Estaba muerta literalmente cuando llegamos a la entrada del camping, pero la rubia había caído de nuevo en brazos de Morfeo apenas reanudar la marcha, así que me bajé del coche para ir a recoger las llaves de la que a partir de ahora iba a ser nuestra casa y con la que en cinco o seis días, cuando Macarena se recupere, emprenderemos el viaje de nuestra vida.
Una vez con las llaves dejé el coche lo más cerca posible de la caravana, bajé todas nuestras cosas y las puse en la cocina, pero quedaba lo más importante... Macarena seguía dormida en el coche, por lo que salí a buscarla.
- Macarena... Maca... joder eres una puta marmota... son las 2 de la madrugada... venga que solo quiero llegar a la cama. Pues ya tiene esta el sueño profundo... Joder... -. Macarena apenas se movió para acurrucarse aún más en el sillón del copiloto. - No hay de otra, tendré que llevarte en brazos... esto sí que me lo pienso cobrar... también podría dejarte aquí pero la gente se extrañaría, así que vamos allá -.
Saqué como pude a la rubia del coche y la llevé en brazos hasta la cama de la caravana, así como una pareja recién casada. Entré y cerré la puerta con el pie, la puse en la cama y cuando me disponía a taparla me dijo en sueños – Abrázame, no me dejes sola -.
- A saber con quién está soñando, pero era muy tarde para averiguarlo -, así que, siguiendo su petición me metí en la cama con cuidado de no despertarla para quedar frente a ella, mirando su cara... relajada... en paz...
Pasaron un par de horas y seguía en la misma posición, mirándola, aunque noté como había bajado la temperatura y al parecer ella también, poco a poco se fue acercando, se abrazó a mi cintura y metió su cabeza en mi cuello, rozándolo con sus labios. Yo con cuidado pasé mis brazos por su cintura para no dañar su herida y besé despacio su frente – Descansa pequeña – susurré más para mí misma que para ella. Minutos después la pesadez del día me envolvió y el sueño se apoderó de mí.
Hacía bastante tiempo que no dormía así, tan relajada, también es cierto que tener a Zulema en la cama de abajo sabiendo que en cualquier momento iba a intentar matarme no era muy tranquilizador. Pero anoche todo cambió, me desperté e iba en sus brazos camino a la cama, no quise que se diera cuenta que me había despertado pues no conocía como podía reaccionar... eso sí, cuando le dije que me abrazara no estaba soñando con nadie, sino que realmente deseaba que lo hiciera. Lo que no me esperaba es que se pasara horas observándome, por lo que decidí ser yo la que la abrazara, tampoco esperaba que me correspondiera y aún menos su beso con un "descansa pequeña". No sé qué me está pasando con esta mujer, lo que sí tengo claro es que tengo que alejarme de ella cuanto antes. Aunque también sé que la fuga conjunta y sus cuidados no van a ser gratis y espero el momento en que me diga cómo me lo va a cobrar. De momento voy a seguir acurrucada y a aprovecharme de su abrazo hasta que decida levantarse.
- Desde luego eres una marmota... - empecé a moverme con cuidado ya que debían ser como las 12 de la mañana y había que empezar a planificar las cosas cuanto antes, además de hacerle la cura. – Macarena... - nada... no me soltaba y la verdad el roce de sus labios en mi cuello ya me tenía demasiado nerviosa. – Rubia... venga... - le acaricié suavemente la espalda – hay que curarte la herida y tenemos muchas cosas que hacer -.
- Un ratito Zule... por favor un ratito más – y me apreté aún más contra ella, dejando disimuladamente un beso en su cuello. – No sabía que eras tan cómoda para dormir, no pienso soltarte – en ese momento levanté mi cabeza y quedamos mirándonos a los ojos.
(Pensamiento) ¿Zule? ¿cómoda? Y juraría que me ha besado el cuello, muero por morderle los labios, sin duda lo haré como me siga mirando de esa manera, pero esto no es positivo para mis planes con ella, esto no me puede estar pasando. – Parece que los tranquilizantes me han cambiado a la malota de Ferreiro por un osito de peluche, venga vamos arriba anda -.
- Más bien por un osito de gominola – me mordí el labio mientras seguía mirándola, me acerqué y estuve a punto de rozar sus labios. El momento mágico se rompió cuando Zulema se levantó como un resorte, salió de la cama y fuera de la caravana.
Siguiente cap: 6. La Línea Roja
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ZURENA - NUESTRO OASIS - [COMPLETA]
FanficEs la historia de Macarena y Zulema una vez se fugan de la cárcel. Es original pero con los personajes de la serie de Fox Vis a Vis y contiene algunas escenas de Vis a Vis El Oasis.