ZURENA - NUESTRO OASIS - [COMPLETA]

23. Beso, Verdad o Chupito

- Claro amor, podemos jugar a beso, verdad o chupito – dije mirando con altivez a Macarena. Esta tía no sabe que cuando una mujer se me mete entre ceja y ceja, acaba en mi cama de una forma u otra.

- Mmm... no sé si sea buena idea, la otra vez los chupitos... - dije mirando a mi rubia.

Ósea lo dice por los chupitos y no por los besos... Maca puede que sea verdad que quiera algo con él, no ha parado de demostrarte que lo único para lo que le interesas es para la cama – Sí controlamos el alcohol, no debe de haber problema – respondí con algo de furia, intentando tapar que la posibilidad de que quiera algo con él me está matando por dentro.

Miré a mi rubia desconcertada ¿es que quiere besarse con alguno de ellos? A veces no la entiendo – No pienso limpiar vómito – dije a su oído un poco enfadada, a lo que solo me sonrío con desvergüenza.

Cogimos una botella vacía, el que lanzaba debía preguntar al que señalara la botella y este hacer una de las tres cosas. Empezó Macarena y la botella me señaló – Beso, verdad o chupito -. Me hice un poco la interesante – Beso -. La cogí de su mejilla y la atraje hacia a mí, devorando su boca para que entendiera que era mía. Terminé dejando besos cortos en sus labios ante la mirada atónita de Alicia que dijo – Vaya beso... jajaja -. Ambas sonreímos y era mi turno de tirar.

No entendía a Zulema, ese beso me había devastado. No la entiendo, parece que no me quiere pero tampoco tolera que nadie me mire y mucho menos la posibilidad de que alguien me toque. Me va a volver loca.

Tiré y la botella señaló a David – Beso, verdad o chupito – pregunté conociendo la respuesta.

- Beso – se levantó, vino hacia mí, me cogió la cara con las dos manos e impactó contra mis labios, pude sentir su lengua en mi boca y corté el beso mirándolo con incredulidad. Me volví a sentar y pude ver en la mirada de la rubia como planeaba matarnos con el cuchillo que estaba al lado de su mano. Rodeé su cadera con mi brazo disimuladamente, pero ella me la apartó con una sonrisa que no entendí.

Lanzó David y le tocó Macarena, a lo que mi rubia contestó – Verdad -.

- Pues, confiesa una verdad rubia – dijo David con confianza.

- Me encantan los cuchillos y las armas, por eso practico mi puntería a diario – respondió mirando a David como si quisiera matarlo.

- Vaya Macarena... con lo buena que pareces jajaja – añadió Alicia entrando en la conversación y sin ni siquiera sospechar de qué iba la cosa.

Tiró Alicia y volvió a tocarle a mi rubia – Chupito -.

Tiró Macarena y le tocó a Alicia – Beso -. Su respuesta dejó impactado hasta a su marido.

Alicia se levantó, vino hacia a mí y cogiéndome de la mano me hizo levantarme. Enrolló sus brazos en mi cuello y se aproximó a mis labios, me besó con ternura y le correspondí por la furia que sentía en mi interior. Nuestras lenguas jugaron durante un rato y rompí el beso por falta de aire. Ambas nos reímos y volvimos a nuestro sitio. Otra cosa era la cara de Zulema, había vuelto el elfo del puto infierno.

Seguimos jugando, David aprovechaba para besar a mi reina mora y su mujer a mí, deduje que era una pareja rota que necesita divertirse de esta manera, pero a nosotras nos estaba destrozando.

Apenas nos miramos durante el resto del juego y no nos volvimos a besar. Los cuatro teníamos ya un serio problema con el alcohol y fue Zulema, contra todo pronóstico la que puso un poco de cordura después de que Alicia me besara por sexta vez – Bueno, yo creo que ya está bien. Nosotras viajamos mañana y tenemos que terminar de preparar todo – dijo con seriedad e intentando que no se le liara la lengua.

- Zulema que aburrida... que forma de echarnos de verdad – respondió David bastante perjudicado.

- Ya amor, llevamos aquí toda la tarde – dije mirando a Macarena en señal de disculpa, los celos hacia un marido que sé que me engaña con toda la que se cruza le iban a provocar un problema con su pareja.

El matrimonio cogió el niño, no sin las quejas de David y finalmente se fueron.

Muchas gracias por todos los comentarios y por el apoyo que estoy recibiendo en esta obra!! Me animan a seguir escribiendo!!  

Siguiente cap: 24. Nunca podrás amarme