ZURENA - NUESTRO OASIS - [COMPLETA]

12. Los Vecinos

La ducha fue rápida aunque no dejamos ni un momento de darnos arrumacos y besos. - Rubia... cuando quieres puedes llegar a ser muy mala... ya vamos tarde - le dije vistiéndome.

- Ha sido una ducha rápida son las 20.00h ahora y yo ya estoy lista - dije mientras le daba una cachetada en el trasero a Zulema - Así que aligera -.

Puse cara de elfo del puto infierno lo que provocó que la rubia me sacara la lengua - Quien juega con fuego se acaba quemando rubita -.

- Anda no te arregles más que estás muy guapa y vámonos -. Respondí con una sonrisa, me acerqué y le di un piquito en los labios.

Salimos de la caravana, Zulema me tenía agarrada por la cadera y se podría decir que éramos una pareja normal, nada más lejos de la realidad. Nos aproximamos a la caravana de Alicia y David y escuchamos - Macaaaa -. El pequeño venía corriendo hacia mí y me agaché un poco para levantarlo en brazos. - Hola guapo, ¿cómo estás? - dije dejando un beso en su mejilla

- Mien... vamoz a jugar -.

- Hola campeón, ¿me chocas esos 5? - dije queriendo integrarme en esa conexión que había logrado Macarena con ese pequeño. Me chocó los 5 y me dijo - Maca ez mía - dándole un beso a mi rubia en la mejilla.

- Vale, me parece bien pero ¿me dejarás jugar con ella un ratito? - dije alborotándole el pelo.

- Shi Xulema -.

No pude evitar sonreírle cuando pronunció mi nombre - Muy bien campeón, vamos con tus papis -.

Llegamos a donde David ya estaba encendiendo la Barbacoa, cerca de la caravana pero a una distancia prudente para que no entrara el humo dentro, mientras Alicia salía por la puerta con varios recipientes que puso en la mesa.

- Buenas tardes - dijimos a unísono.

- Buenas - nos saludó la pareja sonriente.

- Bueno ¿quién me echa una mano con la barbacoa? - dijo un David sonriente mirando a Macarena.

- Yo misma - respondí mirándolo con cara de pocos amigos.

- Muy bien, pues Macarena tú me ayudas con la ensalada. David vamos al suelo que Macarena tiene que ayudar a mamá -. Respondió Alicia.

Hicimos la ensalada en un momento, salimos y nos sentamos en la mesa.

- Macarena ¿Qué te apetece beber? ¿cerveza? ¿vino? - preguntó Alicia.

- Cerveza está bien gracias -.

- ¿Y para Zulema? -.

- Cerveza también -.

Estaba observando como Zulema se desenvolvía con la barbacoa, como si llevara toda la vida haciéndolo. Pero Alicia me sacó de mis pensamientos - Aquí tienes, ¿Quieres llevarle esta a mi marido también? -.

- Sí, claro - respondí sonriente.

Fui hasta donde estaba la barbacoa - Toma - le di su cerveza a David que me respondió - Gracias - con una sonrisa. Y después la otra a Zulema que estaba preparando la siguiente tanda de carne - Toma cariño - le dije con una sonrisa.

Ella se volvió, la cogió y me dijo - Gracias amor - y me besó suavemente los labios. Me separé un poco desconcertada y ella me sonrió. Me di la vuelta y me dirigí a la mesa, donde el pequeño David ya había montado su campamento de juguetes y me esperaba para jugar.

Vi a mi rubia aproximarse, espero no tener que meterle la cabeza al baboso este en la barbacoa, es que no se corta ni porque estoy delante. Vi cómo le sonreía estúpidamente cuando Macarena le dio la cerveza, así que cuando me dio la mía le dije amor para marcar terreno y la besé para el idiota entendiera que está conmigo. Esto no pareció importarle porque seguía mirándola, más bien diseccionándola con la mirada y ya no pude más. Me puse a su lado y le di un tortazo en la espalda en plan amigote, lo cogí por la parte de atrás del cuello y lo presioné con mi mano, mientras le dije - A ver... puedo entender que es guapa, muy guapa además, que tiene un cuerpazo, porque lo tiene. Pero lo que no me cabe en la puta cabeza es que te la estés comiendo con la mirada delante de mí. Por tu propia integridad, vamos a intentar llevarnos bien y deja de analizar a mi mujer -. Acababa de salir a la luz el elfo del puto infierno, el escorpión que llevo dentro.