nota: He ido a hacer la compra, pórtate bien :P. Me levanté, cambié las sábanas, hice la cama, limpié toda la caravana y decidí ponerme a hacer el almuerzo, ya que Maca no debía tardar mucho.

Sé que a mi escorpión le encanta la navidad, por lo que después de hacer la compra mensual, me dirigí al centro comercial en el que adquirí un arbolito, luces, velas y todo tipo de decoración navideña. Además, le compré un regalo para darle en fin de año. Llegué a casa, solté las bolsas y fui hasta Zulema que estaba cocinando. La abracé por detrás y dejé un beso en su cuello – Hola, cariño -.

- Hola – me di la vuelta entre sus brazos y la besé – ¿Has tardado mucho no? -.

- Es que he comprado cositas de decoración navideña, para que adornemos juntas la caravana – le dije acariciándole la cadera y mirándola a los ojos-

Puse cara de cachorrito - ¿De verdad? -.

Le acaricié la carita – Sí – y le di un beso suave.

- Me encanta la navidad rubia... - me sentí un poco avergonzada.

- Lo sé, por eso he comprado todo – volví a besarla.

- Aunque te he echado de menos al despertarme – dije sin pensar, eso había sonado demasiado dulce para mí.

Zulema y su poder para derretirme – Oisshhh por qué eres tan bonita – volví a besarla con mucha ternura.

Cuando la rubia rompió el beso, me di la vuelta un poco ruborizada y terminé de hacer la comida. Hice una menestra de verduras y tofu, una de las cosas favoritas de Maca.

- Has limpiado todo tú sola... te dije que lo haríamos juntas – dije en un tono de regaño.

- Tú has ido a la compra, así que estamos en paz – me dirigí a poner la mesa y cuando pasé por el lado de la rubia, que estaba colocando las compras, no pude evitar darle un tortacito en el culo. Había cogido al fin el peso que había perdido, siempre está guapa, pero es que ahora estaba jodidamente hermosa.

Miré a Zulema con descaro tras su tortazo en mi trasero – Morena... no me provoques – a lo que me respondió sacándome la lengua.

- Vamos a comer anda, que estos dos días en los que no me has dejado salir de la cama me están pasando factura – y es verdad que me sentía cansada, pero es que también me acababa de bajar la regla.

- ¡Pero tendrás cara! Ósea, que era yo la que no te dejaba salir de la cama... ¡Ja! (imitando la voz de Zulema) Maca un ratito más... Mmmm Maca no me mires así, es que me pides guerra... rubia quién fuera ese chocolate que estás comiendo... rubita con esa carita te estaría follando hasta cansarme... Pero oye... que soy yo eh... -. Dije mitad broma, mitad indignada.

Me acerqué a ella, la abracé por detrás y le dije al oído – Tienes razón – beso su cuello – Me pasaría la vida recorriendo a besos cada centímetro de tu piel – le di la vuelta y devoré su boca intensamente. Me separé – Venga... vamos a comer -.

Almorzamos entre caricias y piques – Zule... esto está buenísimo, cada día cocinas mejor -.

- Gracias – dije roja como un tomate, todavía no me acostumbro a los cumplidos.

Recogimos lo del almuerzo y la rubia empezó a sacar cosas de las bolsas – Mira la guirnaldita para la urna de Gobernanta ¿Te gusta? -.

- Jajaja en el fondo la quieres – dije disimulando la ternura que me causaban las decoraciones navideñas.

ZURENA - NUESTRO OASIS - [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora