36. La Barbacoa del equipo V

1.3K 124 122
                                    

Fui lo más rápido que pude, quería llegar antes que las del grupo y poder hablar con mi reina mora. Al final, entre ir y venir y la venta de las joyas se me habían ido como tres horas. Llegué y aparqué a la espalda de la caravana, me bajé del coche, nada podía quitarme la cara de tonta que llevaba hasta que vi a Mónica sentada en las piernas de Zulema. Las dos estaban de risas muy animadas, Mónica le tocaba la cara y ella no parada de hacer tonterías con la cara. ¿En qué momento se había convertido el Elfo del Puto Infierno en la amiga graciosa? – Hola, ¿me contáis el chiste y así me rio yo también? – dije secamente, evitando la mirada fija de Zulema.

- Jajajaja, bueno tú sabes lo graciosa que puede llegar a ser Zulema, esta hija de la gran puta tenía a toda la cárcel en jaque cuando le daba la gana. La verdad me encantó lo que le hiciste a la sustituta de Anabel, solo tú podías colgarla de las bragas jajajajaja – contestó Mónica y le dio un beso en la mejilla, lo que terminó de encenderme.

- Pues no, la verdad que no lo sé. Conmigo no es tan graciosa – puse cara de peste – Me voy a preparar las cosas que las chicas deben de estar al llegar ¿O has preparado algo? – miré las cervezas vacías de la mesa, ¿qué ha esperado que me vaya para llamarla o qué? – por lo que veo no – y me dirigí dentro de la caravana lo más digna posible. Pero la verdad es que me estaban matando los celos.

Vi como Maca entraba en casa tras lo que había sido una escena de celos. Conocía su cara, sus gestos, cuando me evita la mirada para que no vea lo que siente y esa boca torcida que me vuelve loca. Pero si me ha dejado... nunca tendría nada con la puta yonki esta, pero que mi rubia esté celosa me encanta y pienso llevarlo al extremo. A ver si así consigo provocarla y que hablemos, al menos, si decidimos no estar juntas que ambas tengamos una explicación.

- Voy a echarle una mano a la rubia, se suponía que yo tenía que hacerlo y no estar bebiendo cerveza contigo. Ah mira, ahí viene Flaca. Lo dicho, voy a preparar las cosas -.

- Jajajaja sois un auténtico matrimonio eh, ve anda que me quedo aquí con Flaca -.

- No somos un matrimonio – respondí con cara de Elfo del Puto infierno.

- Ya ya... corre que te va a volver a regañar uuuu... -.

Esta tía no sé si es gilipollas o retrasada, no le contesté y entré a la cocina de la caravana. Ahí estaba la rubia asesinando la verdura mientras miraba por la ventana. Me puse a su lado – Trae que te ayudo -.

- No por favor, sigue pasándolo bien con tu amiga, como la vas a dejar sin tu simpática compañía – rodé los ojos y seguí cortando verdura.

- Ferreiro noto que está usted celosa o ¿me lo parece a mí? – dije con algo de sorna.

Hacia siglos que no me decía Ferreiro – Celosa ¿De qué? – solté el cuchillo y me quedé a un milímetro de sus labios, casi rozándolos – Eres mi socia ¿no? Eso sí, si te la vas a follar, por favor, no intentes tocarme. No quiero que me pegues nada – intenté maquillar el dolor que me supone siquiera plantearme que tenga algo con otra persona.

- Bah – le comí la boca, le introduje mi lengua bruscamente buscando el contacto con la suya. Empezó a darme manotazos, cogí sus muñecas y la presioné contra la pared.

Cuando vi que iba a ceder de nuevo le mordí el labio con fuerza y se apartó de golpe.

- Joder Macarena – me toqué el labio inferior y tenía sangre.

- No vuelvas a besarme así en tu vida – pensar en Mónica me estaba sacando de mis casillas.

Iba a replicar pero entró Goya - ¡Jefas! ¿Cómo va eso? – palmeó el hombro de Zulema que me miró como si quisiera matarme y se fue dirección al baño. – Rubia cada día estás más guapa jodé, eso sí, sonríe coño que estás mu seria úrtimamente – y me dio una palmada en el hombro que casi me desmonta.

ZURENA - NUESTRO OASIS - [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora